Ciencia para todos T07E08: Récord de temperatura del Mar de Alborán

Te recomiendo escuchar el episodio T07E08, «Una profesora de la UMA publica «Cambio climático: récord de temperatura del Mar de Alborán», 21 ene 2025 [14:46 min.], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presenta Esther Luque Doblas (en esta ocasión Isabel Ladrón de Guevara), se emite todos los martes en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45 horas.

Entrevistamos al Dr. Manuel Vargas, físico oceanógrafo, Científico Titular en el Instituto Español de Oceanografía desde 2006, miembro del Grupo Mediterráneo de Cambio Climático. Sobre las noticias de este verano: Alexandra Smith, «Manuel Vargas: «Un mar más cálido hará más violentas las lluvias torrenciales en el Mediterráneo»,» 20 minutos, 07 ago 2022; Jesús Sánchez Orellana, «Málaga registra la temperatura del agua de mar más elevada de su historia: 27 grados,» SER Málaga, 03 sep 2024; Almudena Nogués, «El mar registra en Málaga temperaturas caribeñas, con récord histórico en Fuengirola,» Diario Sur, 04 sep 2024.

Puedes escuchar el episodio en Play SER, «Cambio climático: récord de temperatura del Mar de Alborán», 21 ene 2025 [14:46 min.].

Isabel: «Buenas tardes, la semana pasada nos llegaba la noticia de que se habían batido los récords de temperatura medidos en Fuengirola, en Mar de Alborán, llegando en el mes de agosto a los 27 °C, algo que nunca se había alcanzado desde que el Instituto Español de Oceanografía mida la temperatura diaria en esta localidad. Hoy vamos a hablar de este aumento de temperatura y su relación con el cambio climático».

Enrique: «Así es, Isabel. El IEO realiza un seguimiento regular del medio marino para observar sus condiciones ambientales. Se encargan de medir aquellas variables que sirven como buenos indicadores del estado de los ecosistemas marinos, como la temperatura. Esto permite identificar cualquier comportamiento anómalo y tomar las medidas necesarias. Es similar a cuando vamos al médico, ya sea porque estamos enfermos o simplemente para un chequeo de rutina».

«Observando los datos de estas series temporales y comparados con estudios previos publicados por el Instituto Español de Oceanografía, los datos confirman un evidente aumento de la temperatura y la salinidad en las aguas mediterráneas que bañan las costas españolas».

Francis: «Estas variaciones han sido analizadas en las aguas intermedias (entre 150 hasta los 600 metros de profundidad) y las aguas profundas son las que van desde los 600 metros de profundidad hasta el fondo del mar. Haciendo un promedio se obtiene que las aguas intermedias y profundas han aumentado su temperatura a un ritmo de entre 0.2 y 0.3 °C/100 años.  Es importante destacar que un aumento de 0.3 °C a lo largo de 100 años podría parecer insignificante, pero hay que considerar que el volumen de agua en cuestión es enorme, mucho mayor que el de la capa superficial del mar (que, por su menor volumen, se calienta con mayor facilidad). Este incremento de temperatura implica la absorción de una cantidad de calor verdaderamente grande».

«En cuanto a la capa más superficial del mar, ésta experimenta fuertes oscilaciones debido al intercambio de calor y agua con la atmósfera. Para su estudio se usan datos de temperatura superficial del mar obtenidos mediante satélites. Estas series temporales, que abarcan desde 1982 hasta 2017, muestran tendencias claras en cuatro áreas analizadas: Alborán, Murcia, Levante y Baleares, y Cataluña. En todas estas zonas, las tendencias indican un incremento promedio de 2 °C por cada 100 años».

Enrique: «Y no solo se miden temperaturas, también se realizan mediciones del nivel del mar, en este caso gracias a los mareógrafos del IEO en Algeciras, Málaga y Palma de Mallorca, junto con el mareógrafo de la estación de l’Estartit (ICM/CSIC), y todos ellos también han mostrado tendencias al alza. En el caso de Málaga, los datos, que abarcan de 1944 a 2013, indican un aumento de 0.7 mm/año. Es importante señalar que la tasa de incremento del nivel del mar ha acelerado desde principios de la década de 1990. Por su parte, en la estación de l’Estartit, los datos recogidos entre 1990 y 2017 revelan un marcado ascenso a un ritmo de 3.1 mm/año».

Isabel: «Hoy tenemos al habla al Dr. Manuel Vargas, físico oceanógrafo, Científico Titular en el Instituto Español de Oceanografía desde 2006. [Saludos] En el año 2005 fundaste el Grupo Mediterráneo de Cambio Climático dedicado al estudio del cambio climático en el Mediterráneo, y al establecimiento de un sistema de observación in situ mediante una red de estaciones oceanográficas visitadas periódicamente, en las aguas mediterráneas españolas. Manuel, ¿qué nos puedes decir acerca de lo que nos comentan Enrique y Francis?»

Manuel: «Nosotros en el Instituto Español de Oceanografía tenemos red de observación que acabas de comentar, lo que llamamos un sistema de observación de los océanos. Nosotros nos centramos en las aguas españolas del Mediterráneo en este centro nacional del CSIC, pero estamos en contacto con organismos de otros países del Mediterráneo, tanto de la Ribera Norte como de los países africanos, en la Ribera Sur».

«Estamos integrados en grandes redes de observación del océano a nivel global, que se articulan en alianzas regionales coordinadas que conforman una red de observación global de todo el océano del planeta. Por desgracia, estamos observando  que se está incrementando la temperatura del mar en todas sus capas, no solamente en la superficie, que es la que uno podría considerar como más obvia, porque está en contacto con la atmósfera, pero también esas capas intermedias, incluso en las profundidades de los mares».

«Estamos observando un cambio de salinidad asociado al cambio climático, que depende del lugar; en unos lugares es un descenso, como en las altas latitudes cerca de los polos, pero en lugares como el Mediterráneo, donde se está incrementando la evaporación por el calor cada vez más intenso y la escasez de lluvia, está aumentando la salinidad».

«Nosotros hacemos un estudio multidisciplinar, basado en un sistema de observación con muchísimas variables. No solo nos centramos en los aspectos físicos como la temperatura, la sanidad o el aumento del nivel del mar, que para un sitio costero como Málaga es preocupante; también nos centramos en los efectos sobre el ecosistema, en cosas tan importantes como la cantidad de oxígeno que hay en el mar, gracias a la que respiran todos los animales marinos, la concentración de clorofila, que es como de verde son nuestros mares. La clorofila es el pigmento que utilizan las plantas para realizar la fotosíntesis, lo que le da ese color verde a nuestros prados, a nuestros árboles; también tenemos clorofila en las algas que realizan la fotosíntesis en el mar. Mirando todas esas cosas hacemos un seguimiento para saber cual es el estado de salud del mar».

Francis: «Manuel, ¿qué tipo de instrumentos o tecnologías estáis usando para realizar estas medidas? ¿Y con qué periodicidad tomáis los datos y con qué criterios elegís los puntos donde tomáis los datos?»

Manuel: «Hay distintos tipos de metodología, pues con una única no se puede conseguir; cada metodología tiene sus cosas buenas, pero también tiene sus limitaciones. Por una parte utilizamos mareógrafos, que son aparatos que normalmente se ponen en un espigón, en un puerto, y que allí miden el nivel del mar. La tecnología es más sofisticada, pero un mareógrafo muy rudimentario sería un palo con unas unas marcas clavado en la playa, para ver hasta dónde llega el nivel del mar. Hoy usamos una serie de satélites con unos sensores llamados altímetros; orbitan la Tierra y al pasar por un determinado lugar emiten un pulso electromagnético, una onda que rebota y en función del tiempo que ha tardado en retornar se sabe a qué distancia está el mar y, por tanto, cuál es su elevación; así podemos ir viendo las oscilaciones de la superficie del mar. En el caso del nivel del mar, combinamos estas dos metodologías».

«Para medir lo que los oceanógrafos llamamos la columna de agua, concepto que muchas veces no se entiende. Entendemos por columna de agua si usted se pone en la superficie del mar con una barquita y todo el agua que hay debajo de usted hasta el fondo del mar es la columna de agua. Tenemos que saber lo que ocurre en la superficie, que es muy fácil acceder a ella, pero también hasta el fondo. Vamos con barcos cuatro veces al año, una en cada estación del año, y desplegamos una serie de aparatos que bajan hasta el fondo del mar y van midiendo con sensores electrónicos la temperatura, la salinidad, la cantidad de oxígeno que hay disuelto en el mar o la cantidad de clorofila».

«También tomamos muestras, usando una botella oceanográfica, una especie de cilindro que se va cerrando a determinadas profundidades, que nosotros decidimos a cuáles, por ejemplo, a 10 metros de profundidad, a 20, a 50, a mil, a dos mil metros de profundidad. Al cerrarse atrapa muestras de agua, que cuando suben luego a la superficie se llevan al laboratorio para su análisis; por ejemplo, qué tipo de algas unicelulares son las que hacen la fotosíntesis y que son la base de toda la cadena alimentaria en el mar, qué tipo de algas hay, qué abundancia hay.  Así podemos ver si el mar se está empobreciendo o no».

«Utilizamos también otro tipo de tecnología, simples redes que son muy tupidas que arrastramos en el mar para atrapar el siguiente eslabón en la cadena, que serían animalitos muy pequeños que se comen el plancton marino, esas algas unicelulares, que llamamos zooplancton. Vemos el tipo de especies y su abundancia, que ahora están cambiando por la temperatura. También muestras de agua para analizar el pH, pues la acidez del mar es muy importante, porque se está acidificando por causa del cambio climático».

Isabel: «Manuel, tenemos que ir terminando ya. ¿Cómo nos va a afectar esta subida de la temperatura del mar aquí a Málaga? ¿Cómo va a afectar a nuestros ecosistemas marinos a la pesca?»

Manuel: «Cuando hablamos de cambio climático hablamos en términos de probabilidades, nos afectará de muchas formas, algunas muy claras y que sabemos casi con seguridad, y otras que no están tan claras, pero eso es lo que investigamos los oceanógrafos. Por ejemplo, cosas que son evidentes son que la temperatura va a seguir subiendo, aun en el caso de que consiguiésemos eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque en el momento actual parece que cada vez nos alejamos más de esa posibilidad».

«Subirán las temperaturas, lo que contribuye a la subida del nivel del mar por dos factores. Por un lado, porque se derrite el hielo sobre las masas continentales de Groenlandia y de la Antártida, luego hay más agua en el mar y sube el nivel del mar. Y por otro lado, porque el agua al calentarse se expande, se dilata, como todos los cuerpos al calentarse, al ocupar más volumen, luego sube el mar. En zonas costeras como Málaga esta subida va a repercutir seguro. Cada vez hay que regenerar las playas con más frecuencia. Además, los temporales van a ser cada vez más dañinos. Lo acabamos de ver, por desgracia, con la dana».

«Alguien podría decir que, y es cierto, este tipo de lluvias torrenciales son típicas del Mediterráneo, incluso sin la existencia del cambio climático. Pero la estadística indica que cada vez van a ser más frecuentes y cada vez van a ser más intensas. Este efecto ya lo tenemos aquí y va a continuar a lo largo de este siglo XXI. Otra cosa es que nuestros veranos van a ser más sofocantes. En lugares como Málaga, la proximidad del mar hace que refresque, sobre todo por la noche. Pero un mar más cálido hará que las temperaturas en verano sean más sofocantes. Todo esto afecta a la salud de las personas. Las estadísticas son muy frías y no le damos importancia, pero todos los años hay una serie de personas que mueren en verano por golpes de calor, tienen alguna afección respiratoria y con estas temperaturas elevadas sufren más. Cada vez será más frecuente y más intenso».

«Y luego, como bien decía, tenemos que estudiar cómo va a afectar esto a nuestros ecosistemas marinos. Esto es más difícil de observar. Esto daría para otro programa, pero no cabe duda de que todos los seres vivos que habitan nuestros mares se han adaptado a lo largo de cientos, de miles, si no de millones de años a unas condiciones que nosotros vamos a cambiárselas en el periodo de 100 a 150 años. Siempre hay alguien diciendo que siempre ha cambiado el clima y siempre se han adaptado. Sí, los registros geológicos muestran que estos cambios son mucho más lentos y, por tanto, las especies marinas, y las terrestres, tienen más tiempo para adaptarse. Tendremos que ver cuáles son esas consecuencias».

Isabel: «Tendremos que verlo y, como decía Manuel Vargas, esto da para otro programa. Agradecemos a Manuel Vargas, físico, oceanógrafo, científico titular del Instituto Español de Oceanografía, que nos haya acompañado hoy». [Despedida y cierre].

La entrada Ciencia para todos T07E08: Récord de temperatura del Mar de Alborán fue escrita en La Ciencia de la Mula Francis.