De las buenas maneras de Manuel Domínguez a la excelencia de Garcigrande y Macandro
Fue el nombre de Manuel Domínguez la gran sorpresa de esta novillada inaugural de las fiestas de San Sebastián, y de la temporada taurina nacional. A última hora de la tarde, cuando la luz natural (y única) prácticamente se había fugado y tras la desventura de un primer novillo lastimado que tuvieron que devolver a los corrales, este joven novillero de Mairena del Alcor, de dieciséis años y diminuta estatura, despertó la ilusión de unos tendidos que veían en él un estilo especial pese a su lógica falta de oficio y las exigencias del ofensivo y encastado novillo del maestro Espartaco. Fue la faena menos técnica de la tarde, y quizás por eso la más esperanzadora por cuanto se intuye en esta joven promesa que paseó las dos orejas y el rabo. También había logrado los máximos trofeos un novillero de la escuela de Madrid llamado Rafael de la Cueva que tiene un marcado sentido del temple y que se encontró con un extraordinario novillo de Justo Hernández ., cuya bravura, entrega y talento le valieron el trofeo al mejor eral de este concurso de ganaderías en el que también destacó otro excelente animal de Antonio Rubio 'Macandro' que también mereció una vuelta al ruedo. Se elevó por tanto el nivel del espectáculo con respecto a ediciones pasadas, destacando el acierto de la organización a la hora de reseñar el ganado para una cita tan especial. No se fueron de manos vacías El Gali, Alejandro González, Diego Mateos y Vicente Sánchez , todos ellos con sendas dos orejas.
Fue el nombre de Manuel Domínguez la gran sorpresa de esta novillada inaugural de las fiestas de San Sebastián, y de la temporada taurina nacional. A última hora de la tarde, cuando la luz natural (y única) prácticamente se había fugado y tras la desventura de un primer novillo lastimado que tuvieron que devolver a los corrales, este joven novillero de Mairena del Alcor, de dieciséis años y diminuta estatura, despertó la ilusión de unos tendidos que veían en él un estilo especial pese a su lógica falta de oficio y las exigencias del ofensivo y encastado novillo del maestro Espartaco. Fue la faena menos técnica de la tarde, y quizás por eso la más esperanzadora por cuanto se intuye en esta joven promesa que paseó las dos orejas y el rabo. También había logrado los máximos trofeos un novillero de la escuela de Madrid llamado Rafael de la Cueva que tiene un marcado sentido del temple y que se encontró con un extraordinario novillo de Justo Hernández ., cuya bravura, entrega y talento le valieron el trofeo al mejor eral de este concurso de ganaderías en el que también destacó otro excelente animal de Antonio Rubio 'Macandro' que también mereció una vuelta al ruedo. Se elevó por tanto el nivel del espectáculo con respecto a ediciones pasadas, destacando el acierto de la organización a la hora de reseñar el ganado para una cita tan especial. No se fueron de manos vacías El Gali, Alejandro González, Diego Mateos y Vicente Sánchez , todos ellos con sendas dos orejas.
