La preciosa y poco visitada ciudad de Portugal donde fue coronado el primer rey de país
La localidad cuenta con un amplio patrimonio arquitectónico, marcado por su castillo y una iglesia con una impresionante escalinata.
Portugal es un país de contrastes, de amplia cultura y paisajes de ensueño. Las ciudades de Lisboa y Oporto son las que atraen a más turistas, pero haciendo una ruta por todo el territorio luso podrás descubrir infinidad de rincones que pasan más desapercibidos pero que enamoran por completo a todos los visitantes.
Un ejemplo perfecto es la localidad de Lamego, una ciudad con carácter, con una arquitectura única y un legado histórico que ha marcado la identidad del país. Ubicada cerca del Duero, en el distrito de Viseo, es perfecta para hacer una escapada de un día desde Oporto.
La historia de Lamego
Los orígenes de la ciudad de Lamego se remontan a la época de los romanos, cuando fue bautizada como Lamecum. Los visigodos le dieron gran importancia al convertirla en sede del obispado; sin embargo, su época de esplendor llegó en el siglo XVIII, cuando aquí se producía un vino de gran calidad.
Tras la dominación musulmana, en 1057 fue reconquistada por Fernando Magno de Castilla, bisabuelo de Afonso Henriques, el primer rey de Portugal, quien sería coronado aquí mismo. Testigo de esos tiempos medievales es el castillo que vigila la ciudad desde lo alto. El recinto está formado por una gran torre frente y un recinto amurallado con dos puertas de acceso: la Puerta de los Fuegos y la Puerta del Sol.
Qué más visitar en la ciudad
Además de la fortaleza, merece la pena visitar la catedral que empezó a construirse en 1159 sobre una antigua capilla dedicada a San Sebastián. En estilo románico queda la torre monumental junto a la fachada principal, con una gran belleza y bajo los cánones manuelinos. En la Edad Moderna se añadió el claustro manierista y una nueva capilla mayor barroca.
Por otro lado, también merece la pena visitar la Iglesia del Convento de Santa Cruz, con sus dos torres campanario, azulejos tradicionales y preciosas capillas con decoraciones de oro, destacando la de la Sagrada Familia. Otro punto imprescindible es el palacio del siglo XVIII que fue la sede de los obispos de Lamego y ahora acoge el museo de la ciudad.
Pero el monumento que se lleva más fotografías de los turistas no es otro que el majestuoso santuario barroco de Nuestra Señora de los Remedios ubicado a 600 metros de altura sobre el monte de Santo Estêvão. Hasta él llegaremos por unas impresionantes escaleras con 686 peldaños que cada año suben cientos de peregrinos, sobre todo el 8 de septiembre, el día de la Natividad de la Virgen.
Cómo llegar a Lamego
El trayecto en coche desde la ciudad de Oporto hasta Lamego es de aproximadamente 1 hora y 30 minutos por la A4.
