Compra ahora y destruye el mundo

El documental ‘Compra ahora’ desvela las estrategias de las empresas más importantes del mundo para potenciar el consumismo, poniendo el foco en su falta de ética y de responsabilidad sobre los desechos que generan. La entrada Compra ahora y destruye el mundo se publicó primero en Ethic.

Feb 4, 2025 - 00:51
 0
Compra ahora y destruye el mundo

Desde hace años se ha normalizado decir que vivimos en una sociedad de consumo. Lo enunciamos como si no tuviera repercusiones y consistiera únicamente en hacer un gasto de recursos para poder vivir. Consumir es necesario cuando nos desenvolvemos en sociedades industriales capitalistas donde no tenemos la capacidad de producir nuestros propios alimentos o fabricar los materiales que necesitamos, pero lo cierto es que esa denominación hace referencia a un tipo de sociedad que se caracteriza por el consumo generalizado, o masivo, de bienes y servicios. Esa palabra, «masivo», parece clave, porque la realidad es que actualmente nos encontramos en una fase aún más avanzada: la de la hiperproducción y la compra desmedida.

Gilles Lipovetsky expone en esta conferencia que vivimos en una nueva etapa del capitalismo de consumo: «La primera fase abarca desde 1870 hasta la II Guerra Mundial; ahí se inventó la producción masiva de productos y las grandes campañas de publicidad, además de la nueva filosofía comercial orientada a la búsqueda de las ganancias a través del volumen y la práctica de los precios bajos. Hacia 1950 se impone un nuevo ciclo, una fase que dura hasta los años 70, lo que llamamos “la sociedad de consumo masivo”, que supuso la democratización de los productos. Pero desde los años 80 estamos en la sociedad de hiperconsumo, que significa la generalización de los símbolos de la sociedad de consumo en todos los grupos sociales».

El documental Buy now! The shopping conspiracy («¡Compra ahora! La conspiración consumista») se adentra en el engranaje de la producción empresarial y desvela las estrategias engañosas y las acciones continuas y éticamente cuestionables que permiten que la maquinaria de la producción y el consumo desmedido reinen sin tapujos. Crear nuevos modelos incesantemente para fomentar la compra, diseñar al detalle las interfaces de las páginas web para lograr un consumo exponencial, tirar a la basura millones de productos completamente nuevos solo para seguir generando otros o diseñar intencionadamente artículos con menor tiempo de vida o no reparables son solo algunas de las tácticas empleadas. Más allá de que los hogares se desborden con cientos de productos que no se llegan a usar y el sinsentido que eso supone, esta rueda salvaje propiciada por las grandes marcas genera importantes consecuencias en el medio ambiente… Y en nuestra salud.

El diseño de las interfaces web es una de las acciones utilizadas para impulsar el hiperconsumo

Un primer efecto directamente relacionado con el cambio climático es que, a mayor nivel de fabricación de productos, más emisiones industriales que contribuyen a un aumento del calentamiento global. Es decir, el hiperconsumo y las perniciosas prácticas empresariales contribuyen al deterioro del planeta. Un segundo punto importante es la falta de responsabilidad de las compañías sobre los desechos que generan y su destino final. Para anunciarse como compañías preocupadas por el medio ambiente, muchas de ellas han empezado a anuncar prácticas «verdes», más conocidas como greenwashing –blanqueo ecológico–, para aparentar que son responsables con la naturaleza cuando no lo son. Un ejemplo de ello son las etiquetas de «productos reciclables» que aparecen en multitud de envases. En el mencionado documental se explica que la mayoría de estos símbolos son falsos y que es muy reducido el porcentaje real de envases, principalmente de plástico, que pueden reciclarse. Lo habitual es que terminen quemados o enterrados.

Los productos mal reciclados acaban convertidos en microplásticos que pueden terminar en el cuerpo de los peces

El negocio de la moda, totalmente entregado al fast fashion o moda rápida, es otro gran aliado de la contaminación. La cifra de prendas producidas cada año asciende a miles de millones. Son numerosas las marcas de ropa que promueven el reciclaje de prendas entre su clientela a cambio de un descuento en la próxima compra, ya que hacer que la gente siga comprando es siempre el principal objetivo. ¿Dónde van a parar todas estas prendas reutilizables? Generalmente a países del hemisferio sur, como por ejemplo Ghana, donde terminan almacenados en calles o playas: auténticos vertederos de basura procedentes de Occidente. Esta ingente cantidad de ropa recorre las orillas y va a parar al agua y, de ahí, al estómago de los peces. Cuando nos alimentamos de ellos nos alimentamos también de fragmentos de microplásticos que se introducen en las membranas de pulmones y células sanguíneas, y ponen en riesgo nuestra salud.

El flujo mercantil necesario para el desarrollo económico de la sociedad se ha convertido en una desmedida y ambiciosa cadena y está produciendo una grave acumulación de materiales y desechos. La buena noticia es que todavía estamos a tiempo de revertir la situación. Se vuelve más necesario que nunca convencer a las grandes empresas de que frenen sus destructivas prácticas de mercado y apuesten por modelos productivos más acordes con las necesidades del planeta y de sus habitantes.

La entrada Compra ahora y destruye el mundo se publicó primero en Ethic.