Analizamos el movimiento de la década: Luka Doncic por Anthony Davis
Muchas preguntas y (todavía) muy pocas respuestas en las horas siguientes a uno de los traspasos más tectónicos e inesperados de la historia de la NBA. Source: NBAManiacs La entrada Analizamos el movimiento de la década: Luka Doncic por Anthony Davis se publicó primero en NBAManiacs.
¿Y tú, qué estabas haciendo en el momento de enterarte?
Tal vez sea una pregunta que te hagan dentro de unos años si el (inserte adjetivo) traspaso de esta mañana entre Dallas Mavericks y Los Ángeles Lakers, termina por tener un impacto tan grande como la noticia misma de su concepción.
Si vives en Europa, probablemente se te hayan caído todas las legañas de golpe y hayas corrido rápido a por un café sólo por el placer de beberte un café, mientras seguías leyendo y tratando de entender cómo, cuándo y a santo de qué. Ya que desde que has leído el titular, estabas total e inmediatamente despierto.
Si estás en América y no lidias con un horario laboral nocturno y en fin de semana, lo mismo de arriba pero cuatro horas después.
Y si nos lees desde los Urales hacia la derecha, habrás dejado caer lo que tuvieses en ese momento en la mano (si es que tenías algo) y frenado toda actividad hasta que has logrado procesar que sí; que la broma no es broma y que las dinámicas salariales y contractuales de la NBA permiten que algo así pueda suceder un 2 de febrero cualquiera bajo un sencillo acuerdo de voluntades.
En este caso, las voluntades de Nico Harrison y Rob Pelinka.
Dallas, los ‘culpables’ del movimiento
Nico Harrison, general manager de los Dallas Mavericks desde 2021, ha jugado a ser Dios con un traspaso que, a priori, parece elaborado por la mente traviesa de un niño. Por su apariencia repentina, irreflexiva y sin importarle un pimiento lo que piensen a su alrededor.
Pero Nico Harrison, 52 años, ex ejecutivo de Nike (casi 20 años en la marca) cinco años como jugador profesional de baloncesto y que ha representado en el pasado a, entre otros, Dirk Nowitzki, Tim Duncan o Jermaine O’Neal, no ha hecho nada de eso.
Por una sencilla razón. Traspasar a tu jugador franquicia de 25 años y 5 veces All-NBA, pilar deportivo de toda la institución y emblema plubicitario a nivel local, nacional y mundial, no es algo que se realiza fruto de un calentón.
Más cuando sabes que, con ello, acabas de colocar tu empleo (el del GM) sobre un alambre de espino, al jugártela con el intercambio más arriesgado de las dos últimas décadas.
Así que dos cosas: calma y paciencia.
Es evidente que aquí falta cierta información, y esta deberá ir llegándonos en las próximas horas conforme los implicados vayan hablando y su entorno confesando. Mientras tanto, analicemos un poco aquella con la que sí contamos, así como la que ya se empieza a filtrar en formato de rumores sin confirmar.
Impacto salarial
Lo primero ha sido que Rob Pelinka llamase a Salt Lake City para que el acuerdo cumpliese los estándares de la Liga y éste pudiese llevarse a cabo.
El cambio de cromos entre Mavs y Lakers no podía hacerse a pelo en cuanto a salarios, y ahí han entrado los Utah Jazz para cargar con Jalen Hood-Schifino (y sus 12 millones pendientes de percibir) a cambio de recibir dos segundas rondas del Draft 2025.
¡Bravo por Justin Zanik, que ha pescado dos segundas rondas a cambio de nada!
Vamos ahora con la situación financiera de Lakers y Mavericks después del acuerdo.
En el medio plazo la cosa apenas cambia, pues ambas estrellas tenían salarios parejamente altos.
En lo inmediato, los Mavs salen ganando, quedándose ahora 628.000 dólares por debajo del impuesto de lujo, gracias exclusivamente a que Anthony Davis (que supuestamente no sabía nada del traspaso) ha decidido (generosamente y sobre la marcha) renunciar a su trade kicker bonus, una claúsula a la que sólo tenían acceso veintiséis jugadores este curso, y por la que el afectado recibe una compensación extra del 15% del total del contrato que aún le quedase por percibir.
Pero La Ceja ha preferido (basta con que así lo decida unilateralmente) renunciar a dicho bonus.
En el largo plazo, desde luego, la cosa es infinitamente más compleja, y la edad de cada estrella y su rendimiento por entonces, jugará un papel crucial. Dos claves aquí:
- Los Mavs ‘deciden’ antes. Anthony Davis tiene su player option un año antes que Luka Doncic, en la 26/27. Por ese entonces, tendrá 33 años. Que los tejanos quieran ofrecerle una gran renovación y Davis aceptarla, dependerá enormemente de lo que pase en las dos próximas campañas y si el equipo es capaz de ganar, o al menos quedarse a las puertas, de un campeonato.
- Adiós al supermáximo de Luka Doncic. Fruto de sufrir lo que muchos catalogarían de ‘una puñalada por la espalda’ al más puro estilo DeMar de Rozan con los Raptors (Luka no tuvo opcion de incluir una cláusula anti-traspaso, ya que esta requiere al menos ocho años en la Liga), y de acuerdo con Bobby Marks, de ESPN, el base ya no será elegible para firmar el supermáximo con los Lakers por valor de 345 millones de dólares que planeaba acordar con Dallas este mismo verano.
Así, de un plumazo, ciao a muchísimo dinero fácil en renovación. Su mejor opción, financieramente hablando (y de seguir en Lakers), sería firmar por tres años con una opción de jugador para la 2028-29.
Al elegir esta vía (2+1), el point guard alcanzaría así la década en la NBA en una posición que le permitiría recuperar muchos de esos millones perdidos en esta operación. Según los límites salariales que se proyectan para entonces, Doncic estaría en disposición de percibir la salvajada de 72 millones de dólares en su primer año de extensión.
Contratos de los nuevos jugadores de Los Ángeles Lakers
Jugador | 2024-25 | 2025-26 | 2026-27 |
---|---|---|---|
Luka Doncic | 43 M | 46 M | 49 M (opción de jugador) |
Maxi Kleber | 11 M | 11 M | Agente libre |
Markieff Morris | 2 M | Agente libre | — |
Contratos de los nuevos jugadores de Dallas Mavericks
Jugador | 2024-25 | 2025-26 | 2026-27 | 2027-28 |
---|---|---|---|---|
Anthony Davis | 43 M | 54 M | 58,5 M | 62,7 M (opción de jugador) |
Max Christie | 7 M | 7,7 M | 8,2 M | 8,8 M (opción de jugador) |
Doncic a Lakers: presente y futuro en sus manos
Veamos primero la perspectiva del equipo angelino, que es la menos enrevesada de justificar.
Reconstrucción ‘check’
LeBron James cumplió 40 años en diciembre. No sabemos cuánto le queda a su actual nivel, pero el ’23’ no será eterno. Ha dicho multitud de veces que no se arrastrará por la pista, y que a su vez sería ‘guay’ jugar también junto a su otro hijo, Bryce. Digamos que le quedan otros dos-tres años de notable alto.
Con este movimiento que trae a Doncic, la transición está servida.
Sin implorar por un buen draft, sin portazos ni tediosas mesas de negociación en la agencia libre, sin pseudoestrellas inflaestadísticas que te exigen el supermáximo para renovar… nada. Ni por teletransportación el atajo hubiese sido más perfecto y directo.
Los Lakers, gracias a los Mavs, han garantizado diez años de certeza deportiva y medíatica, sin pasar un sólo año por el pozo de la reconstrucción.
Posibilidades remotas de anillo con el tándem LeBron-Davis
Para ello, han tenido que sacrificar nada menos que a Anthony Davis, uno de los mejores y más versátiles interiores de todo el planeta a quien no conviene minusvalorar, y que como segunda espada fue pieza insoslayable del título de campeón de los Lakers en 2020.
No obstante, con algunos cambios pero el mismo par de estrellas, los Lakers han sido incapaces de reeditar otras Finales de la NBA. Desde 2020, su bagaje se resume en un año sin playoffs, dos cayendo en primera ronda y unas Finales de Conferencia en 2023 donde fueron vapuleados por Denver Nuggets (4-0).
El proyecto estaba caduco. James y AD habían tocado techo como dupla. Y se necesita un exagerado derroche de optimismo para creer que el traspaso por Dorian Finney-Smith fuese a reconvertir a los Lakers 24/25 en contenders, por más 5º plaza del Oeste que ocupen en estos instantes.
No había visos inminentes y razonables de título bajo la apuesta actual, y la marcha de Davis, aunque la defensa quede abierta en canal tras su salida, no va cambiar eso.
Playoffs 2025: todo una incógnita
Con un Luka Doncic entre algodones y en pleno ecuador de la temporada, el impacto inmediato es incierto.
El futuro, brillantemente prometedor. Con LeBron James y después de él.
Pero hablamos nada menos que de uno de los mejores jugadores del momento, así que es normal preguntárselo: ¿Hay esperanzas en L.A. a hacer algo grande esta misma temporada?
Ante un traspaso de semejante calibre, todo es posible. Incluso darse el batacazo y no clasificarse para playoffs si Doncic tarda en regresar, lo hace en pésimo estado de forma y toda la química de la plantilla se va al traste.
Pero hasta que se lesionó ante los Timberwolves en el Christmas Day, Doncic estaba promediando 28,1 puntos, 8,3 rebotes y 7,3 asistencias, y formando parte habitual, como cada año de los últimos cuatro, de las discusiones por el MVP.
El encaje en el vestuario
En unos Lakers que rastrearán hasta el último rincón en busca de un pívot antes del tradeline, Doncic se reencontrará con un viejo compañero como es DFS, socio de lujo en los Mavs, y evidentemente coincidirá con LeBron James, conformando un tándem épico e intergeneracional.
Un James que nunca ha jugado con un base a su lado de sus atributos y esencia.
El Rey, por su propio carácter de forward generador, siempre ha preferido en el puesto de ‘1’ a compañeros con poca necesidad de pelota, comprometidos en defensa y fiables en el catch and shoot.
Kyrie Irving fue lo más cercano a Doncic que hemos conocido a su lado, y de lo que resultó el tremendo anillo de 2016. Pero lo que llega a Lakerland en este traspaso es harina de un costal único.
Amasador natural, defensor mediocre e insolidario, pizarra construida ad hoc, magnífico creador de pick & roll, feliz en el aclarado, definidor espectacular y elevadísimo IQ. No hay nada igual en toda la NBA, pero sí podemos afirmar que verlo competir junto a LeBron será un espectáculo sin precedentes.
Con este acuerdo solicitado por nadie pero, mediaticamente, celebrado por todos, los Lakers han perdido el equilibrio bidireccional y los centímetros de Davis a cambio de unir a dos jugadores de talento infinito, pero limitados en cuanto a su compromiso atrás.
Debut inminente
Aseguró Doncic que estaría de vuelta antes del break del All-Star Weekend, y Marc Stein situó su regreso, hace pocos días, en el 8 de febrero.
Esto es, de cumplirse el plazo, faltaría menos de una semana para verlo debutar con su nuevo uniforme.
Davis a los Mavericks: all-in a lo Ujiri 2018
Millones de tuits ojipláticos, decenas de jugadores incrédulos como primeras reacciones, y una única versión oficial de parte ante el silencio generalizado del resto de los implicados.
“Creo que la defensa gana campeonatos. Creo que conseguir un pívot All-Defensive y un jugador All-NBA con una mentalidad defensiva nos da una mejor oportunidad. Estamos construidos para ganar ahora y en el futuro”.
Nico Harrison — general manager de Dallas Mavericks
El upgrade que acaban de experimentar en Texas con la llegada de Anthony Davis –quien parece que podrá cumplir por fin su sueño de volver a jugar de ‘4’– es cristalino.
Cantidades ingentes de defensa y presencia interior, pero también una nueva y poderosa arma ofensiva capaz de generarse sus propios tiros y convertir la mitad de los emparejamientos en un favorable mismatch.
No sabemos si éste es el primer movimiento de varios. Si tras el megatrapaso ambos equipos tratarán de acometer pequeños reajustes antes del día 6 o incluso después, aprovechando algún buyout.
Pero los Mavs, quedándose tal y como están, tienen una plantilla suficiente y sin cojeras.
El perímetro conserva a Kyrie Irving como mejor atractivo y suficientes piezas con las que rotar entre guards y combo guards (Dinwiddie, Hardy, Grimes). Davis se convertirá en el nuevo ala-pívot del equipo, y P.J. Washintgon cuenta con muchas papeletas para pasar al puesto de ‘3’ como enlace en la titularidad, mientras Kidd conserva sus opciones para escoger su primer pívot (Lively II, Gafford).
Aún así, este mismo elenco atinado y profundo, que tan bien sirvió a la causa en los pasados playoffs tanto para tapar las carencias como elevar las virtudes de Luka Doncic para que, bajo su mando, los Mavs alcanzasen las Finales de la NBA, se ha mostrado altamente titubeante en las semanas en que no ha podido contar con su mayor crack al timón.
Desde el 25 de diciembre, los Mavs sin Doncic presentan un balance de 7 victorias y 12 derrotas, habiendo bajado hasta la octava plaza de la Conferencia Oeste.
No hace falta insistir, escapando a toda subjetividad y amparándonos sólo en los datos, que con Luka Doncic los Mavs siempre han ganado mucho más de lo que han perdido.
A recordar:
- Con Doncic: 240 victorias, 182 derrotas (75%).
- Sin Doncic: 41 victorias, 97 derrotas (30%).
Kilos de más, profesionalidad de menos
Recapitulemos.
Luka Doncic por Anthony Davis + 1 ronda de 2029. En esencia, y siendo todo lo demás accesorio (incluso la ronda), éste ha sido el acuerdo.
¿Qué vale el Luka Doncic de 2025 para su ex general manager? Anthony Davis y una primera ronda del Draft.
La percepción general y extendida es que es poco. Muy poco. Incluso aunque Davis caiga de pie en Dallas e incluso ganando el anillo este año o el siguiente.
Sigue pareciendo muy poco para un jugador que a sus 25 años ya tiene asegurado el Hall of Fame y que, todavía, tiene margen para convertirse en un jugador aún mejor de lo que ya es.
Y aquí estamos todos, haciendo un esfuerzo cognitivo para entender el gran porqué.
El quid de la cuestión, todo apunta, es la condición física de Doncic, las razones que hay tras la misma y que le han llevado este curso a quedarse fuera de los premios All-NBA y la lucha por el MVP. Y el temor a que dichas razones sí puedan convertirse en algo preocupantemente crónico, atando el destino de la franquicia al rendimiento de un jugador de quien, por irrepetible que sea, no se fían.
La lesión que padeció en diciembre Luka y que va a tenerle cerca de mes y medio fuera de acción, responde a una distensión muscular y punto. Nada de vicios ocultos y problemas físicos crónicos que, en caso de conocerse y Dallas hubiese querido ocultar en el traspaso, darían por nulo el contrato.
Que dicha lesión esté marcada por su dejadez, su desidia y su falta de ética para mantenerse en un estado físico no ya óptimo, sino adecuado para un jugador sobre el que recae el peso competitivo de una franquicia entera, es lo que ha llevado a Nico Harrison a tocar la puerta de Rob Pelinka.
De acuerdo con la pieza publicada esta mañana por Dave McMenamin, de ESPN, y por informes de su compañero Tim MacMahon, el enfado de Dallas con los hábitos fisicos de Doncic vienen de atrás.
Aunque su peso estaba cercano a los estándares a su llegada al training camp, éste se disparó a principios de temporada, rozando los 120 kilogramos; demasiados para un jugador que no alcanza los dos metros y aunque su fuente de impacto no descanse en su potencia atlética.
Los Mavericks, que tuvieron que lidiar con una situación similar en los albores del curso 2022-23, hicieron por trasladar al jugador sus preocupaciones sobre su estado físico, derivando en una frustración significativa al ver la falta total de reacción por parte del jugador. Ni cumplía la dieta ni hacia el pertinente trabajo de gimnasio que le había sido asignado.
La Ceja, más sana que nunca
En lo que llevamos de temporada, sólo hemos visto a Doncic vestirse de corto en 22 partidos, golpeado por toda un abanico de lesiones que desde la franquicia relacionan con un cuerpo que no es el ideal para lo que exige un calendario NBA siempre abrasivo y un jugador de alto usage como es Luka.
Anthony Davis, también perseguido por su fama de ‘hombre de cristal’, ha participado en 42 de 47 partidos posibles este curso, mientras que el año pasado fue el mejor de su carrera en términos físicos, disputando un 76 de los 82 posibles en fase regular.
Y siendo todo esto cierto, entendible y reprochable en lo que concierne a Luka Doncic y su cuestionable ética de trabajo, seguimos muy lejos de responder a algunas cuestiones vitales:
- Dallas viene de disputar las Finales de Conferencia y estaba a tiempo de que Doncic recuperase el tono físico: ¿Había que adelantar el traspaso a febrero? ¿Era, sin nadie presionando en su entorno, algo improrrogable al menos hasta verano? ¿No valía la pena repetir con un grupo que tan bien viene de rendir en playoffs?
- Y lo segundo y que sólo el corto plazo, en base a lo que dicten resultados, catalagoran la maniobra de Harrison como un acierto o una de las mayores pifias de la historia de los despachos: ¿Eran Davis + 1 primera ronda, la mejor oferta que iban a recibir los Mavericks, si su objetivo era ganar YA?
Siempre quedará Dirk
En medio de tanta perplejidad, asombro y desconcierto, una única certeza de naturaleza más emocional entre tanto enredo despótico y accionarial: el exilio de quien parecía estar construyendo un vínculo idílico de one club man, Luka Doncic, permite que sea otro blanco, rubio y europeo quien siga conservando su título de mayor leyenda ‘maverick’ de todos los tiempos.
Dirk, Robin Hood, Nowitzki.
(Fotografía de portada de Gary A. Vasquez-Imagn Images)
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