Las primeras órdenes de Trump en su segunda presidencia son una muestra teatral de su poder

En una pieza de puro teatro político, Donald Trump comenzó su segunda presidencia firmando una serie de órdenes ejecutivas ante una multitud entusiasta de 20.000 personas en Washington, con lo que dio inicio a lo que bautizó como «la era dorada de Estados Unidos» en su discurso de investidura. La entrada Las primeras órdenes de Trump en su segunda presidencia son una muestra teatral de su poder se publicó primero en Ethic.

Jan 22, 2025 - 15:37
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Las primeras órdenes de Trump en su segunda presidencia son una muestra teatral de su poder

En una pieza de puro teatro político, Donald Trump comenzó su segunda presidencia firmando una serie de órdenes ejecutivas ante una multitud entusiasta de 20.000 personas en Washington, con lo que dio inicio a lo que bautizó como «la era dorada de Estados Unidos» en su discurso de investidura.

Las órdenes revocaron inmediatamente gran parte de la política de la administración Biden. Pero hay límites a lo que Trump puede conseguir con esas órdenes. Y ocultan una urgencia más profunda para la nueva administración sobre cómo lidiar con posibles luchas internas republicanas y un público inquieto ansioso de cambio.

¿Qué ha ordenado Trump?

Los presidentes de Estados Unidos suelen utilizar las órdenes ejecutivas al comienzo de sus mandatos para empezar a aplicar inmediatamente su agenda.

Las órdenes clave firmadas el primer día de Trump incluyeron:

  • La congelación de la contratación en el gobierno federal y un mandato de vuelta a la oficina para todos los empleados federales;
  • Indultos para los condenados tras los disturbios del Capitolio del 6 de enero de 2021;
  • Retirada de Estados Unidos del acuerdo climático de París y de la Organización Mundial de la Salud;
  • Declaración de una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México y poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento.

 

Al ser jurídicamente vinculantes, las órdenes ejecutivas son una herramienta poderosa. Tanto los presidentes demócratas como los republicanos han sido acusados de intenciones dictatoriales por su uso.

Sin embargo, las órdenes ejecutivas siguen estando limitadas por los tribunales, el Congreso y la opinión pública. La ciudadanía por derecho de nacimiento, en particular, está protegida por la 14ª Enmienda de la Constitución, por lo que la orden de Trump se enfrentará sin duda a un desafío legal.

Las órdenes ejecutivas siguen estando limitadas por los tribunales, el Congreso y la opinión pública

Y lo que es más importante, las órdenes ejecutivas pueden ser anuladas por un sucesor. Trump lo hizo de forma espectacular al revocar 78 órdenes de la era Biden, muchas de las cuales se referían a iniciativas federales de diversidad, equidad e inclusión.

Los límites de las órdenes ejecutivas se han puesto a prueba en los últimos años, y sin duda Trump volverá a hacerlo.

Pero emitir órdenes para demostrar que se está actuando tiene un valor político, aunque al final resulten ineficaces, se reduzca su alcance o se anulen. Ese fue el caso de las disputas legales sobre la prohibición de viajar de Trump a ciudadanos de países de mayoría musulmana en 2017 y el plan de condonación de deudas de préstamos estudiantiles de Biden.

Trump evidentemente reconoció esto en la coreografía de sus órdenes ejecutivas del lunes. Por ejemplo, la orden destinada a «restaurar la libertad de expresión y poner fin a la censura federal» está cargada de retórica política, pero puede tener poco efecto práctico.

¿Puede durar la luna de miel?

Trump está disfrutando de sus más altos índices de apoyo y de la típica luna de miel postelectoral de la que goza la mayoría de los presidentes.

Pero este apoyo podría evaporarse fácilmente si las altas expectativas de sus partidarios no se cumplen rápidamente. En este contexto, las órdenes ejecutivas eran la forma más rápida de señalar avances en las prioridades clave a una nación impaciente.

En gran parte de Estados Unidos, la preocupación por la inflación y las deficientes infraestructuras sigue siendo elevada. Menos del 20 % del país está satisfecho con la dirección del país.

Para un país desesperado por el cambio, las promesas electorales de Trump de poner fin inmediatamente a las guerras en el extranjero, frenar el aumento de la inflación y hacer frente a la inmigración ilegal resultaron muy atractivas. Pero, hasta ahora, Trump no ha dado muchos detalles sobre estas promesas.

La mitad de los estadounidenses espera que el precio de los artículos de uso cotidiano baje durante su presidencia, incluidos casi nueve de cada diez de sus partidarios. Tres cuartas partes también esperan que lleve a cabo deportaciones masivas.

Sin embargo, el público sigue dividido sobre otros elementos de la agenda de Trump o no los entiende.

La naturaleza instantánea y dramática de las órdenes ejecutivas es, por tanto, una opción atractiva para Trump. Puede demostrar que está tomando medidas para cumplir sus promesas electorales y, al mismo tiempo, ganar tiempo para resolver cuestiones más espinosas.

La incómoda alianza de Trump con el Congreso

Los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, así como la Casa Blanca. Pero el margen históricamente estrecho de control republicano en la Cámara de Representantes y la espina perenne del filibusterismo en el Senado podrían amenazar la agenda legislativa de Trump.

Hasta que se cubran tres vacantes previstas en la Cámara, los republicanos no podrán permitirse ni un solo desertor en una votación de línea de partido. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ya está encontrando obstáculos para consolidar el apoyo a un «proyecto de ley MAGA» integral, que espera presentar en el Congreso a finales de este año.

En 2017, cuando Trump contaba con un Congreso igualmente amigable y con un margen mucho más cómodo, los republicanos seguían luchando por unirse en torno a una agenda legislativa. Se aprobaron importantes recortes fiscales, pero los cambios en el Obamacare y otras prioridades fracasaron en medio de las luchas internas del partido.

Esto allanó el camino para amplias victorias demócratas en las elecciones de mitad de mandato de 2018, un patrón que podría repetirse en 2026 dependiendo del progreso de los republicanos en los próximos dos años.

Al igual que Barack Obama antes que él, Trump podría recurrir a órdenes ejecutivas para eludir al Congreso, sobre todo si los republicanos pierden el control de la Cámara de Representantes en 2026. De hecho, su orden ejecutiva para suspender la prohibición de TikTok elude una ley bipartidista aprobada por el Congreso el año pasado y ratificada recientemente por el conservador Tribunal Supremo.

Estas medidas pueden generar fricciones con los legisladores, incluso con los de su propio partido.

El domingo mismo, Johnson insistió en que Estados Unidos «hará cumplir la ley» contra TikTok. Y dos senadores republicanos advirtieron en contra de ofrecer a la plataforma china cualquier tipo de prórroga, que según ellos «no tendría base legal».

Las divisiones entre los republicanos también son evidentes sobre la posibilidad de aranceles y el futuro de la política migratoria de Trump.

Por ahora, estas tensiones quedarán aparcadas en medio de la euforia de la toma de posesión. Pero inevitablemente resurgirán y podrían provocar el regreso al bloqueo legislativo y a la inacción. Tales retrasos podrían encontrar poca paciencia entre los estadounidenses ansiosos de soluciones rápidas a problemas difíciles de solventar.


Samuel Garrett, research Associate, United States Studies Centre, University of Sydney. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

The Conversation

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