Cómo hacer un fungicida casero para tus plantas
Por exceso de humedad y altas temperaturas, los hongos pueden aparecer en tus plantas. Estos se manifiestan con manchas, decoloración e incluso deformación de las hojas. Es importante abordar ese problema para evitar que afecte el crecimiento de tus especies e incluso pueda propagarse por todo el jardín. Afortunadamente, en casa y con pocos ingredientes puedes […] The post Cómo hacer un fungicida casero para tus plantas appeared first on Mejor con Salud.
Por exceso de humedad y altas temperaturas, los hongos pueden aparecer en tus plantas. Estos se manifiestan con manchas, decoloración e incluso deformación de las hojas. Es importante abordar ese problema para evitar que afecte el crecimiento de tus especies e incluso pueda propagarse por todo el jardín. Afortunadamente, en casa y con pocos ingredientes puedes preparar un fungicida muy efectivo.
Con algunos productos como el bicarbonato, la leche, el vinagre y el ajo tienes buenas y económicas soluciones para matar los hongos y, al mismo tiempo, aportar una serie de beneficios adicionales a tus plantas que le ayudarán a mantenerse saludables y hermosas. También, tienes la manzanilla que puedes emplear con fines preventivos.
1. Bicarbonato de sodio con leche
El bicarbonato de sodio es un fungicida natural que se usa ampliamente en la jardinería porque, gracias a su composición alcalina, dificulta que las esporas de los hongos puedan prosperar. Además, como los hongos se desarrollan en ambientes más ácidos y húmedos, aplicar bicarbonato en las zonas afectadas de la planta permite deshidratarlas y con eso eliminar los patógenos que están dañando a tus plantas.
Por otro lado, la leche contiene ácido láctico que actúa como un antimicrobiano que cambia el pH de la planta; mientras aporta nutrientes como el calcio que ayudan a fortalecerla. También, crea una capa protectora que dificulta la adherencia del hongo a las hojas, flores y tallo.
Otro beneficio de este fungicida es que puede alejar a los insectos y puede usarse de manera regular para prevenir enfermedades. Te aconsejamos aplicarlo en horas del atardecer o la noche y luego de la lluvia o el riego.
Ingredientes y materiales
- 1 cucharada
- 200 mililitros de leche
- 1 litro de agua
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Coloca en un pulverizador una cucharada de bicarbonato de sodio, 200 mililitros de leche y un litro de agua.
- Agita muy bien.
- Rocía hasta cubrir por completo las zonas donde hay hongos en tu planta.
- Repite una vez a la semana hasta la desaparición de las manchas.
- Aplica cada 15 días a modo preventivo.
2. Bicarbonato de sodio y jabón neutro
Al efecto fungicida del bicarbonato de sodio se le puede sumar la capacidad del jabón neutro de repeler insectos indeseados y ácaros. Asimismo, se puede utilizar para limpiar la suciedad acumulada en la planta y eso ayudará a que pueda sanar más pronto. El tratamiento con este fungicida natural es mejor aplicarlo temprano en la mañana o en la noche, para evitar que el sol queme la planta.
Ingredientes y materiales
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- 1 cucharada de jabón neutro
- 1 litro de agua
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Mezcla una cucharada de bicarbonato y una de jabón neutro líquido en un litro de agua.
- Usa un pulverizador para rociar la planta, cubre las hojas por arriba y por abajo. Presta atención a los tallos y flores.
- Puedes aplicar en el suelo, si crees que el hongo ha afectado el sustrato y las raíces.
- Rocía de manera regular hasta observar resultados.
Puede que este fungicida no actúe tan rápido como el anterior, por lo que deberás tener un poco de paciencia. También, en caso de no tener todos los ingredientes, puedes emplear solo el bicarbonato con agua, ya que este resulta efectivo para los hongos comunes como la roya, la mancha negra y el oídio.
Te puede interesar: 3 trucos efectivos para mantener tus plantas de interior libres de hongos
3. Fungicida casero de vinagre
El vinagre es un gran recurso para cuidar de tu jardín, ya que puede regular el pH en el suelo y así impedir el crecimiento de hongos. Asimismo, eleva las defensas de las plantas; a su vez, es bactericida y repelente, por lo que puede usarse para alejar plagas.
Al aplicarlo, puedes neutralizar el exceso de cal en el agua y favorecer la germinación de las semillas. También, es muy útil para desinfectar tus recipientes y las herramientas de jardinería al tratar con plantas enfermas.
Ingredientes y materiales
- 1 cucharada de vinagre
- 1 litro de agua
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Diluye una cucharada de vinagre en un litro de agua.
- Pulveriza sobre la planta infectada y también en el suelo, cada tres días.
- Para prevenir los hongos puedes rociar cada dos semanas.
- Aplica por la tarde o por la noche.
4. Ajo
Debido a sus propiedades fungicidas y bactericidas, el ajo resulta es un tratamiento curativo eficaz para las plantas con hongos. Además, es un insecticida contra gusanos, la mosca blanca, los pulgones y la araña roja.
Ingredientes y materiales
- 100 gramos de ajo
- 1 litro de agua
- 1 cazo
- 1 mortero
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Machaca 100 gramos de ajo.
- Introdúcelos en un cazo con un litro de agua y deja macerar por 24 horas.
- Cocina por unos 15 minutos y al enfriar cuela.
- Coloca el líquido en un pulverizador para rociar tus plantas.
- Si ya la planta está infectada, aplica todos los días. Cada 15 días para prevenir la aparición de hongos.
5. Purín de ortiga
Este es un fungicida, insecticida y un fertilizante natural que se obtiene a partir de la fermentación de las hojas de ortiga. Estas contienen nitrógeno y silicio que estimulan un crecimiento y el desarrollo de plantas más resistentes y fuertes, por ende, menos propensas a los hongos.
La fermentación de las hojas es una opción, si tienes experiencia en este proceso. Otra opción más cómoda y sencilla es comprar el purín en tiendas especializadas de jardinería o agricultura.
Ingredientes y materiales
- 15 a 30 mililitros de purín de ortiga
- 1 litro de agua
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Diluye 15 a 30 mililitros de purín de ortiga en un litro de agua. Para el suelo la dosificación es de 50 mililitros por cada litro de agua de riego.
- Llena un pulverizador con la mezcla.
- Rocía las plantas afectadas cada 10 o 15 días.
6. Cola de caballo
Las hojas de cola de caballo se usan con frecuencia para preparar fungicidas caseros, porque contienen una saponina tóxica para los hongos, la equisetonina. Además, al aplicarlos en las plantas ayuda al engrosamiento de las mismas, haciéndolas más resistentes y fuertes.
Ingredientes y materiales
- Un manojo de hojas de cola de caballo
- 1750 mililitros de agua
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Coloca en un recipiente un manojo de hojas de cola de caballo y un litro de agua.
- Deja reposar por 12 horas.
- Luego, cocina el agua con las hojas por 10 a 15 minutos.
- Cuela cuando enfríe.
- Toma una taza del líquido de cola de caballo y dilúyelo en tres tazas de agua. Después, vierte en un pulverizador.
- Para curar a una planta infectada, rocía cada dos días; cada dos semanas, como preventivo.
El sobrante de la mezcla concentrada de cola de caballo la puedes guardar en el refrigerador por máximo dos meses, pasado ese tiempo comenzará a perder sus propiedades.
7. Clavo de olor
El clavo posee propiedades antimicóticas gracias a que contiene un compuesto llamado eugenol, este resulta muy eficaz para eliminar los hongos. También, puede usarse como repelente de pulgones y otras plagas, así como para remojar las semillas antes de plantarlas a fin de prevenir enfermedades.
Sin embargo, debe usarse con precaución, porque en exceso puede alterar los nutrientes en el suelo y estresar a las plantas, decolorándolas.
Ingredientes y materiales
- 3 a 5 clavos de olor
- 1 olla
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Pon a hervir en tres a cinco clavos de olor a fuego lento por 15 minutos.
- Deja enfriar para luego colar
- Vierte el líquido en un pulverizador y rociar las plantas afectadas por el hongo. En el suelo puedes aplicar para repeler insectos.
Como no todas las plantas reaccionan igual al clavo de olor, se recomienda más para tratar o evitar el hongo en tomates, plantas de interior y de hierbas, que están en condiciones de mucha humedad, al igual que en pepinos y fresas. Asimismo, para cicatrizar los cortes y heridas que suelen darse durante la poda o el trasplante de rosas y orquídeas.
8. Manzanilla
El fungicida de manzanilla es un recurso preventivo de plagas y enfermedades. Su uso en plantas ayuda a mejorar la composición microbiana en el sustrato, lo que hace que las matas absorban mejor los nutrientes, se desarrollen más sanas y, por ende, más resistentes a los insectos y a los hongos.
La manzanilla actúa como un antiséptico y nematicida, es decir, controla la población de gusanos que perjudican las raíces. También, puedes emplearla en semilleros para prevenir el hongo en las plantas más tiernas.
Ingredientes y materiales
- 1 o 2 bolsas de té de manzanilla
- 1 litro de agua
- 1 pulverizador
Procedimiento
- Infusiona una o dos bolsas de té de manzanilla en un litro de agua.
- Deja reposar por 24 horas para que la mezcla se concentre más.
- Luego llena el pulverizador y rocía las plantas, durante la tarde o la noche.
- Usa la infusión por dos días seguidos y luego cada dos o tres semanas.
Medidas preventivas contra los hongos
Curar tus plantas es posible con los fungicidas descritos, pero es necesario que, en conjunto, pongas en práctica algunas medidas que dificultan que los hongos proliferen:
- Controla la humedad: tanto en el ambiente como en el sustrato, pues cuando hay exceso de agua en tus plantas se crea un ambiente propicio para que se enfermen.
- Verifica que las macetas tengan un buen drenaje y no exageres con el riego: puedes optar por un sistema de autoriego para que cada planta reciba la cantidad de agua óptima.
- Incorpora en el sustrato fibra de coco o humus de lombriz: así puedes garantizar que el agua no se quede estancada. También, puedes abrir pequeños huecos en la tierra para airearla.
- Aplica fungicidas de modo frecuente en las temporadas de más calor y humedad: como las estaciones de primavera y verano.
- Desinfecta las herramientas de jardín: de esta manera evitarás la propagación de hongos a otras plantas, en caso de que alguna este infectada.
- Garantiza una adecuada iluminación: coloca las plantas de interior en zonas donde reciban suficiente luz solar.
- Revisa con regularidad tus plantas: en especial el envés, pues ahí suelen aparecer las primeras señales de hongo.
Elige productos naturales para cuidar tu jardín
Los fungicidas caseros y naturales son las alternativas más recomendadas. Además de ser efectivos para eliminar y remover las lesiones de hongos, pueden mejorar el desarrollo de las plantas y hacerlas más fuertes a patógenos y condiciones ambientales adversas.
Otro beneficio de estos fungicidas es que no son tóxicos para tu jardín y por ello pueden usarse a largo plazo como un recurso para que todas tus matas se mantengan hermosas y saludables. Y, si lo deseas, puedes combinar algunos de ellos como el purín de ortiga, la cola de caballo y la manzanilla para dar a tus plantas nutrientes adicionales.
The post Cómo hacer un fungicida casero para tus plantas appeared first on Mejor con Salud.