El embarazo fingido de Amy Schumer se hace largo en Netflix: crítica de 'Algo embarazada'

La película de Tyler Spindel, con Schumer como protagonista y guioniosta, empieza con simpatía pero se agota rápido y se torna pesada, dinámica aliviada a ratos con gags, detalles y fogonazos cómicos ocurrentes

Feb 7, 2025 - 18:52
 0
El embarazo fingido de Amy Schumer se hace largo en Netflix: crítica de 'Algo embarazada'

Ya sea para sus especiales o sus películas, Netflix se ha convertido en un espacio propicio para los cómicos estadounidenses. En la lista figura Amy Schumer (Y de repente, tú, Descontroladas, ¡Qué guapa soy!), protagonista y guionista de Algo embarazada, estreno en sus primeros días ubicado en el top 10 de la plataforma.

Schumer encarna a una mujer que desde niña ha deseado ser madre y que, a los 40, sigue sin haber visto cumplido su anhelo. Frustrada, se anima a colocarse una tripa falsa y fingir un embarazo, mentira que por supuesto se complicará y no tendrá más remedio que mantener.

El director Tyler Spinder, responsable de Unos suegros de armas tomar y de la reivindicable La otra Missy, ambas de Netflix, y la actriz se apoyan a su vez en las aportaciones humorísticas de Jillian Bell, Will Forte, Brianne Howey, Lizze Broadway, Urzila Carlson y Damon Wayans.

Crítica de 'Algo embarazada'

Las historias ideadas por Amy Schumer, con la excepción de Y de repente, tú, suelen dejar claro que su humor sin filtros y encauzado hacia lo femenino da para momentos sueltos y fogonazos en medio de lo olvidable y lo irregular. Algo embarazada, su película para Netflix, refresca la vigencia de esa percepción. Comienza bien pero se agota pronto, tanto que su dinámica se torna pesada como uno de esos procesos de gestación que parecen no acabar. Una espera aliviada a ratos por gags, detalles y situaciones ocurrentes.

Schumer juega con la clásica (y, según cómo se aplica, desgastada) premisa de la mentira que se agranda, se complica y se mantiene en el tiempo por el miedo que da frenar y confesar, fórmula desarrollada en el cauce del anhelo maternal y las frustraciones relacionadas. Lainy, su personaje, finge primero para sentirse mejor y después para no herir a la amiga y al potencial novio ideal (casualmente hermanos) que han aparecido en su vida en medio de la farsa.

Lo grueso, lo gamberro, la ironía y lo delirante se cogen de la mano en los golpes humorísticos divertidos y también en los fallidos y excesivos. La tendencia de Schumer a lo segundo aflora cuando termina estropeando la escena en el restaurante, hilarante de partida porque la protagonista, convencida de que su pareja le va a pedir matrimonio, se encuentra en contraste con que esta (Damon Wayans) le propone hacer un trío. El hecho de que las intervenciones secundarias de la lenguaraz Urzila Carlson pasen de lo vistoso a lo repetitivo supone asimismo otra manifestación de la circunstancia.

Respecto al lado ocurrente, este tiene su cumbre en el pasaje en el que Schumer tapa los ojos y pone manoplas a Will Forte para que no descubra el no embarazo durante el sexo (que además acontece con una cama ubicada en el garaje), en especial cuando ella sopesa cómo maniobrar para sentarse en la cara de él y que le practique un cunnilingus. Por otro lado, al espectador español seguramente le llamará la atención el nombre elegido para la escuela de yoga prenatal en la que Lainy conoce a su nueva amiga (Mamasté, como suena y se escribe).

Algo embarazada introduce apuntes alusivos acerca de cómo se sienten las mujeres en el camino hacia la maternidad. La mención a la soledad que les puede invadir, tengan o no compañía, desprende cierto interés, el cual, como ocurre con el encanto que transmite el vínculo con Forte, se resiente por la dilatada narración y la planísima y anodina dirección de Tyler Spindel.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.