¿Los entrenamientos con calor son más efectivos?
Esto es lo que le pasa al cuerpo cuando se ejercita a altas temperaturas; los beneficios reales y los mitos
Para algunas personas, transpirar intensamente durante una clase de ejercicio a altas temperaturas puede rozar la experiencia espiritual. No todos los entrenamientos a altas temperaturas son iguales: las clases de Bikram yoga suelen ser de 40 grados Celsius con un 40% de humedad, mientras que otras clases a altas temperaturas pueden oscilar entre unos acogedores 26 y unos abrasadores 51 grados Celsius. Y aunque el yoga caliente es, quizás, el ejercicio con calor más conocido, también son populares el pilates caliente y las clases calientes de entrenamiento en intervalos de alta intensidad.
Quienes creen en estos entrenamientos afirman que subir la temperatura puede aumentar la flexibilidad, mejorar la salud cardiaca e incluso expulsar algunas toxinas del cuerpo. A continuación, lo que realmente puede —y no puede— lograr el ejercicio a altas temperaturas.
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1) Mejorar la flexibilidad
Algunos estudios sugieren que aplicar calor directamente a los músculos, por ejemplo con una almohadilla térmica, puede aumentar la flexibilidad y la amplitud de movimiento. En este sentido, estirarse en una habitación caliente podría tener efectos similares, aunque las investigaciones al respecto son limitadas.
Esto se debe a que los vasos sanguíneos se dilatan con el calor, lo que les permite llevar más oxígeno y sangre a los músculos y tendones. “Esto puede ayudar a aflojar los músculos y hacerte más flexible”, dijo Kelsey Bourbeau, fisióloga del ejercicio de la Universidad del Norte de Iowa.
@mariferdeloi Hot mat pilates