Vecinos de una urbanización de Torrent denuncian que siguen sin suministro de agua y sin carreteras desde la DANA
Manifiestan el desamparo que sufren por las instituciones locales y sostienen que están recogiendo firmas para tramitar una queja formal a la alcaldesa Amparo Folgado: "Hay 30 familias sin agua, algunas de ellas con bebés e hijos discapacitados que han tenido que buscarse otra vivienda" Aunque la DANA sucediese el pasado 29 de octubre, los estragos de esta catástrofe natural no han hecho más que agravarse durante los meses posteriores tras la deriva institucional que han tomado los gobiernos locales y el Ejecutivo de Mazón para la gestión de los desperfectos en aquellas zonas donde la “normalidad” aún no es un escenario factible. Así es como se sienten en una urbanización situada en la periferia de Torrent, concretamente en el barrio de los diseminados, donde el suministro de agua es inexistente y las carreteras, devastadas, imposibilitan la libre circulación. Rafa Gil y Yolanda Gallardo, vecinos y miembros de la junta directiva de la Asociación de Vecinos De Agost, denuncian que en esta zona de viviendas, que limita con Monserrat y Godelleta, conviven cerca de 3.000 residentes, de los cuales 30 familias aún no cuentan con acceso al agua. “Hay una persona con un bebé a cargo que se ha tenido que ir a casa de su prima a vivir. Y otra con dos hijos con discapacidad quien ha abandonado su casa”, aseveran. Las quejas, trasladadas al ayuntamiento de la localidad en más de una ocasión, no se han materializado en ningún momento. Los dos representantes vecinales aseguran que siempre han tenido una “buena relación” con los miembros del equipo de gobierno de Amparo Folgado, alcaldesa de Torrent, pero que sus promesas de atenderlos cuanto antes nunca se han cumplido. “El concejal de urbanismo siempre se ha mostrado atento y nos ha confirmado que se iba a solucionar. La realidad es que los vecinos no vemos resultados”, concreta Gil. En este sentido, añade que nunca han visto a Folgado visitar esa zona. En el pleno del pasado 9 de enero, varios vecinos salieron a denunciar las condiciones de abandono que viven en los diseminados. “Circulamos por caminos agrarios mal señalizados. Nos jugamos la vida todos los días. Pensamos que en 15 días iban a estar las mejoras. Queremos que se canalicen las acequias y que no desagüen en las propias carreteras, que acaban inundadas y nos impiden salir de casa. Queremos que el ayuntamiento siga peleándose con la CHJ por un caudalímetro para el barranco de l'Horteta. Los torrentinos somos los que votamos y ustedes tienen los medios para ponerlos en marcha”, expuso Helena Casas, presidenta de la asociación vecinal. “Con un grupo de voluntariado en el mes de noviembre, nos organizamos para distribuir agua embotellada desde el Toll de l'Alberca. El ayuntamiento puso en marcha un camión cuba que subía a esta parte del pueblo para poder rellenar garrafas, pero en el mes de diciembre toda esa ayuda desapareció”, manifiestan. Ahora, desde la asociación están recogiendo firmas para presentar una queja formal ante el organismo municipal. En ella, solicitan que se actualice la red de canalización de agua; pavimentar las carreteras y comunicar los caminos; reinstaurar el servicio de recogida de basuras y contenedores cerca; recuperar la iluminación de los espacios comunes; más señalización para diferenciar los núcleos de la población; o aplicar “una solución definitiva” para los vados inundables sobre el barranc de l'Horteta. Además, también insisten en la mejora del servicio de buses; el diseño de un plan de sostenibilidad “para poner de valor el patrimonio natural” o la instalación de fibra óptica. Fuentes del Ayuntamiento de Torrent desmienten la versión de los afectados y aseguran que los técnicos están trabajando en las infraestructuras dañadas para “volver a la normalidad cuanto antes”. Además, subrayan que el agua de esas urbanizaciones no depende del consistorio, sino de unos pozos privados: “Los residentes de esa zona no han reivindicado nunca el agua potable y ahora tras la desgracia se han dado cuenta de la importancia del suministro público. La mitad de los que viven allí no tienen cédula de habitabilidad”, apuntan. Preguntados por la situación de las 30 familias sin agua que denuncia la asociación vecinal, desde el ayuntamiento también niegan que sea cierto: “Lo que existe son cinco chalés que dependen de una empresa privada de agua agrícola. Ahí no podemos intervenir. Nosotros hemos garantizado el suministro de la red de forma gratuita para todo el mundo. Hemos ayudado a 5.000 familias”. Asimismo, declaran que desde el organismo local y por parte del gobierno de Mazón han destinado un total de 13 millones de euros para la reparación de espacios públicos y caminos: “Estamos esperando que el señor Sánchez nos pueda aportar algo. Vamos a pedir un préstamo”.
Manifiestan el desamparo que sufren por las instituciones locales y sostienen que están recogiendo firmas para tramitar una queja formal a la alcaldesa Amparo Folgado: "Hay 30 familias sin agua, algunas de ellas con bebés e hijos discapacitados que han tenido que buscarse otra vivienda"
Aunque la DANA sucediese el pasado 29 de octubre, los estragos de esta catástrofe natural no han hecho más que agravarse durante los meses posteriores tras la deriva institucional que han tomado los gobiernos locales y el Ejecutivo de Mazón para la gestión de los desperfectos en aquellas zonas donde la “normalidad” aún no es un escenario factible. Así es como se sienten en una urbanización situada en la periferia de Torrent, concretamente en el barrio de los diseminados, donde el suministro de agua es inexistente y las carreteras, devastadas, imposibilitan la libre circulación.
Rafa Gil y Yolanda Gallardo, vecinos y miembros de la junta directiva de la Asociación de Vecinos De Agost, denuncian que en esta zona de viviendas, que limita con Monserrat y Godelleta, conviven cerca de 3.000 residentes, de los cuales 30 familias aún no cuentan con acceso al agua. “Hay una persona con un bebé a cargo que se ha tenido que ir a casa de su prima a vivir. Y otra con dos hijos con discapacidad quien ha abandonado su casa”, aseveran.
Las quejas, trasladadas al ayuntamiento de la localidad en más de una ocasión, no se han materializado en ningún momento. Los dos representantes vecinales aseguran que siempre han tenido una “buena relación” con los miembros del equipo de gobierno de Amparo Folgado, alcaldesa de Torrent, pero que sus promesas de atenderlos cuanto antes nunca se han cumplido. “El concejal de urbanismo siempre se ha mostrado atento y nos ha confirmado que se iba a solucionar. La realidad es que los vecinos no vemos resultados”, concreta Gil. En este sentido, añade que nunca han visto a Folgado visitar esa zona.
En el pleno del pasado 9 de enero, varios vecinos salieron a denunciar las condiciones de abandono que viven en los diseminados. “Circulamos por caminos agrarios mal señalizados. Nos jugamos la vida todos los días. Pensamos que en 15 días iban a estar las mejoras. Queremos que se canalicen las acequias y que no desagüen en las propias carreteras, que acaban inundadas y nos impiden salir de casa. Queremos que el ayuntamiento siga peleándose con la CHJ por un caudalímetro para el barranco de l'Horteta. Los torrentinos somos los que votamos y ustedes tienen los medios para ponerlos en marcha”, expuso Helena Casas, presidenta de la asociación vecinal.
“Con un grupo de voluntariado en el mes de noviembre, nos organizamos para distribuir agua embotellada desde el Toll de l'Alberca. El ayuntamiento puso en marcha un camión cuba que subía a esta parte del pueblo para poder rellenar garrafas, pero en el mes de diciembre toda esa ayuda desapareció”, manifiestan. Ahora, desde la asociación están recogiendo firmas para presentar una queja formal ante el organismo municipal. En ella, solicitan que se actualice la red de canalización de agua; pavimentar las carreteras y comunicar los caminos; reinstaurar el servicio de recogida de basuras y contenedores cerca; recuperar la iluminación de los espacios comunes; más señalización para diferenciar los núcleos de la población; o aplicar “una solución definitiva” para los vados inundables sobre el barranc de l'Horteta. Además, también insisten en la mejora del servicio de buses; el diseño de un plan de sostenibilidad “para poner de valor el patrimonio natural” o la instalación de fibra óptica.
Fuentes del Ayuntamiento de Torrent desmienten la versión de los afectados y aseguran que los técnicos están trabajando en las infraestructuras dañadas para “volver a la normalidad cuanto antes”. Además, subrayan que el agua de esas urbanizaciones no depende del consistorio, sino de unos pozos privados: “Los residentes de esa zona no han reivindicado nunca el agua potable y ahora tras la desgracia se han dado cuenta de la importancia del suministro público. La mitad de los que viven allí no tienen cédula de habitabilidad”, apuntan.
Preguntados por la situación de las 30 familias sin agua que denuncia la asociación vecinal, desde el ayuntamiento también niegan que sea cierto: “Lo que existe son cinco chalés que dependen de una empresa privada de agua agrícola. Ahí no podemos intervenir. Nosotros hemos garantizado el suministro de la red de forma gratuita para todo el mundo. Hemos ayudado a 5.000 familias”. Asimismo, declaran que desde el organismo local y por parte del gobierno de Mazón han destinado un total de 13 millones de euros para la reparación de espacios públicos y caminos: “Estamos esperando que el señor Sánchez nos pueda aportar algo. Vamos a pedir un préstamo”.
En línea similar, las fuentes consultadas afirman que ya se han adjudicado las obras de reparación de las carreteras afectadas por parte del Consell Agrari del ayuntamiento y por la Conselleria de Medio Ambiente. “Ahora hay pocas máquinas, operarios y material, pero en los próximos días estarán operativos. Ya hay una parte en la que se ha empezado a trabajar. Se ha gestionado lo más rápido posible. No han pasado ni tres meses y de la noche a la mañana no puede estar todo arreglado”, recalca y agrega que siempre se han mantenido reuniones con los residentes de esa zona.
Los representantes vecinales de Agost Torrent sostienen que todo este caos ha generado un movimiento vecinal que comparte una misma preocupación y quieren que se les visibilice como al resto de la población del núcleo de Torrent: “Hay carreteras y caminos que siguen igual que el 29 de octubre. Muchos trabajamos fuera y nos es imposible circular. Se han hecho arreglos superficiales. Parece que la DANA solo ha pasado por el barrio del Xenillet. Queremos que también se nos atienda”, destacan.