Entrevista a Jesús Ramírez, el entrenador español que triunfa en la gran revelación en Alemania

El Basketball Löwen Braunschweig es un modesto club alemán que, contra todo pronóstico, está plantando cara a los grandes equipos alemanes. El equipo lleva más de cuatro años de crecimiento continuo, coincidiendo con la llegada a la propiedad del NBA Dennis Schröder… y de Jesús Ramírez al banquillo. El técnico catalán (Granollers, 1979) atiende a Gigantes […] La entrada Entrevista a Jesús Ramírez, el entrenador español que triunfa en la gran revelación en Alemania aparece en Gigantes del Basket.

Ene 26, 2025 - 13:21
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Entrevista a Jesús Ramírez, el entrenador español que triunfa en la gran revelación en Alemania

El Basketball Löwen Braunschweig es un modesto club alemán que, contra todo pronóstico, está plantando cara a los grandes equipos alemanes. El equipo lleva más de cuatro años de crecimiento continuo, coincidiendo con la llegada a la propiedad del NBA Dennis Schröder… y de Jesús Ramírez al banquillo.

El técnico catalán (Granollers, 1979) atiende a Gigantes del Basket después de ver reforzada su confianza por parte del club. Su contrato, que vencía este verano, se ha prolongado hasta 2027 tras su magnífica labor al frente del Löwen Braunschweig.

Gigantes: Lo primero, felicitarte por la renovación. ¿Cómo ha sido el proceso?

Jesús Ramírez: Ha sido un proceso bastante natural. En verano tuvimos las primeras conversaciones sobre la continuidad. Fue una sorpresa agradable que te digan que quieren continuar contigo. Como escucho cada día e intentamos basar muchas cosas en la continuidad, era algo que podía pasar. El contrato acababa en junio y llegamos al acuerdo de seguir dos años más. Perfecto, continuidad.

G: Cumplirías seis temporadas en Braunschweig, lo que es un hito viendo la profesión.

J.R.: Sí, la verdad es que sí. Hay casos como el de Ibon Navarro, que también acaba de renovar y va a hacer las mismas temporadas, más o menos. Creo que empezó a mitad de temporada. Pero sí, pasa poco. No he hecho números, pero creo que ya soy el con más partidos en la historia de Braunschweig. Es un mensaje de que la continuidad es importante y lo agradezco. Por mi parte, me da la tranquilidad de reforzar lo que hacemos, de entrenar bien, hacer las cosas bien hechas y subir a los chicos jóvenes desarrollarles en la pista y también fuera. Todo esto al máximo nivel que yo pueda con la confianza de la dirección.

G: ¿De qué estás más orgulloso de estos años entrenando en Braunschweig?

J.R.: De desarrollar el concepto, desarrollar el proyecto, de dar oportunidad a chicos jóvenes, especialmente alemanes, pero también de cualquier parte del mundo. Creeremos que merecen una oportunidad y que pueden llegar a ser muy buenos. Es lo que más me llena. No es tan fácil como parece cuando has de jugar en otras ligas a un buen nivel. Es algo muy agradecido de ver. Cuando este proceso acaba te quedan las cosas buenas: ayudar a un chico de otro país a entender cómo tiene que entrenar, a entender que tiene que mejorar y luego ellos hacen el resto. Esa es quizás la parte con la que estoy más contento.

G: De hecho, por tus manos han pasado dos jugadores que ahora son grandes jugador de la Liga Endesa, como David Kramer y Jilson Bango. ¿Podías esperar ese crecimiento cuando llegaron al Löwen?

J.R.: Yo esperaba crecimiento por parte de los dos, 100%. ¿Cuánto? Siempre les digo que van a ser lo bueno que merezcan ser. Lo primero es que los dos son muy buenos y lo segundo es que trabajan mucho. Pero cuando las expectativas de los jugadores son demasiado altas porque alguien se las pone, creo que es contraproducente y es más negativo que positivo.

A Jilson, cuando le sacamos de Angola, vino con la expectativa de jugar y ayudar a su familia. Con esa humildad iba a ir hacia arriba seguro. David era algo diferente porque le conocía de mi tiempo en el Ulm y había trabajado con él. Sabía qué tipo de persona era y, al volver a Europa tras pasar por la G League, le ayuda mucho a situarse. Estoy muy contento de ver los jugar a un buen nivel.

G: Ahora mismo has logrado colocar al equipo en la 2ª posición de la liga alemana, con una sola derrota más que el Bayern, líder. Me ha dicho que sois un club que está especializado en desarrollar jugadores, pero a nivel deportivo estáis superando expectativas. ¿Te esperabas algo así?

J.R.: No, la verdad es que no. Y una parte es el desarrollo de los jugadores y otra parte es competir al máximo nivel que podamos con estos chicos. No es sólo desarrollarlos a cualquier coste, es intentar hacerlos competir. Somos el equipo más joven de la liga, con uno de los tres presupuestos más bajos. Tenemos que competir con otro tipo de jugador y el desarrollo de jugadores va en dirección de que puedan competir. Es el objetivo principal. La posición tampoco me importa mucho, pero creo es el resultado de cosas que estamos haciendo bien. También porque hemos aprendido del pasado.

G: Además de tu caso, están el de Álex Mumbrú, Israel González, Pedro Calles, Josep María Berrocal o Pablo Laso la temporada pasada… ¿Está Alemania de moda para el entrenador español o crees que buscan una forma de entender el baloncesto?

J.R.: No sé si una moda, pero desde hace tiempo es una tendencia. Coincide con la llegada de Aíto, con Pedro ascendiendo a 1ª división. Desde ahí la liga se ha fijado un poco en el entrenador español. Cuando comenzó mi experiencia en Alemania, había muchos entrenadores americanos, luego vieron balcánicos y ahora parece que son los españoles. Es una tendencia de la liga y espero que siga, porque será señal de que lo estamos haciendo bien.

G: Pero visto lo visto, tú fuiste un pionero. Van a cumplirse 14 años de tu primera aventura en Alemania. ¿Qué te pareció más atractivo del reto?

J.R.: Estaba en una situación personal que me permitía moverme de país. Estaba trabajando en el departamento de marketing de una empresa y hacía basket por las tardes. Y dejé mi trabajo. Era mi pasión, era lo que quería hacer y siempre he sido muy inquieto. Esa oportunidad me pareció interesante, pero no especialmente por ser en Alemania, porque no conocía Ulm realmente. Me empecé a informar a partir de los contactos, pero no sabía exactamente cómo era la liga y en ese momento tampoco era la BBL que es hoy. Conocía gente en la ciudad que me daba confianza para moverme y a partir de ahí di el paso. El resto es trabajo, trabajo y trabajo. Luego mi carrera me ha llevado a Polonia, Hungría o Bilbao.

G: Tengo entendido que en Ulm, además de ser asistente del primer equipo, también apoyaste en labores de la academia.

J.R.: Sí. Mi primer año llevé el Sub19 y el Sub12. Además, estaba con el primer equipo como ayudante. A partir del segundo año ya estaba exclusivamente con el primer equipo porque nos clasificamos para Europa y cambió todo un poco.G: A nivel formativo, Ulm tiene un proyecto potente. ¿Qué diferencias principales encuentras entre Alemania y España?

J.R.: Cuando llegué, encontré una estructura muy, muy pobre en comparación a lo que es ahora. Ahora es una potencialmente una de las mejores escuelas en Europa han enviado chicos al Draft durante los últimos años. Crearon la OrangeAcademy, que es una academia tipo L’Alqueria en Valencia. Cuando yo llegué se empezó un poco a crear esa estructura que ahora está realmente en otra galaxia.

La comparación con España en general aquí se intenta, pero no tiene la historia, no tiene la experiencia, no tiene el efecto que tiene en la sociedad en España. Se necesita el tiempo para estar cerca. Sí que hay clubs que intentamos hacer una estructura lógica de base, hacer las cosas bien. Pero en España hay muchísima más estructura, más profesionalidad sin ser profesionales. Quiero decir que hay muchos clubs en Cataluña, cerca de donde yo soy, que hacen las cosas muy bien hechas, muy profesionalmente sin ser profesionales. Y aquí todavía están un poco por detrás.

G: Volviendo al Löwen. Vuestro caso resulta curioso, porque la estrella o la persona más reconocible del equipo es el propietario: Dennis Schröder.

J.R.: Sí. Bueno, y la estrella de la ciudad también. Dennis es una persona muy importante en la ciudad. Está muy agradecido porque cuando empezó a jugar un poco Braunschweig, junto con la figura de Liviu Calin, que lo tengo entre mis ayudantes, le ayudaron a amar el baloncesto y entrar en una dinámica de equipo. Está agradecido y de ahí que apoyó que mostró justo antes de que yo entrara hace cuatro años y medio. Apoyó al club, que estaba en una situación bastante crítica, quedándose con la mayor parte de las acciones y ahora es el propietario absoluto. Eso en cuanto a club, porque en la ciudad hace un mes o así estuvimos la inauguración de un parque que ha ayudado a remodelar con canastas. Hace cositas en la ciudad porque realmente está agradecido. Es alguien muy importante, muy respetado y que está haciendo las cosas bien últimamente.

G: Estuvo involucrado en tu renovación o, al final, delega un poco dado que está en plena temporada.

J.R.: Sí, ha estado ha estado involucrado. De hecho, durante el traspaso de Brooklyn a Golden State, estuvimos hablando de mi renovación. De hecho, yo pensé «pobre, debe estar cogiendo el avión, yéndose de una ciudad a otra con la familia», pero estuvimos hablando. Aunque aquí todo lo lleva Nils Mittmann, que es el general manager y director deportivo del club. El día a día ya lo llevamos entre él y yo, pero Dennis está al tanto de todos los partidos. Últimamente hablamos cada semana, especialmente cuando estuvimos hablando de renovar.

G: Me has mencionado Brooklyn, donde está una persona a la que conoces bien. Estuviste entrenando en una Summer League hace unos años con Jordi Fernández.

J.R.: Sí. Le conozco desde hace muchos años, de Cataluña, en nuestros tiempos de campus y de basket de formación. Hemos seguido en contacto y me invitó a esa Summer League. Hizo lo posible para que yo y mi primer entrenador en aquel momento en Ulm Thorsten Leibenath, que ahora es el director deportivo, pudiéramos asistir con Cleveland Cavaliers. Hemos estado siempre en contacto, hemos ido hablando y se ha dado esta situación curiosa que ha sido entrenador de Dennis.

G: Aún te quedan dos años y medio en Alemania, por lo menos. ¿Pero en un futuro te ves cogiendo un banquillo de la Liga Endesa?

J.R.: Sí. Espero estar preparado cuando salga la oportunidad de estar en un banquillo español en la Liga Endesa. Ahora no es algo que me preocupe. Estoy bien aquí y el proyecto en el cual estamos no está acabado. Siento que tengo que hacer más después de esta renovación. Pero en el futuro, no sabría decirte cuándo, espero estar preparado, hacerlo bien y tener también impacto en la Liga Endesa.

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