Un nuevo capítulo en la soberanía de México

El futuro de México está en juego, y las decisiones tomadas hoy definirán el destino de las próximas generaciones, opina Javier Razo Tangassi.

Ene 31, 2025 - 01:47
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Un nuevo capítulo en la soberanía de México

Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia, México se enfrenta a una coyuntura histórica que podría redefinir su papel en el escenario global. Pero la pregunta clave es: ¿será capaz de sortear los retos que imponen tanto las potencias extranjeras como las corporaciones tecnológicas que hoy dominan el mundo?

En el siglo XXI, el poder ya no se concentra exclusivamente en las potencias extranjeras gigantes como Meta, Amazon y Tesla dictan agendas que trascienden las fronteras y desafían la soberanía de las naciones. Estas empresas manejan recursos económicos superiores al PIB de países enteros, moldeando decisiones políticas y económicas. México, con su riqueza en recursos naturales como el litio, el petróleo y su biodiversidad, se encuentra en la mira de estos intereses.

Estados Unidos, nuestro socio y vecino, también representa un desafío constante. No podemos ignorar que la CIA, junto con el secretario de Defensa de ese país, tiene acceso a herramientas tecnológicas que permiten una vigilancia prácticamente ilimitada, lo que le da una ventaja estratégica en temas de seguridad y en el conocimiento de los entresijos del aparato gubernamental de México. Las implicaciones van más allá de la seguridad nacional: están en juego la privacidad y la independencia institucional de México.

El discurso de Washington sobre el narcotráfico, el terrorismo y la seguridad nacional suele ser un velo para justificar intervenciones que buscan apoderarse de los recursos estratégicos de otros países. México, con su riqueza en agua, litio, petróleo y biodiversidad, se convierte en un objetivo natural. Proteger los recursos estratégicos de nuestro país no es solo una cuestión de justicia social; es una obligación hacia las futuras generaciones. La administración de la presidenta de México tiene en sus manos la responsabilidad de blindar estos bienes para beneficio nacional.

La nueva diplomacia mexicana

Construir nuevas alianzas será fundamental para que México construya una política exterior que trascienda el tradicional enfoque hacia el norte, asumiendo un rol de liderazgo en América Latina, consolidando una región fuerte y unida que pueda enfrentar de manera conjunta los embates del capital global. A su vez, es vital mirar hacia Asia y estrechar lazos con potencias como China, India, Japón y Rusia, que ofrecen una oportunidad para equilibrar la influencia occidental.

En Europa, aliados como Alemania, Italia y España pueden ser piezas clave para diversificar las relaciones internacionales y fomentar un comercio más justo, mientras que en Medio Oriente podrían encontrarse aliados que compartan una visión de equilibrio y gestión justa de los recursos.

Una lucha por la soberanía y la dignidad nacional

Los tiempos que vivimos están llenos de incertidumbre, pero también de posibilidades. México tiene ante sí la posibilidad de levantarse como una nación verdaderamente soberana, capaz de defender sus recursos, su cultura y su futuro. La presidencia de Sheinbaum podría convertirse en un símbolo de resistencia y esperanza, pero dependerá de su capacidad para enfrentar los intereses de los grandes capitales globales, las presiones de las agencias estadounidenses y el desafío de construir una nueva política exterior que ponga a México en el centro del tablero global.

Como mexicanos, debemos recordar que nuestra historia está llena de momentos en los que el pueblo se levantó contra las adversidades más grandes. Hoy no es diferente. La independencia, la reforma y la revolución nos enseñaron que la lucha por la soberanía no se regala; se conquista con valentía, inteligencia y unidad.

El futuro de México está en juego, y las decisiones tomadas hoy definirán el destino de las próximas generaciones. La construcción de un país digno, fuerte y verdaderamente independiente requiere del esfuerzo y apoyo de todos los mexicanos. Como dijo Emiliano Zapata: “Ya pasó lo difícil, ahora viene lo más cabrón.”