La universidad, cada vez un poquito más privada
Recibe el boletín – Cada semana, te enviamos las novedades de las aulas y alrededores en nuestro boletín sobre Educación Sorpasso importante en la universidad. Por primera vez, los campus privados tienen más alumnos de máster que los públicos. No es la noticia del siglo, veníamos anunciado hace tiempo que iba a pasar, pero sí supone un hito simbólico de peso en la (no tan) lenta pero constante privatización del sistema. No os quiero aburrir con datos –están todos los necesarios en el artículo que publicamos el miércoles, con sus buenos gráficos para que entendáis mejor la evolución–, pero sí dejo dos significativos: las privadas han triplicado su alumnado en menos de diez años; y en la enseñanza online, lo privado golea por 90.000 a 10.000 a lo público. ¿Qué está pasando para el sector evolucione así? Es una mezcla de factores. Uno innegable es que la reforma de Bolonia exige los másteres. En el peor de los casos lo hace de manera figurada: la composición del mercado laboral y la creciente competencia han dejado en insuficientes los meros grados. Hay que distinguir, hay que destacar, y eso lo da, en teoría un máster. Para otros la obligación es literal. Profesiones como los docentes, ingenieros, arquitectos, abogados, etc. tienen que hacer un posgrado para poder ejercer. Y ahí hay un cuello de botella importante: la pública no da de sí –tampoco quiere, en aras de mantener una cierta calidad a partir de números pequeños en sus másteres– y la privada hace lo que mejor se le da: ocupar un hueco de mercado. Como en España todavía importa poco en el mercado laboral dónde se saca uno el título, y más con estos másteres habilitantes, los estudiantes abrazan esta opción. Tienen que pagar más que en una pública, sí, pero no pierden un año (o dos o tres) esperando una plaza que puede no llegar, y las universidades ingresan jugosos euros. Y esto explica también, al menos en parte, el dato de los alumnos online que os dejaba antes. Otro factor, menos establecido, más etéreo, es esta supuesta mayor adaptabilidad de la universidad privada a lo que necesita el mercado. No sé si es universal, pero hablando hace unos días con una profesora me explicaba que está buscando un máster que, además de una formación específica que le interesa recibir, le dé puntos para una oposición. Y no todos sirven para eso. Los únicos que encontraba de la temática que quería y que fueran convalidables estaban en la privada. Como os decía, no deja de ser la crónica de un sorpasso anunciado. El siguiente hito, que también se cumplirá más temprano que tarde, es que pase a haber más universidades privadas que públicas, algo que resultaba imposible de imaginar hace 25 años. Pero probablemente también fueron pocos los que vieron la voracidad del proceso privatizador, y aquí estamos. Cada día un poquito peor. Siento el pesimismo, pero es lo que veo cada día. Y paso mucho tiempo mirando. Esta semana hemos hablado de... Un juzgado investiga obras irregulares hechas por la Consejería de Educación de Ayuso entre 2021 y 2023 Dos centros más a la lista de IES bajo sospecha de corrupción en el Gobierno de Ayuso. Recordaréis que un juzgado investiga las obras en varios institutos de FP de Madrid realizadas la pasada legislatura. Básicamente es un caso de troceo de contratos: se parte una gran obra en muchas pequeñas para saltarse los controles de contratación pública y adjudicar a dedo. Pasó por todo Madrid, lo que hace sospechar al juez que pudo ser una cosa orquestada a cierto nivel. Hasta ahora se conocían ocho casos, hoy sabemos que hay al menos otros dos sospechosos. Durante todo este tiempo una de las líneas de defensa del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que no está claro la implicación que tiene, h
Recibe el boletín – Cada semana, te enviamos las novedades de las aulas y alrededores en nuestro boletín sobre Educación
Sorpasso importante en la universidad. Por primera vez, los campus privados tienen más alumnos de máster que los públicos. No es la noticia del siglo, veníamos anunciado hace tiempo que iba a pasar, pero sí supone un hito simbólico de peso en la (no tan) lenta pero constante privatización del sistema.
No os quiero aburrir con datos –están todos los necesarios en el artículo que publicamos el miércoles, con sus buenos gráficos para que entendáis mejor la evolución–, pero sí dejo dos significativos: las privadas han triplicado su alumnado en menos de diez años; y en la enseñanza online, lo privado golea por 90.000 a 10.000 a lo público.
¿Qué está pasando para el sector evolucione así? Es una mezcla de factores. Uno innegable es que la reforma de Bolonia exige los másteres. En el peor de los casos lo hace de manera figurada: la composición del mercado laboral y la creciente competencia han dejado en insuficientes los meros grados. Hay que distinguir, hay que destacar, y eso lo da, en teoría un máster.
Para otros la obligación es literal. Profesiones como los docentes, ingenieros, arquitectos, abogados, etc. tienen que hacer un posgrado para poder ejercer. Y ahí hay un cuello de botella importante: la pública no da de sí –tampoco quiere, en aras de mantener una cierta calidad a partir de números pequeños en sus másteres– y la privada hace lo que mejor se le da: ocupar un hueco de mercado.
Como en España todavía importa poco en el mercado laboral dónde se saca uno el título, y más con estos másteres habilitantes, los estudiantes abrazan esta opción. Tienen que pagar más que en una pública, sí, pero no pierden un año (o dos o tres) esperando una plaza que puede no llegar, y las universidades ingresan jugosos euros. Y esto explica también, al menos en parte, el dato de los alumnos online que os dejaba antes.
Otro factor, menos establecido, más etéreo, es esta supuesta mayor adaptabilidad de la universidad privada a lo que necesita el mercado. No sé si es universal, pero hablando hace unos días con una profesora me explicaba que está buscando un máster que, además de una formación específica que le interesa recibir, le dé puntos para una oposición. Y no todos sirven para eso. Los únicos que encontraba de la temática que quería y que fueran convalidables estaban en la privada.
Como os decía, no deja de ser la crónica de un sorpasso anunciado. El siguiente hito, que también se cumplirá más temprano que tarde, es que pase a haber más universidades privadas que públicas, algo que resultaba imposible de imaginar hace 25 años.
Pero probablemente también fueron pocos los que vieron la voracidad del proceso privatizador, y aquí estamos. Cada día un poquito peor. Siento el pesimismo, pero es lo que veo cada día. Y paso mucho tiempo mirando.
Esta semana hemos hablado de...
- Dos centros más a la lista de IES bajo sospecha de corrupción en el Gobierno de Ayuso. Recordaréis que un juzgado investiga las obras en varios institutos de FP de Madrid realizadas la pasada legislatura. Básicamente es un caso de troceo de contratos: se parte una gran obra en muchas pequeñas para saltarse los controles de contratación pública y adjudicar a dedo. Pasó por todo Madrid, lo que hace sospechar al juez que pudo ser una cosa orquestada a cierto nivel. Hasta ahora se conocían ocho casos, hoy sabemos que hay al menos otros dos sospechosos.
- Durante todo este tiempo una de las líneas de defensa del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que no está claro la implicación que tiene, ha sido culpar a los directores de los centros afectados. Hoy os estamos contando que un informe del propio Ejecutivo regional exonera a los directores y apunta al Gobierno propiamente.
- 800 familias de Catalunya, sin ayudas para infantil por un embrollo burocrático. Es una situación enrevesada que afecta también a los centros, que a su vez culpan a la Generalitat. Las familias pidieron las ayudas para este programa, que venía de 2022, a través de las escuelas infantiles, que elevaron la solicitud a Educación y se encontraron con que la consejería había adelantado los plazos sin avisar y ya llegaban tarde y no las podían conceder. Así que ahora las familias le exigen las ayudas a los centros, estos a la Generalitat y esta dice que ya está resuelto y no se pueden conceder más. Un lío.
- La Justicia obliga a Mazón a contratar 2.000 profesores. Son en concreto 1.898 docentes que Gobierno del Botànic pactó con los sindicatos, pero no le dio tiempo a incorporar. El actual Ejecutivo tampoco lo había hecho, pero ahora un juez le exige que cumpla lo pactado y además le pide que identifique, en un plazo de cinco días, a las “autoridades, funcionarios o agentes” responsables de “dar cumplimiento de lo acordado”.
- 21 meses de cárcel para un profesor de La Laguna por abuso sexual. Pedro José Domínguez ha sido condenado como autor de siete delitos de abusos sexuales a otras tantas alumnas. El acusado admitió los hechos que se le imputaban en el juicio oral: haber realizado tocamientos a sus víctimas sin que mediara consentimiento y haber proferido comentarios de tipo sexual hacia ellas.
- Tristemente, no ha sido el único incidente de este tipo la semana pasada. En Asturias, la Consejería de Educación del Gobierno regional ha suspendido cautelarmente de empleo y sueldo a un profesor del Instituto de Educación Secundaria Elisa y Luis Villamil, en Vegadeo (Asturias), tras ser denunciado por varias alumnas por “comportamientos inapropiados”.
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- Nuevos temarios para las oposiciones docentes. El Gobierno los quiere cambiar. Falta hace, si se considera que los actuales datan de los 90 y tienen anomalías como que en el de Informática no se mencione internet o las redes sociales ni lenguajes de desarrollo web básicos como HTML o Python.
- Cantabria busca profesor de griego y no exige el máster. Os contamos hace unos meses que la falta de profesores en asignaturas técnicas estaba llevando a las comunidades autónomas a relajar, sino eliminar, los requisitos formativos que en teoría son obligatorios para ser profesor. Pues ya está pasando también en las humanidades. Cantabria busca desesperadamente profesores de griego, con o sin máster.
- Pilar Alegría ya es la candidata en Aragón. La ministra de Educación, actividad que ya compagina con la portavocía del Gobierno, será también secretaria general del PSOE en Aragón, su tierra natal, donde tratará de arrebatarle el poder al PP. La ministra parece cada día un poquito más lejos del ministerio.