De pata negra

Que Melody haya triunfado en el Benidorm Fest no es solo un regalo del destino, es trabajo, esfuerzo y una carrera envidiable. Rodeada de un equipo de gente 10 que lleva años preparándose para ir a Eurovisión, Melody y Esa diva (el tema con el que participará en el festival) son, además de un mensaje de feminismo y empoderamiento, la demostración de que los sueños, cuando se trabajan, están más cerca de cumplirse.

Meses antes del fervor de OT, en el verano de 2001, conocimos a una niña sevillana de 10 años que, apadrinada por el Fary, nos conquistó al ritmo de El baile del gorila. Con canciones directas, bailes tiktokeables y mucho desparpajo, Melody revolucionó el mundo llegando incluso a estar nominada a los Grammy Latinos y a los premios Billboard en Estados Unidos.

En el año 2009 estuvo a punto de ir a Eurovisión pero tras empatar con Soraya en la clasificación general, la de La noche es para mí ganó la preselección al haber sido la más apoyada por el televoto.

Tras varios discos, giras, éxitos internacionales, actuaciones memorables en programas como Tu cara me suena e interpretaciones brillantes como la que nos regaló en la serie Arde Madrid (donde da vida a Carmen Sevilla), Melody ha resurgido con un tema producido, entre otros, por los responsables de Euphoria y Tattoo, los triunfos eurovisivos de Loreen.

Una diva que no pisa a nadie, una mujer fuerte y madre poderosa. Una artista de las de antes que se va a dejar el alma en Eurovisión. Melody es un show en cada entrevista y entiende como nadie el espectáculo pero, además, sabe que aún tiene que trabajar mucho su propuesta para conseguir los twelve points de Europa. Allí no le va a servir el poder del remember.

Con todos mis respetos, y en muchos sentidos, Melody es la heredera del carisma de Lola Flores. Es marca España.