Las mejores coctelerías madrileñas

La coctelería madrileña atraviesa una merecida edad dorada, algo que se refleja en la diversidad y creatividad de sus bares. Desde el aire sofisticado y experimental de Momus hasta la propuesta de sostenibilidad emocional de Angelita, cada local aporta su propio carácter y visión, elevando el nivel de los tragos en la capital. Seleccionamos algunas de las mejores propuestas para tomar un buen combinado durante Madrid Fusión.

Salmon Guru (Calle Echegaray, 21)
En pleno Barrio de Las Letras, Salmon Guru se ha ganado su lugar entre las mejores coctelerías del planeta. Tras su renovación, el local ofrece un espacio inmersivo inspirado en el entorno acuático de los salmones, con una barra rediseñada y una atmósfera moderna. Diego Cabrera, su fundador, sigue sorprendiendo con una carta creativa, donde destacan cócteles como el alpine stella o la reinterpretación de la popular paloma. Además, el toque ecléctico del lugar se refuerza con la inclusión de un rincón dedicado a cómics manga, haciendo de cada visita una experiencia que no defrauda.

Planta Baja (Calle del Marqués del Duero, 8)
Ubicada en una tranquila calle cerca de la Puerta de Alcalá, Planta Baja destaca por ser un refugio para amantes de los cócteles y la buena música. Este proyecto de Kevo Jacoby, en colaboración con el chef Juan D’Onofrio, fusiona una estética industrial con detalles personales, creando un ambiente acogedor y diferente. Su carta, que incluye cócteles innovadores como el melón vino y la paloma porteña, refleja la creatividad y experiencia del potente equipo de barrenderos que le acompañan, todo a precios extremadamente accesibles para el Madrid que tenemos en la actualidad. Un apacible lugar donde se va a disfrutar, beber bien y relajarse, ya sea por la tarde o en eventos nocturnos.

Savas (Calle de la Sombrerería, 3)
En el cada vez más cambiado barrio de Lavapiés, Savas ha logrado convertirse en la coctelería de referencia entre los bebedores madrileños más inquietos. Sin perder su esencia de barrio. Gintas y Dovi, los dueños, han sabido mantener un equilibrio perfecto entre calidad y precio en un ambiente cercano y sin pretensiones. Sus cócteles sours son famosos, como el smoky sour con sirope de té lapsang souchong, además del negroni nórdico, que sustituye la ginebra por aquavit. Con su esencia desenfadada y una selección de tragos que sorprende por sus matices, Savas es el mejor espacio para reimaginar los clásicos del futuro próximo.

Santos y Desamparados (Costanilla de los Desamparados, 4)
Santos y Desamparados es una coctelería única en el barrio de Las Letras que combina una estética oscura con cócteles llenos de creatividad. Alberto Villarroel ha sido capaz de dar vida a un local diferente, donde la música rock y una decoración repleta de calaveras y vírgenes consiguen que nos sintamos cómodos. Los cócteles aquí se mueven entre lo clásico y lo moderno, como su negroni con ginebra infusionada en chocolate o el dragón amarillo, una mezcla exótica con tequila y ají amarillo. Un rincón único, envuelto en un halo especial, que permite disfrutar de buena música y tragos para el recuerdo.

1862 Dry Bar (Calle del Pez, 27)
1862 Dry Bar, pionero en la inquieta Malasaña, es el templo que todos los amantes de los cócteles clásicos y de autor quisiera tener en su ciudad. Este bar, que abrió en 2012, se ha convertido en un referente mundial, entrando en la lista de los 100 mejores bares del mundo. Alberto Martínez, su fundador, apostó por un ambiente elegante y acogedor donde se sirven cócteles como el icónico manhattan y la penúltima, con ingredientes como ginebra de Mahón y licor de higo. Con su toque sofisticado y su cuidado menú, 1862 Dry Bar ya es un lugar imprescindible.

Harvey’s (Calle de San Lorenzo, 5). El bar de Edu Gutiérrez ha renacido en la calle San Lorenzo tras una mudanza forzosa desde su icónica ubicación en Fuencarral. La gentrificación empujó a Edu a encontrar un nuevo espacio y lo hizo sobre los restos del antiguo Lady Pepa, manteniendo el espíritu de Harvey’s intacto. El nuevo local, con su barra de madera, cortinas de terciopelo rojo y detalles dorados, conserva su estética americana. Su carta ofrece cócteles clásicos y atrevidos, como el luna park Nº2 y el chilidrin, junto a platos como hamburguesas y alitas, todo acompañado de una cuidada banda sonora de inspiración americana.

Angelita (Calle Reina, 4)

Angelita, a escasos metros de la Gran Vía, en la calle Reina, es un bar  innovador que ha redefinido la coctelería sostenible en Madrid. Bajo la dirección de los hermanos Villalón, Angelita se distingue por su interés en los ingredientes locales y técnicas artesanales, como fermentados y licores caseros. Su impresionante carta incluye cócteles deliciosos, como combinaciones de mezcal con pimientos de Padrón, o un licor de rúcula con vino elaborado con uva godello. Aquí no hay fruta fresca; en su lugar, se usan esencias extraídas de pieles y plantas. Esta apuesta por la sostenibilidad y el vínculo emocional con los ingredientes ha sido premiada como la mejor coctelería de España.

Momus (Calle San Bartolomé, 8)

En el barrio de Chueca, Momus se ha erigido como una de las coctelerías más respetadas de Madrid, consiguiendo su lugar entre los 100 mejores bares del mundo en apenas dos años. Este espacio, dirigido por Alberto Fernández, no es un bar común: aquí los cócteles son experiencias que juegan con nuestros sentidos. Su última carta, Growing, invita al cliente a elegir su bebida a través de imágenes en lugar de ingredientes. Entre sus creaciones, el Alebrije, con tequila y mezcal, y el Topolino, con pisco y helado de té matcha, son dos genialidades a medio camino entre el arte líquido y el gastronómico.

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