'The Brutalist' es una película apabullante en lo visual. Y su director lo ha logrado con un presupuesto minúsculo
Brady Corbet, director de 'The Brutalist' puede estar terriblemente orgullos. Partiendo de un presupuesto indudablemente modesto para lo que se suele estilar en Hollywood (apenas nueve millones de dólares), no solo su propuesta está siendo indiscutiblemente rentable (lleva recaudados 18,2 millones), sino que está sirviendo como bochornoso espejo de películas que compiten con ella por la atención de público y crítica, cuestan veinte veces más y lucen mucho peor. Ideario desafiante. En distintas entrevistas, Corbet ha dejado claro que lo que hace va a contracorriente, lo que le vincula con directores como Vidor, Dreyer o Resnais, que llevaban "la contraria a su tiempo". En esa misma entrevista, Corbet afirma que "en cuanto ofreces algo diferente a la gente, la gente acude en masa. En cuanto proyectas una película en 70 mm en una sala IMAX se convierte en acontecimiento. Y eso es así por que el espectador está deseoso de vivir una experiencia que no puede tener en su sala de estar". Es decir, que la importancia de la imagen es capital para él. Mantenerse indie. Con sus menos de diez millones de presupuesto y el apoyo de la compañía estrella actual del cine independiente, A24, 'The Brutalist' funciona porque se mantiene fiel al propósito de Corbet de permanecer al margen de modas y algoritmos: "Creo que lo más importante es producir las propias películas. Conozco a muchos jóvenes cineastas que tienen la impresión de que los productores deben encargarse de la producción y que ellos sólo deben centrarse en hacer la película. Pero la realidad es que no puedes hacer tu trabajo si no eres tú quien mueve la arena en la caja". Es decir, el control total de lo que se está haciendo es esencial para Cobert. En Xataka 'The Brutalist' es tan larga que incluye un intermedio de 15 minutos. Y para sorpresa del propio director, la gente está encantada Controlar el presupuesto. En esa misma entrevista, Cobert cuenta que renunció a tres días de rodaje a cambio de rodar en el formato de su elección (Vistavision, que no se había usado en Hollywood desde los años sesenta): "Animo a los jóvenes a que investiguen por su cuenta cuánto cuestan las cosas. Porque es muy útil saber el precio por metro de película de este año. ¿Cuánto cuesta alquilar una grúa? ¿Cuál es la tarifa diaria? ¿Cuál es la tarifa semanal? He llegado a un punto en el que si alguien me dice: 'No podemos permitírnoslo', soy capaz de responder: 'Sí, podemos. Tenemos que renunciar a esto y a esto'". Aprovecha los recursos. Como saben todos los directores que han trabajo con presupuestos muy reducidos, el ingenio puede ser a veces el mejor aliado para sacar punta al dinero: "cada vez que preparo una película, suelo ver muchas películas de los años 20 porque todo el mundo tenía medios muy modestos en aquella época". Y pone un ejemplo: "Queríamos rodar el principio de la película en un barco de verdad, pero estábamos rodando en Hungría, y Hungría no tiene salida al mar. Les dije a todos: 'No os estreséis, lo rodaremos en un aparcamiento'". Lo analógico es mejor. Buena parte del goce visual que proporciona 'The Brutalist' viene del empleo de formatos analógicos de película. Afirma Corbet que "como alguien que lleva dos años construyendo un sistema de alta fidelidad en su casa, creo que lo analógico merece la pena por varias razones. Obviamente, los MP3 y demás, sónicamente, no son muy dinámicos. Lo mismo puede decirse del celuloide frente al digital". A veces, no es necesario invertir millones para que una película luzca bien, sino solo tomar las decisiones más adecuadas para que cada céntimo puesto en ella brille de la mejor manera posible. En Xataka | 'Wicked' no solo es un éxito: también es la prueba de que está muriendo nuestra forma tradicional de ir al cine - La noticia 'The Brutalist' es una película apabullante en lo visual. Y su director lo ha logrado con un presupuesto minúsculo fue publicada originalmente en Xataka por John Tones .
Brady Corbet, director de 'The Brutalist' puede estar terriblemente orgullos. Partiendo de un presupuesto indudablemente modesto para lo que se suele estilar en Hollywood (apenas nueve millones de dólares), no solo su propuesta está siendo indiscutiblemente rentable (lleva recaudados 18,2 millones), sino que está sirviendo como bochornoso espejo de películas que compiten con ella por la atención de público y crítica, cuestan veinte veces más y lucen mucho peor.
Ideario desafiante. En distintas entrevistas, Corbet ha dejado claro que lo que hace va a contracorriente, lo que le vincula con directores como Vidor, Dreyer o Resnais, que llevaban "la contraria a su tiempo". En esa misma entrevista, Corbet afirma que "en cuanto ofreces algo diferente a la gente, la gente acude en masa. En cuanto proyectas una película en 70 mm en una sala IMAX se convierte en acontecimiento. Y eso es así por que el espectador está deseoso de vivir una experiencia que no puede tener en su sala de estar". Es decir, que la importancia de la imagen es capital para él.
Mantenerse indie. Con sus menos de diez millones de presupuesto y el apoyo de la compañía estrella actual del cine independiente, A24, 'The Brutalist' funciona porque se mantiene fiel al propósito de Corbet de permanecer al margen de modas y algoritmos: "Creo que lo más importante es producir las propias películas. Conozco a muchos jóvenes cineastas que tienen la impresión de que los productores deben encargarse de la producción y que ellos sólo deben centrarse en hacer la película. Pero la realidad es que no puedes hacer tu trabajo si no eres tú quien mueve la arena en la caja". Es decir, el control total de lo que se está haciendo es esencial para Cobert.
Controlar el presupuesto. En esa misma entrevista, Cobert cuenta que renunció a tres días de rodaje a cambio de rodar en el formato de su elección (Vistavision, que no se había usado en Hollywood desde los años sesenta): "Animo a los jóvenes a que investiguen por su cuenta cuánto cuestan las cosas. Porque es muy útil saber el precio por metro de película de este año. ¿Cuánto cuesta alquilar una grúa? ¿Cuál es la tarifa diaria? ¿Cuál es la tarifa semanal? He llegado a un punto en el que si alguien me dice: 'No podemos permitírnoslo', soy capaz de responder: 'Sí, podemos. Tenemos que renunciar a esto y a esto'".
Aprovecha los recursos. Como saben todos los directores que han trabajo con presupuestos muy reducidos, el ingenio puede ser a veces el mejor aliado para sacar punta al dinero: "cada vez que preparo una película, suelo ver muchas películas de los años 20 porque todo el mundo tenía medios muy modestos en aquella época". Y pone un ejemplo: "Queríamos rodar el principio de la película en un barco de verdad, pero estábamos rodando en Hungría, y Hungría no tiene salida al mar. Les dije a todos: 'No os estreséis, lo rodaremos en un aparcamiento'".
Lo analógico es mejor. Buena parte del goce visual que proporciona 'The Brutalist' viene del empleo de formatos analógicos de película. Afirma Corbet que "como alguien que lleva dos años construyendo un sistema de alta fidelidad en su casa, creo que lo analógico merece la pena por varias razones. Obviamente, los MP3 y demás, sónicamente, no son muy dinámicos. Lo mismo puede decirse del celuloide frente al digital". A veces, no es necesario invertir millones para que una película luzca bien, sino solo tomar las decisiones más adecuadas para que cada céntimo puesto en ella brille de la mejor manera posible.
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'The Brutalist' es una película apabullante en lo visual. Y su director lo ha logrado con un presupuesto minúsculo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
John Tones
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