La marmota Feijóo predice que la legislatura será larga

Vista la torpeza de la derecha, yo ya me creo hasta que el gobierno saca los presupuestos con el voto a favor del PP, diciendo que lo hace para no seguirle el juego al gobierno y no votar lo que Sánchez espera que vote, o algo así Asomó la marmota, vio su sombra, dio marcha atrás, se volvió a dormir y quedó así hecha la predicción: la legislatura será larga, le quedan años todavía. No, no hablo de la famosa y cinematográfica marmota Phil, que este domingo salió de su madriguera en Punxsutawney siguiendo la tradición, y predijo seis semanas más de invierno. Me refiero a nuestra marmota política, Núñez Feijóo, que esta semana se tropezó con su propia sombra y acabó en el suelo, y además una caída ridícula de las que te levantas mirando alrededor por si te ha visto alguien. Hace solo una semana, la marmota Feijóo se las prometía muy felices: toda la prensa amiga vaticinaba con entusiasmo que la legislatura tenía los días contados, la derrota del gobierno con el decreto ómnibus era un golpe mortal de necesidad, en cualquier momento se anunciaría el adelanto electoral. Ese es nuestro “día de la marmota” (a la manera de la genial película de Harold Ramis), en el que la derecha lleva instalada desde hace años, y muy especialmente desde las últimas elecciones: cada día es el mismo día, con el gobierno acabado; hasta que el despertador suena al día siguiente con la vieja canción repetida, y descubren que vuelve a ser el mismo día. Pero nuestra marmota no escarmienta, y se creyó que esta vez era la buena: salió esperando ver un día políticamente radiante, por fin la primavera a la vista. Lo que pasó después ya lo saben: el gobierno renegoció con Junts sin perder al resto de socios, amarró todo lo sustancial del primer decreto, y cogió al PP con el pie cambiado, pisándose la sombra y los cordones, y diciendo al final que ahora votarían sí, aunque fuese prácticamente lo mismo que unos días antes rechazaban, palacete incluido. El revolcón de la marmota ha sido tal, que hasta se han oído voces en la derecha insinuando que todo fue desde el principio una trampa de Sánchez y Puigdemont: un primer decreto para que picase el anzuelo el PP, y luego rematarlo con un segundo decreto que lo dejase colgado de la brocha. Teoría de la conspiración, genialidad política, el cerebro del mal, o la explicación más simple, que por la navaja de Ockham suele ser la más probable: que el PP jugó con torpeza sus cartas, que le pueden las ganas, que se cree su propio discurso de tanto repetirlo, y que no tiene plan B más allá de esperar a que el gobierno caiga. Y no cae. No solo no cae, sino que se viene arriba y apunta a los presupuestos, que de aprobarse garantizarían la legislatura y dejarían a la marmota grogui del todo. Vistos los precedentes, yo apostaría a que saca los presupuestos. Que los saca como de costumbre, sí, con retraso, a tirones, en segundo o tercer intento, al límite del plazo, tras negociaciones maratonianas y cuando todos los dan por perdidos, pero los saca. Y vista la torpeza de la marmota, yo ya me creo hasta que saca los presupuestos con el voto a favor del PP, diciendo que lo hace para no seguirle el juego al gobierno y no votar lo que Sánchez espera que vote, o algo así. Si eso ocurre, la legislatura se le va a hacer muy, muy larga a la marmota Feijóo. Y le costará más salir de la cueva, por miedo a los depredadores: coyotes, zorros, águilas, halcones, y alguna otra fiera que ahora no recuerdo.

Feb 3, 2025 - 08:32
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La marmota Feijóo predice que la legislatura será larga

La marmota Feijóo predice que la legislatura será larga

Vista la torpeza de la derecha, yo ya me creo hasta que el gobierno saca los presupuestos con el voto a favor del PP, diciendo que lo hace para no seguirle el juego al gobierno y no votar lo que Sánchez espera que vote, o algo así

Asomó la marmota, vio su sombra, dio marcha atrás, se volvió a dormir y quedó así hecha la predicción: la legislatura será larga, le quedan años todavía. No, no hablo de la famosa y cinematográfica marmota Phil, que este domingo salió de su madriguera en Punxsutawney siguiendo la tradición, y predijo seis semanas más de invierno. Me refiero a nuestra marmota política, Núñez Feijóo, que esta semana se tropezó con su propia sombra y acabó en el suelo, y además una caída ridícula de las que te levantas mirando alrededor por si te ha visto alguien.

Hace solo una semana, la marmota Feijóo se las prometía muy felices: toda la prensa amiga vaticinaba con entusiasmo que la legislatura tenía los días contados, la derrota del gobierno con el decreto ómnibus era un golpe mortal de necesidad, en cualquier momento se anunciaría el adelanto electoral. Ese es nuestro “día de la marmota” (a la manera de la genial película de Harold Ramis), en el que la derecha lleva instalada desde hace años, y muy especialmente desde las últimas elecciones: cada día es el mismo día, con el gobierno acabado; hasta que el despertador suena al día siguiente con la vieja canción repetida, y descubren que vuelve a ser el mismo día.

Pero nuestra marmota no escarmienta, y se creyó que esta vez era la buena: salió esperando ver un día políticamente radiante, por fin la primavera a la vista. Lo que pasó después ya lo saben: el gobierno renegoció con Junts sin perder al resto de socios, amarró todo lo sustancial del primer decreto, y cogió al PP con el pie cambiado, pisándose la sombra y los cordones, y diciendo al final que ahora votarían sí, aunque fuese prácticamente lo mismo que unos días antes rechazaban, palacete incluido.

El revolcón de la marmota ha sido tal, que hasta se han oído voces en la derecha insinuando que todo fue desde el principio una trampa de Sánchez y Puigdemont: un primer decreto para que picase el anzuelo el PP, y luego rematarlo con un segundo decreto que lo dejase colgado de la brocha. Teoría de la conspiración, genialidad política, el cerebro del mal, o la explicación más simple, que por la navaja de Ockham suele ser la más probable: que el PP jugó con torpeza sus cartas, que le pueden las ganas, que se cree su propio discurso de tanto repetirlo, y que no tiene plan B más allá de esperar a que el gobierno caiga. Y no cae.

No solo no cae, sino que se viene arriba y apunta a los presupuestos, que de aprobarse garantizarían la legislatura y dejarían a la marmota grogui del todo. Vistos los precedentes, yo apostaría a que saca los presupuestos. Que los saca como de costumbre, sí, con retraso, a tirones, en segundo o tercer intento, al límite del plazo, tras negociaciones maratonianas y cuando todos los dan por perdidos, pero los saca. Y vista la torpeza de la marmota, yo ya me creo hasta que saca los presupuestos con el voto a favor del PP, diciendo que lo hace para no seguirle el juego al gobierno y no votar lo que Sánchez espera que vote, o algo así.

Si eso ocurre, la legislatura se le va a hacer muy, muy larga a la marmota Feijóo. Y le costará más salir de la cueva, por miedo a los depredadores: coyotes, zorros, águilas, halcones, y alguna otra fiera que ahora no recuerdo.

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