La visión de Trump sobre el mundo está equivocada y es peligrosa
Contar con un sistema de gobernanza global sólido como el que Trump busca evitar, es indispensable para la sobrevivencia humana.
La era expansionista territorial de Estados Unidos pertenece al Siglo 19 y principios del Siglo 20. Querer apropiarse de Groenlandia, recuperar el canal de Panamá, y convertir a Canadá en un estado solo debilitará las alianzas con que cuenta EU para hacer frente a sus verdaderos enemigos como son China y Rusia. Del lado de EU; Canadá y Europa lucharon para derrotar al nazismo y al comunismo y han defendido a la democracia y al mundo libre. Querer recuperar el canal de Panamá hará que los países latinoamericanos se acerquen más a China.
Seguramente Rusia y China se frotan las manos con las pretensiones territoriales de EU, pues podrían buscar junto con EU un nuevo arreglo global. Rusia busca apropiarse de un vasto territorio en Ucrania y seguir conquistando territorios de la ex Unión Soviética como son las repúblicas bálticas, mientras que China busca apropiarse de Taiwán y del Mar de Meridional de China.
Trump parece ignorar que el déficit de cuenta corriente en EU es producto del gasto excesivo de su gobierno, lo que viene sucediendo hace lustros. A nivel de mercados, los precios relativos y otros factores como el nivel de ingreso tienen un impacto sobre la balanza de bienes y servicios, pero a nivel macroeconómico el déficit público es determinante para el déficit externo. La reducción de impuestos a los ingresos de las grandes empresas que ha prometido Trump tendrá como efecto el aumento del déficit público y por ende del déficit externo.
Los aranceles de Trump contra México tienen al menos tres fines: uno es presionar a México para que actúe con firmeza para restringir la venta de fentanilo hacia EU; el segundo es que México sea más firme contra la migración que transita por territorio mexicano y, posiblemente, que acepte convertirse en tercer país seguro; y el tercero es incentivar que la producción manufacturera se vaya a los Estados Unidos y no se realice en México para supuestamente reducir el déficit que tiene EU con México. El aumento arancelario frente al mundo ocasionará que aumenten los precios que pagan los consumidores en EU y que como país se vuelva menos competitivo. Expulsar migrantes encarecerá los costos salariales.
El ataque de Trump contra el sistema multilateral tiene mucho que ver con la exigencia de la extrema derecha, aliada poderosa de Trump, de destruir cualquier indicio de un gobierno global por considerar que estaría dominado por la agenda liberal que apoya los objetivos de la agenda 2030 que fueron establecidos por la gran mayoría de los países de la ONU para hacer frente a la desigualdad y al cambio climático.
Como reacción frente a la agenda de Trump, en lo interno vendrán resistencias de la propia industria, que necesita de México y el mundo para mantenerse competitiva, y de la sociedad civil americana que ve reducidos los programas de diversidad, equidad e inclusión. En lo internacional seguramente se formarán coaliciones entre países tradicionalmente aliados de EU, como la que propone la ex viceprimera ministra Chrystia Freeland del partido liberal canadiense. La petición de la presidenta de Honduras para convocar de emergencia a la CELAC fue fallida por la gran división que existe en América Latina y por el intento percibido de utilizar la ocasión para fortalecer la postura de los gobiernos bolivarianos, lo que sería contraproducente.
La visión de Trump sobre el mundo está distorsionada por la ignorancia, el nativismo y la xenofobia. Para atender los graves problemas que le afectan, el mundo necesariamente debe cooperar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, prevenir nuevas pandemias y evitar la proliferación del armamento nuclear, entre otros asuntos. Contar con un sistema de gobernanza global sólido como el que Trump busca evitar, es indispensable para la sobrevivencia humana.