Esta semana no me ha impactado afortunadamente ninguna noticia militar negativa. Que dure la racha y la situación y nos quedemos con
Trump cambiando aranceles. Hablando de cambiar, me viene a la memoria lo que significó para el Barça la irrupción del actual Presidente montando ‘l’Elefant Blau’ que tenía como objetivo terminar con el largo mandato de
Núñez. Hicieron la presentación de este grupo de abogados, empresarios... en el paseo de Gracia en el Hotel Majestic con asistencia de varias personalidades futbolísticas encabezadas por
Johan Cruyff y su mujer. Aquello no terminó con el mandato de
Núñez, pero creó una situación que facilitó la llegada de Laporta después de dos años de mandato de
Gaspart. Entró en el Barça como un vendaval queriendo cambiar todo, o casi todo, pero a mitad de su mandato las cosas no funcionaban y tuvo que echar un vistazo alrededor y después de recibir el rechazo de
Mourinho, en una propuesta que le hicieron directamente los directivos del Barça en Lisboa. El sucesor en el banquillo de
Rijkaard fue un desconocido entrenador, ex gran jugador, que estaba en
el club. Y así apareció Guardiola cambiando el estilo del equipo, sacándole provecho futbolístico a los jugadores y maravillando al mundo del fútbol. Con el tiempo, vinieron otros presidentes, Rosell y Bartomeu, que ya habían formado grupo con Laporta, y sus mandatos fueron el primero muy corto y el segundo quizás demasiado largo, lo que creó una situación económica realmente difícil para el club. Una vez pasado todo esto, otra vez elecciones y Jan, con la experiencia anterior y las ayudas necesarias, ganó fácilmente, aunque luego no pudo mantener a Messi. Desde hace años tenemos este presidente experto que se ha quedado con gente amiga y casi sin profesionales y el club va dando tumbos y un año presenta más de 90 millones de pérdidas y en otros ya veremos que sonrojantes números nos salen. Sin embargo, la experiencia del actual presidente sirve para mantener situaciones que en otros casos serían definitivamente negativas. Cuando parecían que estaba contra las cuerdas, sale la Supercopa contra el Madrid y tumba la situación. Este es el Barça de toda la vida, pendiente de resultados futbolísticos y que Laporta conoce como nadie. Por esto la presentación de aquellos ocho grupos se ha ido por la puerta de atrás y ahora a ver quién le tose a Jan.
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