Desnudo, encerrado y convertido en estrella de la tele sin él saberlo: la historia del auténtico "show de Truman" japonés

"La única persona que realmente entiende lo que sintió Truman, por lo que pasó, soy yo". La frase es de Tomoaki Hamatsu, alias 'Nasubi', un comediante japonés de 49 años, y el Truman al que se refiere no es el expresidente de EEUU ni el autor de 'A sangre fría' ni cualquier otro personaje de carne y hueso que haya usado ese nombre alguna vez. No. Nasubi habla del Truman que interpreta Jim Carrey en la película de 1998 dirigida por Peter Weir en la que se narran las aventuras y desventuras de un hombre que protagoniza un programa de telerrealidad sin tener la menor idea. Si la has visto, ya sabes lo delirante que resulta su argumento. Si no, ahí va un resumen rápido: Truman Burbank es un treintañero que lleva toda su vida siendo la estrella de un popularísimo reality cuya existencia desconoce. Todo en su vida es falso, puro atrezo, figurantes y guion. Su familia, actores. Sus amigos, actores. Su trabajo y hogar, un set. Todo material 100% pensado para prime time. Aunque él no lo sabe para que el reality sea mucho más real. Con semejante historia lo lógico sería pensar que Nasubi exagera cuando dice que él es "la única persona" capaz de empatizar "realmente" con el personaje de Truman; pero lo cierto es que sabe de lo que habla. El cómico japonés no nació y se crio en un plató de televisión, pero a finales de los 90 protagonizó durante año y medio un realityen su país tan popular como cruento y descabellado. Y sin saberlo. El año pasado su experiencia se rescató en un documental, 'The Contestant', dirigido por Clair Titley, y ahora la recupera ABC News para recordarnos probablemente una de las historias más delirantes de la historia de la televisión. Un aspirante a cómico famoso El caso de Nasubi arrancó en 1998 con un golpe de suerte. Durante toda su infancia había aspirado a convertirse en un cómico célebre en Japón, así que un buen día decidió presentarse al casting de un reality del país titulado 'Susunu! Denpa Shōnen'. Allí se encontró con otra veintena de comediantes en ciernes que tuvieron que escoger entre varias tarjetas. En la de Nasubi, que por entonces tenía unos 22 años, ponía "Ganador". Una suerte. O eso creyó él. El caso es que ese tarjetón le dio derecho a que los productores le pusiesen unos auriculares, le vendaran los ojos y lo metieron en un coche sin darle explicaciones. "Luego me llevaron a una habitación y me obligaron a desnudarme por completo porque querían que empezara desde cero. Me quitaron toda la ropa", relata a ABC News. En el diminuto apartamento en el que lo dejaron solo y en cueros se encontró con un revistero, un teléfono, un boli, postales en blanco, una radio, una tele sin conexión, una almohada, un quemador de gas, una ducha y los servicios justos e imprescindibles para sobrevivir. Y por justos hablamos de calefacción, agua corriente y electricidad. Nada más. Nada de ropa. Nada de comida ni agua embotellada. Y por supuesto nada de compañía en su peculiar encierro. ¿Qué le explicaron? ¿Cuál era el objetivo? A Nasubi solo le contaron una parte del proyecto. Incompleta y, por lo que se deduce de su testimonio, lo suficientemente difusa como para que no supiera en qué participaba. La idea era que el joven completase un reto que consistía en sobrevivir con lo que ganase en los sorteos de revistas y programas de radio. De ahí las postales, el boli y las revistas. El concurso finalizaría cuando alcanzase la suma simbólica de un millón de yenes (alrededor de 6.100 euros al cambio actual). Si eso ocurría le entregarían un premio en efectivo; aunque lo que Nasubi realmente ambicionaba era la otra promesa del concurso: lanzar su carrera como cómico. ¿Tenía garantías de que fuera a lograrlo? Ninguna. Al joven le entregaron una cámara con la que debía grabarse más o menos cada dos horas y sabía además que estaba siendo filmado. Con todo ese material, le explicaron, podría montarse luego un programa cómico que quizás (y solo quizás) llegaría a emitirse algún día en la televisión japonesa. La promesa fue suficiente para que Nasubi siguiese adelante sin tener una idea exacta de qué se hacía realmente con los vídeos. La promesa del premio y la fama bastaron. Al fin y al cabo 'Susunu! Denpa Shōnen' era un programa popular que se emitió en Nippon TV entre 1998 y bien entrado 2002. En Xataka La fiebre del 'true crime' está arrasando con todo. Incluida la paciencia de algunos familiares de las víctimas Si quería abandonar en algún momento, Nasubi tenía la puerta del apartamento abierta. Nadie le impedía cruzarla. Pero no lo hizo. Aparte de la motivación obvia, que era que lo habían dejado totalmente desnudo, una de las preguntas que más le han hecho desde entonces es por qué siguió adelante. El joven reconoce a ABC News que "sentía una presión silenciosa". "La persona con la que estaba hablando era un productor de tel

Ene 31, 2025 - 14:30
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Desnudo, encerrado y convertido en estrella de la tele sin él saberlo: la historia del auténtico "show de Truman" japonés

Desnudo, encerrado y convertido en estrella de la tele sin él saberlo: la historia del auténtico "show de Truman" japonés

"La única persona que realmente entiende lo que sintió Truman, por lo que pasó, soy yo". La frase es de Tomoaki Hamatsu, alias 'Nasubi', un comediante japonés de 49 años, y el Truman al que se refiere no es el expresidente de EEUU ni el autor de 'A sangre fría' ni cualquier otro personaje de carne y hueso que haya usado ese nombre alguna vez.

No.

Nasubi habla del Truman que interpreta Jim Carrey en la película de 1998 dirigida por Peter Weir en la que se narran las aventuras y desventuras de un hombre que protagoniza un programa de telerrealidad sin tener la menor idea.

Si la has visto, ya sabes lo delirante que resulta su argumento. Si no, ahí va un resumen rápido: Truman Burbank es un treintañero que lleva toda su vida siendo la estrella de un popularísimo reality cuya existencia desconoce.

Todo en su vida es falso, puro atrezo, figurantes y guion.

Su familia, actores. Sus amigos, actores. Su trabajo y hogar, un set. Todo material 100% pensado para prime time. Aunque él no lo sabe para que el reality sea mucho más real.

Con semejante historia lo lógico sería pensar que Nasubi exagera cuando dice que él es "la única persona" capaz de empatizar "realmente" con el personaje de Truman; pero lo cierto es que sabe de lo que habla. El cómico japonés no nació y se crio en un plató de televisión, pero a finales de los 90 protagonizó durante año y medio un realityen su país tan popular como cruento y descabellado. Y sin saberlo.

El año pasado su experiencia se rescató en un documental, 'The Contestant', dirigido por Clair Titley, y ahora la recupera ABC News para recordarnos probablemente una de las historias más delirantes de la historia de la televisión.

Un aspirante a cómico famoso

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El caso de Nasubi arrancó en 1998 con un golpe de suerte.

Durante toda su infancia había aspirado a convertirse en un cómico célebre en Japón, así que un buen día decidió presentarse al casting de un reality del país titulado 'Susunu! Denpa Shōnen'. Allí se encontró con otra veintena de comediantes en ciernes que tuvieron que escoger entre varias tarjetas. En la de Nasubi, que por entonces tenía unos 22 años, ponía "Ganador".

Una suerte. O eso creyó él.

El caso es que ese tarjetón le dio derecho a que los productores le pusiesen unos auriculares, le vendaran los ojos y lo metieron en un coche sin darle explicaciones.

"Luego me llevaron a una habitación y me obligaron a desnudarme por completo porque querían que empezara desde cero. Me quitaron toda la ropa", relata a ABC News.

En el diminuto apartamento en el que lo dejaron solo y en cueros se encontró con un revistero, un teléfono, un boli, postales en blanco, una radio, una tele sin conexión, una almohada, un quemador de gas, una ducha y los servicios justos e imprescindibles para sobrevivir. Y por justos hablamos de calefacción, agua corriente y electricidad.

Nada más. Nada de ropa. Nada de comida ni agua embotellada. Y por supuesto nada de compañía en su peculiar encierro.

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¿Qué le explicaron? ¿Cuál era el objetivo? A Nasubi solo le contaron una parte del proyecto. Incompleta y, por lo que se deduce de su testimonio, lo suficientemente difusa como para que no supiera en qué participaba. La idea era que el joven completase un reto que consistía en sobrevivir con lo que ganase en los sorteos de revistas y programas de radio.

De ahí las postales, el boli y las revistas.

El concurso finalizaría cuando alcanzase la suma simbólica de un millón de yenes (alrededor de 6.100 euros al cambio actual). Si eso ocurría le entregarían un premio en efectivo; aunque lo que Nasubi realmente ambicionaba era la otra promesa del concurso: lanzar su carrera como cómico.

¿Tenía garantías de que fuera a lograrlo? Ninguna.

Al joven le entregaron una cámara con la que debía grabarse más o menos cada dos horas y sabía además que estaba siendo filmado. Con todo ese material, le explicaron, podría montarse luego un programa cómico que quizás (y solo quizás) llegaría a emitirse algún día en la televisión japonesa.

La promesa fue suficiente para que Nasubi siguiese adelante sin tener una idea exacta de qué se hacía realmente con los vídeos. La promesa del premio y la fama bastaron. Al fin y al cabo 'Susunu! Denpa Shōnen' era un programa popular que se emitió en Nippon TV entre 1998 y bien entrado 2002.

Si quería abandonar en algún momento, Nasubi tenía la puerta del apartamento abierta. Nadie le impedía cruzarla. Pero no lo hizo. Aparte de la motivación obvia, que era que lo habían dejado totalmente desnudo, una de las preguntas que más le han hecho desde entonces es por qué siguió adelante.

El joven reconoce a ABC News que "sentía una presión silenciosa". "La persona con la que estaba hablando era un productor de televisión muy famoso, así que pensé que sería mejor para mi futuro en la industria del entretenimiento no ir en su contra. Estaba intentando hacerme un nombre".

"Creo que hay muchas razones", explicaba el año pasado a la BBC Tiley, directora del documental sobre Nasubi. "Una es que es muy estoico y eso se debe a su lugar de origen, Fukushima, y a sus padres, que eran muy estrictos. También es una persona muy leal. No quería meterse en líos y era muy joven e ingenuo. Todavía es increíblemente confiado. También está ese espíritu samurái de 'prevaleceré y aguantaré'".

Aguantó.

Vaya que si aguantó.

Nasubi estuvo 15 meses viviendo solo en aquel apartamento, desnudo, subsistiendo con lo que ganaba participando a distancia en sorteos de revistas o de la radio. El joven llegó a reconocer a A This American Life que durante los primeros días perdió tantos kilos que los productores acabaron interviniendo para llevarle pan y agua. Aunque esa ayuda duró poco. Solo hasta que empezó a ganar dinero.

Lo que conseguía sin embargo no siempre le servía para sobrevivir. Durante el reto Nasubi se hizo con pelotas de golf, una tienda de campaña, un osito de peluche o entradas para 'Spice World: The Movie'. En su lista de premios se incluyen bebidas azucaradas, arroz o incluso latas de comida para perros, con la que sobrevivió durante semanas.

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La única ropa que consiguió fueron unas bragas, así que en las grabaciones sus genitales aparecían siempre tapados con el dibujo de una berenjena. En los vídeos hay momentos en los que se le ve feliz, cantando; pero él reconoce que "la mayor parte" del tiempo que estuvo encerrado sufría.

La gran pregunta es… ¿Todo eso para qué? ¿Qué se hacía con las grabaciones de Nasubi? La respuesta es sencilla: un enorme negocio y un exitoso programa de telerrealidad  al que, según precisa la BBC, estaban enganchada alrededor de 15 millones de personas.

Las aventuras y desventuras del joven aspirante a cómico se recogían en un espacio semanal, 'Denpa Shōnen teki Kenshō Seikatsu', que se convirtió en uno de los contenidos más exitosos de 'Susunu! Denpa Shōnen'. Incluso se hacía merchandising inspirado en Nasubi.

El joven era famoso.

Una celebridad de la pequeña pantalla japonesa.

Pero él asegura que no tenía ni idea.

Durante más de un año la vida de Nasubi consistió en participar en sorteos, pensar en qué comería al día siguiente, mantenerse digno ante las cámaras y rezar para que cuando todo aquello acabase el premio fuese bueno y lo vídeos se emitiesen. Mientras, millones de japoneses seguían sus movimientos sentados ante sus teles.

Al cabo de 335 días el joven logró reunir el millón de yenes, pero el programa decidió que su contenido era demasiado bueno para ponerle fin, así que sus autores cambiaron el guion. Literalmente. Los productores le entregaron ropa, le vendaron los ojos y volvieron a subirlo a un coche.

¿Dónde acabó Nasubi? En otro apartamento. Pero esta vez de Corea del Sur. Allí le pidieron que participar en otro desafío truculento: debía reunir el dinero suficiente para pagarse el billete de avión que lo devolviera a Japón.

Le llevó cuatro meses.

Al cabo de ese período interminable y con el dinero ya reunido, los productores volvieron a intervenir fieles a su estilo: cogieron al joven, le vendaron los ojos, lo trasladaron a otra habitación y le pidieron que se desnudara, una situación con la que por entones el cómico ya se sentía cómodo. Tanto, de hecho, que tras las pruebas Nasubi tuvo que acostumbrase a todo lo contrario, a volver a usar ropa.

Temió que lo enviasen a Corea del Norte.

Pero no.

Esta vez el joven no acabó en un apartamento anónimo, sino en un atrezo, una habitación de 11 m2 con paredes falsas que se había levantado en mitad de un plató. Uno en el que por cierto había cientos de personas sentadas en los asientos del público para asistir al gran momento: el instante en el que se harían caer los muros de contrachapado y se expondría a Nasubi a la audiencia que llevaba meses observándolo.

En cueros.

Sin él saberlo.

No hace falta que os contemos cómo fue el momento porque tenemos el vídeo, una grabación de dos minutos en la que se ve al joven desorientado, delgado, con el pelo alborotado y recogido en un moño, tapándose los genitales con un cojín entre aplausos de cientos de desconocidos y una nube de confeti.

Le pagaron diez millones de yenes, unos 61.600 euros.

Y se hizo famoso.

Bueno, en realidad ya lo era, aunque él no lo supiera.

Así que sí, cuando Nasubi asegura que probablemente es la persona que mejor entiende al protagonista de 'El show de Truman' sabe bien de lo que habla.

Imágenes | Wikipedia

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La noticia Desnudo, encerrado y convertido en estrella de la tele sin él saberlo: la historia del auténtico "show de Truman" japonés fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .