¿Es bueno tomar agua con gas? Beneficios y cuándo no hacerlo

El agua con gas es una opción refrescante, comparable con el agua natural, pero con un toque efervescente, que resulta de la combinación de agua y dióxido de carbono. Aunque algunos mitos asocian su consumo con problemas digestivos, aumento de peso o daños dentales, en realidad, es una buena alternativa para hidratarse. La creencia de […] The post ¿Es bueno tomar agua con gas? Beneficios y cuándo no hacerlo appeared first on Mejor con Salud.

Ene 31, 2025 - 01:20
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¿Es bueno tomar agua con gas? Beneficios y cuándo no hacerlo

El agua con gas es una opción refrescante, comparable con el agua natural, pero con un toque efervescente, que resulta de la combinación de agua y dióxido de carbono. Aunque algunos mitos asocian su consumo con problemas digestivos, aumento de peso o daños dentales, en realidad, es una buena alternativa para hidratarse.

La creencia de que puede ser perjudicial surge de la comparación con los refrescos carbonatados, que sí contienen azúcares y aditivos. Sin embargo, en su forma pura, esta bebida es libre de dichos ingredientes y el gas solo causa ligeras alteraciones en sus características físicas.

En líneas generales, la mayoría de las personas pueden beberla todos los días sin mayores inconvenientes. Aun así, hay situaciones en las que es preferible evitarla. A continuación, abordaremos sus principales ventajas para la salud y, sobre todo, aclararemos algunos de los mitos más comunes sobre su ingesta.

Razones para tomar agua con gas

Hay quienes encuentran en el agua con gas, también llamada agua carbonatada, una opción más atractiva para calmar la sed. Es refrescante, agradable al paladar y sus beneficios son casi idénticos a los del agua mineral o natural.

Ideal para hidratarse

El agua con gas es tan hidratante como el agua natural. La razón es muy simple: la única diferencia entre ambas es la presencia de dióxido de carbono (CO2). Este gas no afecta en lo más mínimo sus propiedades y, de hecho, es eliminado por nuestro cuerpo tras ser ingerido.

Así pues, es una buena alternativa para contribuir a un aporte óptimo de líquidos diarios, añadiendo variedad y una sensación diferente al paladar.

Puede aportar algunos minerales

El agua mineral con gas puede contener minerales como el calcio, el magnesio, el potasio y el sodio. Estos provienen de las fuentes naturales de agua y se asocian a beneficios para la salud ósea y dental, la función nerviosa y el equilibrio electrolítico, entre otros.

Sin embargo, es primordial aclarar que su aporte a través de esta bebida es mínimo y no es imprescindible si llevas una dieta balanceada. Es decir, su beneficio está más relacionado con complementar la ingesta de minerales, que con ser una fuente significativa de estos.

Favorece la digestión

Algunas personas experimentan beneficios a nivel digestivo tras consumir agua carbonatada. Este efecto se atribuye a su capacidad para estimular la producción de enzimas digestivas, que facilitan el paso rápido de los alimentos a través del sistema digestivo y disminuyen la sensación de pesadez después de las comidas.

No es un efecto universal, pues no todos lo experimentan de la misma forma. De hecho, la evidencia científica que respalda los efectos directos del agua con gas sobre la digestión es escasa y la mayoría de las afirmaciones provienen de reportes anecdóticos.

Aporta saciedad

Las burbujas presentes en esta bebida pueden generar una sensación de saciedad temporal que puede ser útil entre quienes intentan controlar su apetito. En sí, su consumo no causa efectos directos en el control del peso, pero sí puede considerarse como parte de la estrategia.

Puede mejorar la percepción del sabor

El gas carbónico en el agua tiene un ligero efecto en su acidez (disminuye el pH), lo que puede afectar la manera en que se percibe su gusto. Además, la efervescencia produce una limpieza temporal del paladar, eliminando residuos de sabores anteriores. Esta experiencia es subjetiva.

Más saludable que los refrescos

Si estás procurando evitar el consumo de refrescos o bebidas azucaradas, el agua con gas puede ser un buen aliado. Te proporciona frescura y satisfacción sin añadido de azúcar, saborizantes o aditivos. Eso sí, procura revisar su etiqueta para verificar que está libre de estos compuestos.

¿El agua con gas tiene efectos perjudiciales en la salud?

El agua con gas no produce efectos secundarios significativos en la salud cuando se consume con moderación. Hay muchos mitos extendidos, como que provoca erosión dental (daño del esmalte), desmineralización ósea (osteoporosis) o alteraciones a nivel renal. Pero no hay evidencia científica concluyente que respalde estas afirmaciones.

¿Cuándo es preferible evitar el agua con gas?

Hay casos específicos en los que se recomienda evitar el consumo de agua con gas:

No siempre es problemático, pero algunos manifiestan exacerbación de síntomas como los gases o la hinchazón tras consumir este tipo de bebidas.

Algunas versiones que contienen sodio pueden no ser la mejor opción para pacientes con hipertensión arterial. Sobre todo, si la ingesta es regular. Fuera de ello, no hay otros motivos para evitarla.

¿Es cierto que engorda?

No, el agua con gas no engorda si se elige en su versión pura, sin azúcares ni aditivos. La creencia de que afecta el peso surge de confundirla con bebidas saborizadas o carbonatadas azucaradas, las cuales sí aportan calorías.

¿Puedo consumirla en el embarazo?

Sí, no existe ningún riesgo por beber agua con gas durante el embarazo. A pesar de esto, se recomienda ajustar su ingesta de acuerdo a la tolerancia individual, pues algunas embarazadas experimentan acidez estomacal o hinchazón.

¿Cuál es la cantidad recomendable?

No hay un límite estricto para el consumo de agua carbonatada. A menudo, se recomienda limitar a 3 vasos diarios (unos 600 mililitros). En general, complementa bien cualquier rutina de hidratación saludable, pero no debería sustituir por completo al agua corriente.

¿El agua con gas es mejor que el agua del grifo?

No. Aunque algunas presentaciones contienen minerales adicionales que no están en el agua de grifo, estos no son fundamentales y pueden obtenerse de otras fuentes en la dieta. En muchos países, el agua corriente es igual de segura y saludable para el consumo.

Beberla es cuestión de preferencia

Tomar agua con gas es saludable, pero su consumo depende más del gusto personal que de una necesidad específica. En sí, no ofrece ventajas adicionales a las del agua natural; su atractivo es el efecto efervescente y el sabor refrescante.

Algo que debes tener en cuenta es que su precio suele ser más alto. Y, aunque no está mal disfrutarla, no justifica un mayor gasto si lo que buscas es simplemente obtener hidratación.

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