El turismo transforma el comercio del centro con el doble de bares y menos tiendas tradicionales

El incremento del turismo en las grandes ciudades españolas, que está generando en los últimos años problemas con los vecinos, ha impactado también en...

Feb 3, 2025 - 08:31
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El turismo transforma el comercio del centro con el doble de bares y menos tiendas tradicionales

El incremento del turismo en las grandes ciudades españolas, que está generando en los últimos años problemas con los vecinos, ha impactado también en el tejido comercial de los centros históricos, como el de Sevilla, que es de los más grandes de Europa, donde ha crecido exponencialmente el número de negocios enfocados a los visitantes, mientras que han disminuido los más tradicionales orientados a los residentes. Dicho de otra forma, hay mucho más bares y hoteles y menos mercerías y ferreterías.

Así lo revela un estudio realizado por varios profesores de la Universidad de Sevilla del Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional y del de Geografía Humana, que cifra en unos 62.000 los establecimientos de la capital y, aunque ni el sector ni el Ayuntamiento cuentan con un censo oficial, calculan que en el centro hay alrededor de 13.000, una cifra que apenas ha variado en las últimas dos décadas, según los investigadores, que observan, en cambio, una transformación de los comercios que han denominado como "turistificación comercial".

Según este informe, que ha analizado la evolución de 2008 a 2023 de casi 600 locales de importantes calles comerciales del casco antiguo, como Reyes Católicos, Campana, Duque y Feria, los bares y hoteles son los negocios que más han crecido. En el caso de la hostelería "se han duplicado", pasando de representar el 16 al 32% en quince años.

Así lo explica a 20Minutos la investigadora Andrea Ruiz Romera, que también señala que los alojamientos han pasado del 1% al 4% en las vías analizadas, teniendo en cuenta solo hoteles y edificios de apartamentos, pero no viviendas turísticas, cuya expansión podría ser aún más significativa, al ser el centro una zona muy tensionada, incide. También se han duplicado las peluquerías y los locales de belleza, especialmente los del tipo barbers, manicura y pedicura "debido a las nuevas tendencias en el cuidado capilar", sostiene Andrea Ruiz.

Por el contrario, otro tipo de comercios tradicionales, que han sido seña de la ciudad durante muchos años, han disminuido drásticamente en el centro, como las floristerías, papelerías y librerías, entre otros, que han pasado del 24 al 14%; también se han reducido, aunque en menor medida, las tiendas de ropa y calzado; las de uso doméstico, como ferreterías, tiendas de muebles o de pintura; o los centros sanitarios (dentistas, farmacias…).

Además, solo uno de cada tres locales ha permanecido casi intacto en el periodo analizado. El resto han cambiado de sector, fundamentalmente al hostelero, o han "mutado" dentro de su misma categoría, pasando de tiendas de ropa a boutiques o de bar de tapas a gastrobar, y algunos bazares se han adaptado incorporando la venta de souvenirs, detalla a este medio la investigadora.

Estos son los factores del cambio

Una evolución del comercio que, según el estudio, obedece al turismo y a otros factores, como el comercio electrónico; la proliferación de grandes superficies; la subida de los alquileres; la falta de relevo generacional; y el papel de la población local y metropolitana que, en busca de experiencias, se convierte en turista en su ciudad. A lo que habría que sumar la peatonalización, que transforma estas calles en turísticas, atrayendo a negocios de alojamiento y restauración.

Las consecuencias de todo ello son claras. La investigación alerta de que esta "simplificación comercial" convierte al centro en un "parque temático: alojamiento, restauración y entretenimiento" y "más en un espacio para visitar que para vivir", provocando la despoblación del casco antiguo que, precisamente, perdió casi 3.500 residentes de 2012 a 2024, según los últimos datos del padrón municipal.

Además, según Ruiz, otra consecuencia de este fenómeno es la "pérdida de identidad" de los barrios, "homogeneizándose" entre sí las diferentes ciudades con tiendas similares que, también dentro de la propia ciudad, guardan "la misma estética", usan "las mismas palabras en inglés" y/o están orientadas a un "público con mayor poder adquisitivo". Todo ello es "perjudicial" no solo para los vecinos, sino también para el turista, que "busca sorprenderse con negocios inéditos", comenta la investigadora, lamentando que la tendencia parece que va a continuar.

La cara y cruz del problema

Desde la Federación de Comerciantes 'Al Centro' admiten a 20Minutos las dos caras de la moneda del turismo. Por un lado, al "influir mucho en las ventas supone una oportunidad para los empresarios", que "se están adaptando"; pero por otro, "está atrayendo a grandes cadenas y franquicias", que son una "gran competencia", lo que provoca que "cada vez sea menor el pequeño comercio". Además, coincidiendo con la US, alertan sobre la "pérdida de identidad" de los centros históricos, advirtiendo que el de Sevilla "está perdiendo esa singularidad que le caracteriza", ante lo que abogan por que las administraciones "apoyen y protejan" a estos pequeños negocios.

A este respecto, desde 'Al Centro' indican que Sevilla cuenta en la actualidad con unos 130 comercios tradicionales (con más de 40 años), incluyendo los 39 emblemáticos reconocidos como tal por el Ayuntamiento. "Apenas han disminuido" en los últimos años gracias a que "tienen una clientela fija", pero lo que sí "se ha reducido mucho" son los 2.000 pequeños comercios (sin tener en cuenta hostelería ni alojamientos) que había en el casco antiguo antes de la pandemia, una tendencia que desde la US consideran que va a proseguir.

Los vecinos, afectados por los cambios

Así lo constatan los propios vecinos del centro, que aseguran que "se están perdiendo las tiendas tradicionales" y que los bajos comerciales "se están convirtiendo también en apartamentos turísticos". "Casi todo está enfocado al turismo y es tremendo el cambio tan rápido que está viviendo el casco antiguo", sostiene. En Santa Cruz "hay que salir del barrio para comprar comida", comenta la presidenta de la asociación de vecinos de la zona, María José del Rey, que señala además que "los supermercados del entorno están siempre llenos de turistas".

Los residentes "también echan en falta mercerías, perfumerías y droguerías, entre otros servicios básicos", sostiene la presidenta de la asociación Plaza de Armas, Lola Dávila, que asegura que "si antes había cuatro o cinco tiendas y un bar, ahora es al contrario". Las calles “están llenas", pero "cada vez hay menos vecinos" y "la tradición de nuestros comercios y nuestra forma de vida va cambiando", lamenta.

La resistencia de Casa Moreno

Uno de estos comercios que han conseguido resistir al paso del tiempo es la emblemática Casa Moreno, una abacería situada en la calle Gamazo de los años cuarenta que actualmente regenta la tercera generación, los hermanos Francisco Javier y Marta Moreno, manteniendo intacta su esencia. De hecho, "la barra sigue siendo la misma que tenía mi abuelo", destaca Francisco, que incide en que "no hemos cambiado casi nada" y "queremos que siga siendo así", pero "cuesta trabajo".

Si en el pasado la tienda era el punto fuerte del negocio, el bar ha ido cobrando mayor peso, y se forman incluso colas para entrar. Y es que en este local tan señero se pueden degustar y adquirir conservas gourmets, distintas chacinas ibéricas y dulces típicos, y también se pueden comprar legumbres a granel. Aquí los clientes de toda la viva conviven con los nacionales y extranjeros, pero "la carta solo está en español", comenta.

"Acuden muchos turistas que vienen buscando la tradición", aunque "vivimos del sevillano de toda la vida", pero "no le podemos cerrar las puertas al turismo, porque si no probablemente este negocio se vaya muriendo". Según Francisco, las grandes superficies y supermercados urbanos han hecho mella en la clientela antigua que venía a la tienda, ya que ahora "se quedan en sus barrios" y también les ha afectado el descenso de la población del centro.

Dodici, un ejemplo de modernización

Por otro lado, también han surgido nuevos establecimientos enfocados específicamente a los turistas. Un ejemplo de ello es Dodici, un local de brunch inaugurado hace un año y medio por los hermanos Aldo y Ángelo Philipa en la calle Alfonso XII. La familia, con experiencia en la hostelería en varios países, decidió instalarse en Sevilla por ser "un buen punto de venta por su aforo turístico, que es su mayor consumidor". "Vienen muchos americanos, alemanes, franceses e italianos", y también están recibiendo a españoles, atraídos por "la moda del brunch".

"Es una tendencia que va a continuar", augura este joven empresario, porque los extranjeros "están acostumbrados a consumir este tipo de desayuno contundente". Se refiere así a los bowls y bagels rellenos de huevos revueltos con bacon o aguacate que se pueden consumir aquí, además de tostadas tradicionales. En concreto, sus propietarios eligieron este modelo de empresa por su "buen horario", de 8.00 a 16.00 horas, explica Aldo, que afirma que, tras el éxito que han tenido, quieren "expandirse a otras zonas de la ciudad, ya que donde vayas hay turismo y mucha gente", concluye.

Impulso del Ayuntamiento al comercio local

El Ayuntamiento, por su parte, está intentando contrarrestar esta tendencia con medidas para favorecer el comercio local y minorista. Una de las acciones más destacadas es el 'Bono Sevilla', en la que ha invertido más de un millón de euros en las dos últimas ediciones de otoño y Navidad y los presupuestos de 2025 contemplan más de 1,2 millones de euros para esta iniciativa.

Además, el gobierno municipal destinará este año 190.000 euros a empresas sevillanas, 60.000 euros a establecimientos emblemáticos y va a invertir otros 340.000 euros en asociaciones, federaciones y confederaciones para la dinamización del comercio local. También se han promovido ayudas a los comercios afectados por las obras urbanísticas y se ha fomentado la digitalización de las pequeñas empresas.