Agulo: Un Paraíso entre el Atlántico y el Pasado

1. Un viaje al pasado entre calles y miradores
2. La iglesia de San Marcos
3. Sabores tradicionales que conquistan el paladar

Agulo, conocido como "bombón de La Gomera" debido a su belleza única, es uno de esos espacios que parecen extraídos de una historia. Este diminuto pueblo, ubicado en la isla de La Gomera, fusiona de manera ideal la abundancia de su legado histórico, la tranquilidad de su ambiente natural y el encanto de sus costumbres gastronómicas. Con sus espectaculares vistas al volcán Teide y su antiguo casco perfectamente preservado, Agulo se muestra como un enorme paisaje revestido de verdes cultivos, vías empedradas y un mar que se extiende hasta el horizonte.

Un viaje al pasado entre calles y miradores

Situado en la región norte de la isla, Agulo es uno de los pueblos más antiguos y reducidos de La Gomera. Su legado histórico, reconocido como uno de los más preservados del archipiélago canario, lleva a quienes lo visitan a épocas pasadas. Recorrer sus estrechas vías empedradas es similar a visitar las páginas de la historia de Canarias, en la que las viviendas con tejados de color rojizo y fachadas de color blanco relatan siglos de costumbres y cultura.

Desde el núcleo del pueblo se pueden observar panorámicas impresionantes de Tenerife y su majestuoso Teide, un volcán que parece resguardar el horizonte. El Mirador de Abrante es uno de los puntos de interés más sobresalientes de la región, una estructura de cristal suspendida en el aire que brinda una experiencia inigualable: pasear por el abismo y disfrutar de una panorámica impresionante de Agulo y el Atlántico.

La iglesia de San Marcos

La iglesia de San Marcos es una de las joyas patrimoniales de Agulo. Este templo, caracterizado por su estilo neogótico y sus peculiares cúpulas blancas, contrasta con el rojizo de los tejados que lo envuelven. Pese a que el edificio actual se remonta a comienzos del siglo XX, su origen se rastrea hasta 1607, año en que fue establecida como una modesta ermita. Esta transformación muestra el desarrollo de la población y la relevancia de la religión en la vida diaria de los residentes de Agulo.

La iglesia, con su tranquilidad y detalles artísticos, promueve la introspección y el disfrute de la historia que se oculta entre sus paredes. Es un sitio perfecto para vincularse con el alma de la isla, donde lo ancestral y lo contemporáneo conviven en armonía.

Sabores tradicionales que conquistan el paladar

Agulo impresiona no solo por su hermosura natural y arquitectónica, sino también por su abundante cocina. La gastronomía local tiene un fuerte vínculo con los productos autóctonos, tales como la papa, el ñame y el berro. El potaje de berros es uno de los platos más representativos, un guiso nutritivo y delicioso que manifiesta la esencia de la tradición gomera. Además, sobresale el potaje de ñames, un plato que fusiona sencillez y gusto.

Dentro de las carnes, la de cabra y el cochino (cerdo) son las más destacadas, acompañadas con las famosas patatas arrugadas y el esencial mojo picón, una salsa que proporciona un matiz de personalidad a cada sabor. Y para quienes disfrutan de sabores exclusivos, el almogrote es un indispensable: esta pasta hecha con cebolla, ajo, pimiento y aceite, es un deleite para acompañar cualquier plato.