El cangrejo miniatura más picudo del planeta vive en el Golfo de México (imágenes)

En las profundidades del Golfo de México, un diminuto cangrejo espinoso ha robado la atención de miles en internet. Este pequeño habitante del océano, con su cuerpo cubierto de espinas y sus encantadores ojos diminutos, fue descubierto por investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de manera completamente accidental.

Mientras los científicos recolectaban muestras de coral a bordo de un barco de investigación, notaron algo inusual dentro de una bolsa plástica: ¡un cangrejo bebé! Este hallazgo inesperado se convirtió en el protagonista de un video viral que ha cautivado a usuarios de todo el mundo.

This is the cutest, spikiest, tiniest crab in the world! (Don’t quote us on that—it’s called hyperbole.)

It was found during an operation in the Gulf of Mexico, which collected samples of mesophotic and deep-sea coral species for lab rearing and propagation.
Credit: @sanctuaries pic.twitter.com/ObYx2YveHW

— NOAA Fisheries (@NOAAFisheries) January 8, 2025

¿Quién es este curioso habitante marino?

Se sospecha que este diminuto crustáceo proviene de la especie Neolithodes agassizii, una variedad de cangrejo real conocida por sus cuerpos espinosos y hábitos únicos. Los ejemplares adultos de esta especie pueden crecer hasta 12 centímetros de largo, sin contar sus patas, pero este pequeño hallazgo es apenas del tamaño del ancho de un dedo, lo que indica que es aún muy joven.

Estos cangrejos suelen habitar a profundidades que oscilan entre los 200 y los 1,900 metros, donde las condiciones son oscuras y frías. A medida que crecen, desarrollan una especie de “cabellera” de espinas que los hace lucir como criaturas de otro mundo, algo que seguramente este joven crustáceo exhibirá con orgullo cuando alcance la madurez.

Un estilo de vida peculiar

Una de las características más fascinantes de los juveniles de Neolithodes es su relación con los llamados “cerdos marinos” (Scotoplanes), unas criaturas translúcidas que se desplazan lentamente por el fondo del océano en busca de restos orgánicos para alimentarse. En un ambiente donde escasean los lugares para esconderse, estos pequeños cangrejos han desarrollado un comportamiento ingenioso: utilizan a los cerdos marinos como transporte y refugio.

Investigaciones del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI) han revelado que aproximadamente una cuarta parte de los cerdos marinos estudiados llevaban a un cangrejo juvenil “de pasajero”. Este comportamiento no solo es adorable, sino que también refleja la capacidad de adaptación de estas criaturas para sobrevivir en un entorno hostil.

¿Un caso de evolución convergente?

Aunque los cangrejos reales como el Neolithodes agassizii se parecen a los cangrejos regulares, no están tan estrechamente relacionados con ellos como se podría pensar. De hecho, los cangrejos reales descienden de los cangrejos ermitaños y perdieron la necesidad de cargar con un caparazón hace aproximadamente 25 millones de años.

Este fenómeno, en el que especies no relacionadas desarrollan características similares debido a presiones ambientales compartidas, se conoce como “carcinización“. En otras palabras, la forma del cangrejo ha evolucionado de manera independiente varias veces a lo largo de la historia, algo que fascina a los biólogos evolutivos.

Un recordatorio de la diversidad marina

El hallazgo de este diminuto cangrejo no solo nos ha brindado un momento de ternura en redes sociales, sino que también subraya la riqueza y complejidad de los ecosistemas marinos. Desde las vastas planicies fangosas del fondo oceánico hasta las frías profundidades de los respiraderos submarinos, el océano está lleno de criaturas extraordinarias que aún esperan ser descubiertas.