Ocho cenas rápidas para celebrar el cambio de temporada
Platos únicos sencillos y sabrosos que combinan los primeros ingredientes de la primavera con los que todavía colean del invierno y fondos de despensa atemporales.
Los cambios de estación son momentos fascinantes en los que hay que llevar más capas que una cebolla para no helarte de frío o morirte de calor, mientras nuestro cuerpo y cerebro se arrastran bajo mínimos intentando afrontar esos cambios que vienen sin avisar. Pero también tienen cosas que dan mucho gustito, como el momento en el que aparecen los primeros alimentos primaverales en fruterías y verdulerías -a los que ya echábamos de menos- mientras los finalistas del invierno aún están en plena forma. Aprovechamos esta afortunada circunstancia para cocinar ocho platos únicos ricos, sencillos y rápidos, pensados para bregar con la comida más complicada del día -la cena, por si alguien aún lo duda- que por supuesto también pueden servir como comida; en muchos casos perfectas para táper (si es el caso, no lo dudes y prepara el doble).