Vilma Fuentes: Trump en el umbral de la historia

Millones de personas pudimos asistir, a través de la televisión, a la entronización de Donald Trump en el Capitolio. Panem et circenses, el espectáculo forma parte del ritual necesario al ejercicio del poder, a su existencia. Trump lo sabe: del éxito de esta ceremonia, de la huella indeleble que marque las memorias, de los frutos que deje la impresión que reciba el público, en fin, de esta sucesión de su imagen triunfante dependerá en buena parte la victoria de su segundo mandato presidencial. De ahí su tono a la vez suave y firme, su palabra profética, su visión de un país benefactor del mundo, su llamado a una complicidad abierta con los bienaventurados escogidos: los ciudadanos estadunidenses. Trump se yergue en la escena como actor profesional, sin tropiezos ni dudas, pues conoce su papel de memoria. Actor dramático, grandilocuente, pero que sabe hallar una pausa para hacer reír como auténtico histrión. Trump no duda en dar unos pasos de baile moviéndose a sus anchas en el escenario presidencial. Después de todo, tiene la experiencia de su primer mandato que, para su suerte, le evitará quizás errores y desvíos peligrosos durante su segundo reino.

Ene 26, 2025 - 15:22
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Vilma Fuentes: Trump en el umbral de la historia
Millones de personas pudimos asistir, a través de la televisión, a la entronización de Donald Trump en el Capitolio. Panem et circenses, el espectáculo forma parte del ritual necesario al ejercicio del poder, a su existencia. Trump lo sabe: del éxito de esta ceremonia, de la huella indeleble que marque las memorias, de los frutos que deje la impresión que reciba el público, en fin, de esta sucesión de su imagen triunfante dependerá en buena parte la victoria de su segundo mandato presidencial. De ahí su tono a la vez suave y firme, su palabra profética, su visión de un país benefactor del mundo, su llamado a una complicidad abierta con los bienaventurados escogidos: los ciudadanos estadunidenses. Trump se yergue en la escena como actor profesional, sin tropiezos ni dudas, pues conoce su papel de memoria. Actor dramático, grandilocuente, pero que sabe hallar una pausa para hacer reír como auténtico histrión. Trump no duda en dar unos pasos de baile moviéndose a sus anchas en el escenario presidencial. Después de todo, tiene la experiencia de su primer mandato que, para su suerte, le evitará quizás errores y desvíos peligrosos durante su segundo reino.