El chantaje sanchista con las pensiones

En política, en muchas ocasiones se ha hecho demagogia con las pensiones, pero si el nivel al que llega en ello la izquierda es alto, ya el nivel de populismo al que llega Sánchez es inalcanzable. Sánchez, que no tiene mayoría parlamentaria, pues perdió las elecciones y lo único que consiguió es una mayoría antinatural … Continuar leyendo "El chantaje sanchista con las pensiones"

Ene 27, 2025 - 22:14
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El chantaje sanchista con las pensiones

En política, en muchas ocasiones se ha hecho demagogia con las pensiones, pero si el nivel al que llega en ello la izquierda es alto, ya el nivel de populismo al que llega Sánchez es inalcanzable. Sánchez, que no tiene mayoría parlamentaria, pues perdió las elecciones y lo único que consiguió es una mayoría antinatural basada en impedir que gobierne el centro-derecha, no en que pueda gobernar él, ha tratado de sacar adelante distintas normas intervencionistas y nocivas para la economía en un decreto ómnibus donde mezclaba aquellas con la revalorización de las pensiones o el mantenimiento de la gratuidad del transporte público.

Tras perder, trata de hacer ver a la sociedad de que el PP -se olvida de sus socios, que votaron con el PP- impide la revalorización de las pensiones y que si los pensionistas pierden poder adquisitivo será por culpa del PP.
Con independencia de que sea un error económico revalorizar las pensiones por el IPC en lugar de volver a la reforma de 2018 del Gobierno del presidente Rajoy, no es cierto que no vayan a revalorizarse por culpa del PP, que ya ha anunciado que votará a favor si se vota individualmente. Es el Gobierno el que con el batiburrillo de su decreto hizo imposible que esa medida saliese adelante.

En su soberbia, el presidente Sánchez amenaza con volver a llevar el mismo decreto ómnibus, que habría que volver a rechazar. Él, que ha abusado como nadie antes del RDL, no quiere aprobar uno para las pensiones. Suya será la responsabilidad de que no salga adelante la revalorización, porque, desde luego, no se puede votar a favor de ese decreto ómnibus en ningún caso.
Los socialistas siempre han utilizado a los pensionistas como pretexto para tratar de debilitar políticamente a sus adversarios, al tiempo que sembraban las bases, con sus actuaciones, para llevar a la quiebra a la Seguridad Social.

Así, el presidente González llegó a decirle al presidente Aznar que la derecha iba a bajar 8.000 pesetas (48,08 euros, para los lectores más jóvenes) al mes a cada pensionista. Dicha afirmación, que el tiempo demostró falsa, fue acompañada de legar una situación de la Seguridad Social con un problema presupuestario de 600.000 millones de pesetas (3.606,07 millones de euros), sin liquidez para poder abonar la extra de diciembre de 1996 a los pensionistas, que hizo que el Gobierno de Aznar tuviese que pedir préstamos a la banca para poder pagarla, debido al quebranto recibido como herencia.

Ahora, Sánchez culpa de la no revalorización de las pensiones al PP, cuando es él quien impide cualquier revalorización al emplear a los pensionistas como rehenes, en un chantaje permanente. Al mismo tiempo, con su reforma de las pensiones conduce dicho sistema al abismo.
Sánchez no sólo gobierna mal, con derroche e intervencionismo contraproducente, además de soberbia, sino que trata de sobrevivir parapetado detrás de los pensionistas, como si fuesen escudos humanos, tras los que se resguardase para intentar seguir un tiempo más en La Moncloa.

La realidad del sistema de pensiones español no es otra que el hecho de que el sistema está quebrado, aunque todavía no se perciban todos sus efectos, gracias al tiempo en el que se ha empleado el fondo de reserva que se creó durante los gobiernos del presidente Aznar, la deuda que emite el Tesoro para cubrir el déficit de la Seguridad Social y el bajo tipo de interés de ésta durante años, debido a la inundación de liquidez que aplicó desde 2012 y durante una década el Banco Central Europeo (BCE). Y mientras, la reforma Sánchez-Escrivá empeora la sostenibilidad del sistema, aumentando el gasto y comprometiendo todo a una subida permanente de los tipos de cotizaciones a la Seguridad Social que perjudicarán a la economía, no consiguiendo su propósito de una mayor recaudación, agrandando el déficit del sistema.

Todo ello, nos lleva a un escenario muy complicado para el conjunto de la economía española, donde hace falta que se acometan reformas estructurales, pero especialmente delicado para el sistema de pensiones, en el que no se dice la verdad. Es imprescindible abordar con urgencia una verdadera reforma del sistema de pensiones, que lo saque del debate político y que preserve la viabilidad del sistema, pero, en lugar de eso, Sánchez juega con los pensionistas, con sus pensiones, las pone en peligros y los utiliza como rehenes para hacer chantaje político.