El asteroide 2024 YR4 se dirige a la Tierra: "Puede producir un desastre"

Astrofísicos del CSIC creen que próximas observaciones que rebajarán el riesgo de impacto del 2024 YR4.

Feb 6, 2025 - 08:00
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El asteroide 2024 YR4 se dirige a la Tierra: "Puede producir un desastre"

Del asteroide 2024 YR4, el cuerpo celeste que ha activado por primera vez el Protocolo de Seguridad Planetaria de la ONU por su potencial peligro para la Tierra, se sabe que tiene un tamaño preocupante, entre 40 y 90 metros de diámetro, y que manifiesta una probabilidad del 1,3% de impactar en nuestro planeta el día 22 de diciembre de 2032, según las primeras observaciones de su órbita. Aunque esta probabilidad sea muy baja (hay un 98,7% de que no impacte finalmente) resulta suficiente como para que se hayan encendido las alarmas en Naciones Unidas.

"Como existe riesgo de colisión superior al 1% y el objeto tiene un tamaño que puede producir un daño significativo, hay que poner en marcha una serie de acciones coordinadas entre las agencias espaciales, principalmente la ESA, la agencia europea, y la NASA", explica a 20minutos José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, del CSIC.

Las acciones incluyen un seguimiento "estricto" del asteroide para acotar con mayor precisión cuál es la probabilidad de impacto, para conocer sus propiedades y el tamaño exacto. "En caso de que se confirme que se puede producir el impacto, se tendrá que determinar en qué zona del planeta se produciría y qué acciones habría que tomar para mitigar los efectos de esa colisión", enumera el astrofísico.

René Duffard, experto en asteroides, doctor en Astronomía e investigador también del Instituto Astrofísico andaluz, añade por su parte que, efectivamente, el 2024 YR4 tiene "un tamaño adecuado como para producir desastres si impactara", pero ve poco probable que esto suceda y, sobre todo, considera "prematuro" determinarlo.

"El asteroide fue descubierto en Navidad, hace escasamente un mes, y cuando se ha calculado la órbita preliminar se ha visto que puede haber un posible impacto en el año 2032. Pero es demasiado prematuro, porque calcular una órbita con tan pocos datos es bastante impreciso. Cuando se conozca mejor la órbita de este objeto estoy seguro de que la alarma va a desaparecer, porque la probabilidad de impacto va a bajar", pronostica. No sería el primer asteroide que se cae de la lista de riesgo de la ONU, donde no hay ningún otro gran objeto celeste.

Duffard busca un ejemplo para que se entienda la imprecisión actual al medir la probabilidad del impacto en la Tierra. "Calculamos la orbita de un objeto que da la vuelta a la Tierra en cuatro años como si calculáramos el recorrido de una persona que da la vuelta a una pista de atletismo midiendo su trayectoria por los primeros tres pasos dados", explica. "Es como determinar que va a pasar a un metro de distancia nuestra, con un cálculo de 200 metros de margen de error", añade.

Una roca grande y alargada

En estos momentos, el asteroide 2024 YR4 es básicamente una luz a millones de kilómetros de distancia de la Tierra. Sin embargo, se sabe bastante de su morfología. El Gran Telescopio Canarias (GTC), el más grande del mundo, ha ayudado a conocer su composición, a base de silicatos y algo de metal. "Es una roca muy normalita", describe Duffard, "tarda unos 20 minutos en dar un giro y por la forma en que la que rota es patatoide, es alargado y no redondo. Aunque el diámetro todavía es difícil de medir", apunta.

Los científicos disponen de tres meses, hasta abril, para seguir observándolo a través de sus telescopios, porque el 2024 YR se aleja de la Tierra. Según sus cálculos, volverá a ser visible en diciembre de 2028, cuando se aproxime de nuevo, aunque en ese caso sin riesgo de impacto.

La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), de la NASA, ha determinado en su aviso para el año 2032 que, si se produjera una colisión regional del asteroide, el pasillo de riesgo lo constituyen el océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia.

"Decir eso es como decir todo el planeta, prácticamente", asegura el astrofísico Madiedo, "en el momento que dices que puede caer en el océano Pacífico ya has cubierto la mitad del globo. Hay tal incertidumbre con la trayectoria del objeto que dar una predicción fiable del lugar de impacto es imposible, aunque lo más probable es que impactara en el Pacífico, porque es lo más grande".

Donde podría caer el 2024 YR4

Según este científico, "lo deseable sería que cayera en una zona de tierra desértica y deshabitada, dado que si cae en mar se corre el riesgo de que pueda producir un tsunami". Su colega Duffard, por su parte, también cree que es más lógico que un asteroide caiga antes en el mar que en la tierra, por probabilidad. Sin embargo, confía en que sea posible desviarlo tecnológicamente en el espacio, como ya hizo la misión Dart, que alejó con éxito un asteroide sin riesgo de impacto con la Tierra en el año 2022.

El astrónomo Duffard explica que una de las funciones que tiene la oficina de la ONU que vigila los asteroides potencialmente peligrosos como este es, precisamente, el diseño de protocolos ante cualquier escenario. Tanto si hay que despejar zonas habitadas ante un posible tsunami, si cayera en el mar, como si hay que lanzar avisos a las zonas afectadas ante la caída de un objeto celeste a la Tierra, cuya explosión dejaría como mínimo "una inmensa polvareda y un cráter importante".

Los científicos del CSIC recuerdan que el último cuerpo celeste en impactar con nuestro planeta fue el bólido de la ciudad rusa de Cheliábinsk, la mañana del 15 de febrero de 2013, y que medía unos diez metros de diámetro. El meteorito impactó a 80 kilómetros de la localidad y liberó una energía treinta veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima. La explosión ocurrió aproximadamente a 20.000 metros de altura, pero la onda expansiva provocó 1.500 heridos y daños materiales.

Sin embargo, ambos señalan que este asteroide tiene más similitudes con el de Tlunguska, en la zona de Siberia, en Rusia, que cayó el 30 de junio de 1908. "No hubo testigos de la explosión porque se produjo en una zona deshabitada, afortunadamente", explica Madiedo. "No hay datos exactos, porque no había programas de seguimiento ni de estudio de este tipo de objetos, y la comunidad científica no se pone de acuerdo en si lo que impactó fue un asteroide o un cometa".

El tamaño de ese objeto era, como podría llegar a ser el 2024 YR4, de unos 100 metros de diámetro: "Devastó más de 2.000 kilómetros cuadrados de bosque, una superficie equivalente a entre un tercio y la mitad de la que puede tener cualquier provincia típica española pequeña".