Antologías de poemas, libros de correspondencia y ediciones especiales para recordar a la escritora Carmen Martín Gaite

En 2025 se celebra el centenario del nacimiento de la escritora Carmen Martín Gaite (Salamanca 1925 -Madrid 2000). Una efeméride a la que se adelanta la editorial...

Feb 3, 2025 - 08:31
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Antologías de poemas, libros de correspondencia y ediciones especiales para recordar a la escritora Carmen Martín Gaite

En 2025 se celebra el centenario del nacimiento de la escritora Carmen Martín Gaite (Salamanca 1925 -Madrid 2000). Una efeméride a la que se adelanta la editorial Siruela con la antología Páginas escogidas, que reúne relatos, poemas y fragmentos de sus novelas y ensayos, y cuyo prólogo es de José Teruel.

"Aunque […] era absolutamente consciente desde sus primeros registros narrativos en los cincuenta de la imposibilidad que entrañaba trasponer la lengua hablada en escrita, se sirvió de todo tipo de retórica para mitificar el habla a través de la escritura", escribe Teruel en el prólogo.

El libro recopila desde un poema escrito a sus 22 años a un capítulo de Los parentescos, su novela póstuma e inconclusa. El año pasado, la Bella Varsovia reeditó con algunos cambios A rachas, la recopilación que en 1976 Martín Gaite hizo de su poesía, una cuidada edición enriquecida con poemas recitados en la voz de la escritora (accesibles mediante un código QR). Otra excusa para reencontrarse con Martín Gaite es Carmiña (Tres Hermanas), que recopila la correspondencia entre Carmen Martín Gaite y el escritor Julián Oslé.

A pesar de haber sido la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura (en 1978, por El cuarto de atrás), de haber sido galardonada desde sus inicios (obtuvo el Premio Café Gijón por su primera obra, El balneario, y dos años más tarde, el Premio Nadal por Entre visillos), la narradora y poeta es una desconocida para las nuevas generaciones.

"Ni los medios de comunicación ni el Estado están divulgando la cultura de años pasados y los más jóvenes no saben quién era la Carmen Martín Gaite irónica y risueña, artista y dibujante, alegre y soñadora", explica Cristina Pineda, editora de Carmiña.

La muerte de la autora hace 25 años no ayuda. "No hay noticias frecuentes sobre sus premios ni documentales en la televisión, ni en Instagram o TikTok que parecen haberse convertido en el refugio de información de los más jóvenes", insiste Pineda.

Carmiña es un libro íntimo, con material inédito y con esas generosas cartas que Martín Gaite, a la que muchos llamaban Carmiña, regalaba a sus amigos y seguidores. La obra incluye collages, dibujos, notas, postales, servilletas manuscritas y bordados cedidos por Julián Oslé.

Esa misma faceta artística sobresale en los documentos que se encuentran en las cámaras acorazadas del antiguo Banco de España de Salamanca, reconvertido en el Centro Internacional del Español: sus cuadernos revelan una escritura minuciosa, con tachones, correcciones y reflexiones anotadas al margen, y sus collages y bocetos para portadas de libros una estética cuidada y personal. En el archivo también se conservan los manuscritos de Entre visillos (1957), la novela con la que Martín Gaite ganó el Premio Nadal bajo el seudónimo de Sofía Veloso.

Sonia Fides, autora del prólogo de Carmiña y vecina de Martín Gaite, no llegó a intimar con la escritora, "mi timidez", escribe Fides en el prólogo, "me alejó una y otra vez de su presencia física, pero sí intercambié con ella numerosas misivas y alguna que otra llamada telefónica".

Su universo literario inspiró a Fides, poeta y narradora que obtuvo el X Premio Nacional de Poesía Nicolás del Hierro con Mirar y ser mirada. "A través de sus palabras me sentí acompañada, casi como si ella me guiara en mi escritura", afirma. "Me marcó esa manera en que dialogan sus personajes: ella no hace distingos entre literatura y vida, algo que imprime una frescura infinita y verosimilitud a sus textos", explica Vides.

En 1997, Sonia Fides, que entonces tenía 25 años y había devorado la literatura de Martín Gaite, le escribió una carta sin esperar respuesta. A los pocos días, llegó el cartero con la respuesta. Fides la describe como una "mujer agradecida y generosa", que a pesar de haber sufrido grandes tragedias en su vida, como la muerte de su hijo Miguel y su hija Marta, nunca dejó de ayudar a los demás. "Aunque la vida la había golpeado con saña, nunca se cerró. Al contrario, su generosidad era inmensa", recuerda Fides.

A pesar de haber sido adscrita a la generación del 50 y de retratar su iconografía emocional, Martín Gaite rompió moldes. "Modernizó la literatura desde la primera línea que escribió, y eso influyó en mi escritura. Ella tuvo voz propia desde el comienzo y esa necesidad de no repetir y de no pertenecer se agarró con firmeza a mi escritura", explica Fides.

En la novela Retahílas, por ejemplo, inaugura un arquetipo que mantuvo en su literatura: la mujer independiente y lista; con la novela Nubosidad variable, defendió el poder sanador del humor y la ironía. Con El cuarto de atrás experimenta con el género híbrido tan en boga hoy: libro de memorias, relato de misterios, ensayo metaliterario y autocrítica literaria. La escritora salmantina fue crucial para que Sonia Fides decidiera dedicarse a la escritura.

"Ella me mandó una carta preciosa, con su inconfundible caligrafía y un cartel promocional de Nubosidad variable, que había estado durante meses en el escaparate de una famosa librería, dedicado. Antes de morir, Martín Gaite me mandó algunas cartas más y me llamó por teléfono. 'Si te has fijado tanto en los fantasmas de mis novelas es porque de mayor no te va a quedar más remedio que ser escritora", recuerda Fides que le dijo. Y no se equivocó.

No solo fue generosa con Fides. "Era un monstruo sagrado de la literatura y jamás le negó la palabra a un interlocutor, viniese de donde viniese, fuese quien fuese. Vivió para relacionarse, para enriquecerse a través de esa meta y enriquecer a todos aquellos que estaban dispuestos a cruzar esa línea con ella", explica la autora.

A pesar de las tragedias, la muerte de su hijo Miguel, primero, y la de su hija Marta después, Carmiña es un libro luminoso. En él se recogen cartas conmovedoras, como Otro milagro de la primavera, en las que Carmen asegura que la tristeza no va a ganarle la batalla. "A veces la única forma de querer a los demás es atreverse a mirar el vacío que nos separa de ellos", escribe.

"En su cuento El otoño de Poughkeepsie queda plasmado. Carmen atravesó el infierno dos veces y tuvo la generosidad de no entregarle ni su vida ni su literatura a la tristeza", explica Fides. Carmiña es un libro humano y cercano, alejado de lo estrictamente académico, que acerca a los lectores a la mujer. "Las cartas de Carmen a Julián Oslé son valiosos cuentos, pero también hermosos pedazos de fragilidad".