El crepúsculo de un partido de gobierno en Aragón: el PAR agoniza entre líos judiciales y amaños reconocidos

La perpetua crisis interna y la huida del voto aragonesista jalonan su progresiva decadenciaEn la caída de los últimos años brilla con luz propia la figura de José Ángel Biel, último líder histórico y que en sus memorias admite con humor haber amañado las primarias de 2015El juez ordena al PAR repetir el Congreso del partido en un plazo de seis meses El reciente fallo judicial que ordena repetir el congreso del Partido Aragonés de 2021, con una formación ya despedazada y muchos de los dirigentes de entonces en otras filas, es el último capítulo en la deriva de una formación que en sus mejores tiempos llegó a estar al frente del Ejecutivo autonómico (1987-1993) y que desde hace 30 años ha sido la principal llave de gobierno en Aragón. Tras una progresiva agonía marcada por la fractura interna, que en su clímax ofreció a un líder histórico -el exvicepresidente autonómico José Ángel Biel- guiando una minuciosa voladura del partido, la situación actual adquiere ya un carácter rocambolesco debido a una sentencia de imposible ejecución. Si hay un resumen perfecto del crepúsculo que afronta el PAR es, de hecho, el propio Biel admitiendo entre risas que amañó las primarias de 2015. Lo plasma en su libro de memorias, recientemente publicado: “Para los votos que faltaran, activamos el modelo de Maradona en el partido de Argentina contra Inglaterra”. En cuanto al devenir judicial del partido, el simple ejercicio de intentar hacer una síntesis resulta complejo. La Audiencia Provincial de Zaragoza anuló en abril de 2023 -un mes antes de las elecciones autonómicas- la mencionada cita congresual por irregularidades, al incluirse a última hora más de 300 nuevos militantes en el censo. Un año después, el Tribunal Supremo invalidó el nuevo congreso convocado por la dirección del partido. Y, ahora, el Juzgado de primera instancia número 18 de Zaragoza -la resolución es firme- ordena el cese de la ejecutiva que salió de aquel congreso. Detrás de todas estas resoluciones judiciales está un demandante: Xavier de Pedro, militante del PAR, letrado de la Comunidad Autónoma y actual presidente del Consejo Consultivo de Aragón. De Pedro, por cierto, era el candidato de José Ángel Biel para Zaragoza capital en las primarias amañadas hace diez años. Entre sentencia y sentencia, el PAR ha sufrido dos escisiones, la principal de ellas -Aragoneses- integrada ya en el PP y con cargos en el Gobierno de Azcón; como Elena Allué, actual diputada popular. De hecho, de la ejecutiva previa al congreso de 2021, la que vuelve a tener las riendas del partido, casi dos tercios de sus miembros han cambiado de bando o bien han renunciado a militar en el PAR. Y, con ellos, gran parte de los antiguos afiliados de base. Los entonces números uno y dos del partido, Arturo Aliaga y Joaquín Serrano, están retirados de la política. Alberto Izquierdo, único diputado autonómico del partido -solo él ha hecho pública su intención de presentarse a liderar el partido-, se encuentra comprometido por la inclusión de militantes hace cuatro años. En esta tesitura, repetir la cita congresual de 2021 en las mismas condiciones resulta casi una quimera. El progresivo declive en las urnas Este final, en cualquier caso, es solo resultado de un declive anunciado en las urnas: desde los 180.000 sufragios que recibió el PAR en las autonómicas de 1987, ha ido perdiendo votos elección tras elección -salvo 2007, en que prácticamente se mantuvo- hasta los 14.000 que logró en 2023, cuando se llevó un escaño por poco, gracias al 6,6% obtenido en la circunscripción de Teruel.  La caída en el respaldo popular ha tenido además como consecuencia una implantación municipal cada vez más escuálida, con menos concejalías y alcaldías. Esto ha supuesto menor presencia en las instituciones comarcales y provinciales y, en su traducción práctica, ha dejado sin sustento salarial a decenas de cargos aragonesistas. El Partido Aragonés (abandonó el apellido 'regionalista' en su sexto congreso, en 1990) nació a finales de los años setenta de la mano -principalmente, aunque no solo- de Hipólito Gómez de las Roces, que venía de presidir la Diputación Provincial de Zaragoza y de fundar la Candidatura Aragonesa Independiente de Centro. La formación aspiraba a rellenar el centro demoscópico desde un punto de vista aragonesista, aunque durante su trayectoria ha llegado a coquetear con el nacionalismo.  Desde las primeras elecciones autonómicas tuvo un apoyo popular destacado: en 1983 captó de hecho gran parte del voto centrista y recibió 124.000 sufragios, a solo 12.000 de la Alianza Popular.  Cuatro años más tarde escaló un puesto y, aunque se quedó lejos del PSOE de Santiago Marraco, suscribió con Alianza Popular un precario pacto -en minoría- y accedió a la Presidencia del Gobierno de Aragón, que recayó en el propio Gómez de las Roces.  Fue una

Feb 8, 2025 - 06:11
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El crepúsculo de un partido de gobierno en Aragón: el PAR agoniza entre líos judiciales y amaños reconocidos

El crepúsculo de un partido de gobierno en Aragón: el PAR agoniza entre líos judiciales y amaños reconocidos

La perpetua crisis interna y la huida del voto aragonesista jalonan su progresiva decadencia

En la caída de los últimos años brilla con luz propia la figura de José Ángel Biel, último líder histórico y que en sus memorias admite con humor haber amañado las primarias de 2015

El juez ordena al PAR repetir el Congreso del partido en un plazo de seis meses

El reciente fallo judicial que ordena repetir el congreso del Partido Aragonés de 2021, con una formación ya despedazada y muchos de los dirigentes de entonces en otras filas, es el último capítulo en la deriva de una formación que en sus mejores tiempos llegó a estar al frente del Ejecutivo autonómico (1987-1993) y que desde hace 30 años ha sido la principal llave de gobierno en Aragón. Tras una progresiva agonía marcada por la fractura interna, que en su clímax ofreció a un líder histórico -el exvicepresidente autonómico José Ángel Biel- guiando una minuciosa voladura del partido, la situación actual adquiere ya un carácter rocambolesco debido a una sentencia de imposible ejecución.

Si hay un resumen perfecto del crepúsculo que afronta el PAR es, de hecho, el propio Biel admitiendo entre risas que amañó las primarias de 2015. Lo plasma en su libro de memorias, recientemente publicado: “Para los votos que faltaran, activamos el modelo de Maradona en el partido de Argentina contra Inglaterra”.

En cuanto al devenir judicial del partido, el simple ejercicio de intentar hacer una síntesis resulta complejo.

La Audiencia Provincial de Zaragoza anuló en abril de 2023 -un mes antes de las elecciones autonómicas- la mencionada cita congresual por irregularidades, al incluirse a última hora más de 300 nuevos militantes en el censo. Un año después, el Tribunal Supremo invalidó el nuevo congreso convocado por la dirección del partido. Y, ahora, el Juzgado de primera instancia número 18 de Zaragoza -la resolución es firme- ordena el cese de la ejecutiva que salió de aquel congreso.

Detrás de todas estas resoluciones judiciales está un demandante: Xavier de Pedro, militante del PAR, letrado de la Comunidad Autónoma y actual presidente del Consejo Consultivo de Aragón. De Pedro, por cierto, era el candidato de José Ángel Biel para Zaragoza capital en las primarias amañadas hace diez años.

Entre sentencia y sentencia, el PAR ha sufrido dos escisiones, la principal de ellas -Aragoneses- integrada ya en el PP y con cargos en el Gobierno de Azcón; como Elena Allué, actual diputada popular. De hecho, de la ejecutiva previa al congreso de 2021, la que vuelve a tener las riendas del partido, casi dos tercios de sus miembros han cambiado de bando o bien han renunciado a militar en el PAR. Y, con ellos, gran parte de los antiguos afiliados de base. Los entonces números uno y dos del partido, Arturo Aliaga y Joaquín Serrano, están retirados de la política. Alberto Izquierdo, único diputado autonómico del partido -solo él ha hecho pública su intención de presentarse a liderar el partido-, se encuentra comprometido por la inclusión de militantes hace cuatro años.

En esta tesitura, repetir la cita congresual de 2021 en las mismas condiciones resulta casi una quimera.

El progresivo declive en las urnas

Este final, en cualquier caso, es solo resultado de un declive anunciado en las urnas: desde los 180.000 sufragios que recibió el PAR en las autonómicas de 1987, ha ido perdiendo votos elección tras elección -salvo 2007, en que prácticamente se mantuvo- hasta los 14.000 que logró en 2023, cuando se llevó un escaño por poco, gracias al 6,6% obtenido en la circunscripción de Teruel. 

La caída en el respaldo popular ha tenido además como consecuencia una implantación municipal cada vez más escuálida, con menos concejalías y alcaldías. Esto ha supuesto menor presencia en las instituciones comarcales y provinciales y, en su traducción práctica, ha dejado sin sustento salarial a decenas de cargos aragonesistas.

El Partido Aragonés (abandonó el apellido 'regionalista' en su sexto congreso, en 1990) nació a finales de los años setenta de la mano -principalmente, aunque no solo- de Hipólito Gómez de las Roces, que venía de presidir la Diputación Provincial de Zaragoza y de fundar la Candidatura Aragonesa Independiente de Centro. La formación aspiraba a rellenar el centro demoscópico desde un punto de vista aragonesista, aunque durante su trayectoria ha llegado a coquetear con el nacionalismo. 

Desde las primeras elecciones autonómicas tuvo un apoyo popular destacado: en 1983 captó de hecho gran parte del voto centrista y recibió 124.000 sufragios, a solo 12.000 de la Alianza Popular. 

Cuatro años más tarde escaló un puesto y, aunque se quedó lejos del PSOE de Santiago Marraco, suscribió con Alianza Popular un precario pacto -en minoría- y accedió a la Presidencia del Gobierno de Aragón, que recayó en el propio Gómez de las Roces. 

Fue una legislatura tumultuosa, con rupturas del acuerdo de gobierno, mociones de confianza y enfrentamientos con el Gobierno central. En las elecciones de 1991, el PAR inició su progresiva caída en votos, pero aun así obtuvo 17 escaños -lejos de los 30 del PSOE- y venció al PP en número de sufragios. La reedición del pacto supuso, eso sí, la renuncia del histórico Gómez de las Roces al cargo, que recayó en Emilio Eiroa. Dos años después, PAR y PP se quedaron sin gobierno merced a una moción de censura liderada por el PSOE, que se valió de un tránsfuga de los populares -Emilio Gomáriz- para que José Marco fuera investido.

El “clavillo de abanico”

A partir de entonces, el Partido Aragonés se convirtió en el “clavillo del abanico”, como lo denominó José Ángel Biel: en seis de las ocho últimas legislaturas, ha sido el principal apoyo del partido en el gobierno, ya sea el PSOE, ya sea el PP.

La historia del PAR en este siglo está marcada por dos nombres: el propio Biel, tanto en las etapas en que tuvo protagonismo activo como cuando optó por actuar entre bambalinas, y Arturo Aliaga. 

Diputado nacional primero y senador después entre 1977 y 1982, diputado autonómico entre 1983 y 2015 -ocho legislaturas seguidas-, vicepresidente del Gobierno autonómico de 1999 a 2011, presidente de las Cortes en el siguiente cuatrienio y en la sombra a partir de 2015, José Ángel Biel acaba de publicar su libro de memorias, a través del cual aspira a trazar su memoria política y a ajustar cuentas con su pasado.

En él refiere el mencionado amaño. En aquellas primarias de 2015, su pupilo Aliaga derrotó a Javier Allué, que contaba con el apoyo en la provincia de Zaragoza y que terminó por abandonar el partido (para fichar poco después por Javier Lambán para su Gobierno). Esa fue la primera etapa en casi 20 años para el PAR sin responsabilidades en el Ejecutivo autonómico, algo que les acabó pasando factura.

Cuando en 2019 Aliaga dio su apoyo a Lambán para un cuatripartito con Podemos y Chunta Aragonesista, la formación ya empezaba a estar abierta en canal. El propio Biel acabó renegando de Aliaga especialmente en privado pero cada vez más en público: en un artículo en El Periódico de Aragón en 2020 ('Cuatripartito'), anticipó que el “destino” del PAR era la desaparición se limitaba “simplemente a estar, sin ser ni hacer nada”. “Deberíamos preguntarnos si los ciudadanos perciben al PAR determinante en algún sentido político”, afirmó dos semanas después.

Y, por si acaso esta desaparición no fructificaba, él mismo fomentó la aparición de una escisión del partido, Aragoneses, encabezada por los principales rivales de Aliaga en el congreso de 2021 ahora anulado. La historia se cerró con Biel alabando a Jorge Azcón, suspendido de militancia y anunciando que se afiliaba a Aragoneses. Un partido, por cierto, integrado en el PP en las elecciones autonómicas de 2023 y con cargos en el Ejecutivo de Azcón.

Esta ruptura, unida al calvario judicial del partido, amenazan con llevarse definitivamente por delante al Partido Aragonés.

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