Natalia Zubizarreta, interiorista: "Cuando alguien se jubila quiere una casa más pequeña"
Sabemos que las casas van ligadas a nuestra vida. De hecho, solemos hacer cambios en esta cuando enfrentamos un cambio, una nueva etapa, un momento crucial. Cuando nos independizamos de nuestros padres y tenemos nuestro primer piso, cuando formamos pareja, cuando nacen los hijos y hay que decorar su habitación... Son momentos de la vida que se reflejan en cómo adecuamos o decoramos nuestro hogar. A veces, simplemente pintamos y reacondicionamos un dormitorio. O el salón (cuando los niños crecen) va cambiando. Sin duda, una de las etapas cruciales se vive cuando los hijos se van, la pareja o la persona se queda sola, y toca redescubrir donde vivimos.¿Nos hace falta quizá una cocina nueva? Ahora que tenemos poder adquisitivo, ¿queremos cambiar el sofá o la decoración completa? ¿Tal vez es más cómodo irnos a un piso más pequeño? De esto hablamos con la interiorista Natalia Zubizarreta, una experta en la materia, que ha reformado varias viviendas con clientes que enfrentaban esta nueva etapa. Únete a nuestro canal de Whatsapp y descubre nuevas ideas personalizadas cada día."Existe un término, la economía Silver, la generación del Baby Boom que van entre 50-75 años, que han vivido una época bonanza económica de privilegiados. Por cierto, se les llama 'Silver' por la canas de su pelo. Esta generación que ha podido promocionar laboralmente, pagar sus viviendas y viven holgados económicamente, tiene un perfil con nivel económico alto, con interés ante la tecnología, la moda... y el interiorismo no es una excepción. En esta generación, a los interioristas nos llaman cuando ya se van a jubilar, sus hijos se han independizado económicamente, y es lo que suelo llamar "la reforma del nido vacío", nos comenta Natalia Zubizarreta.PREGUNTA.- Cuando te jubilas y reformas la casa, ¿qué debes tener en cuenta? ¿Cómo saber qué se necesita o hasta dónde “arriesgarnos” al cambio?R.- Es el momento de ser egoísta, de pensar en uno mismo y ser atrevidos. Cuando hemos tenido la primera vivienda, estamos apretados económicamente. En la segunda, pensamos más en los niños. Pero en esta generación podemos ser mucho más atrevidos. Yo no tendría miedo a nada y podemos disfrutar, tener los electrodomésticos que siempre hemos soñado, diseños ergonómicos, más caprichos de diseño y cumplir esos sueños a nivel de hogar. No hay riesgos en eso, pero lo que más nos piden los clientes es una casa fácil de mantener que no de trabajo. Están cansados de cuidar las casas. Esta generación ha sido siempre muy anfitriona, de meter a toda la familia en casa. Lo que piensan es en no preocuparse ni complicarse la vida, con materiales muy duraderos y que se limpien solos, no quieren molduras, nada que acumule polvo, casas que se limpien fáciles.P.- ¿Qué es lo que más te piden los clientes? La cocina, un salón nuevo… R.- La cocina es importante, les gusta mucho cocinar y piden cocinas cargadas con muchos electrodomésticos, pero en general suelen ser caprichosos con las piezas de diseño y valoran los muebles buenos, buscan la calidad y son muy exigentes con el nivel de reforma. Valoran lo que no se ve, que las instalaciones sean correctas, las calidad de los muebles, buscan calidad. Son muy exigentes con el nivel de reforma. Tienen como más miedos a problemas de humedades, reparaciones.P.- ¿Y a nivel habitaciones y distribución, que se busca en esta nueva etapa?R.- El mejor momento para reformar la casa es cuando se van los hijos porque las necesidades cambian. Por eso, lo que nos suelen pedir es, en casas de tres habitaciones donde se mantiene el dormitorio principal, una segunda para las visitas, hijos o nietos, y la tercera es como una estancia multiusos, donde solemos poner ordenador, un sofá cama para una visita de algún nieto más y un armario extra, y a veces una televisión porque a estas parejas les gusta ver diferentes programas y uno quiere ver el futbol, y otro en el salón ver otra cosa.P.- ¿Aconsejas modernizar el look o es mejor ser conservador y no pasarse mucho con los cambios?R.-Son mucho más modernos en esta generación, no quieren molduras ni nada recargado, lo asocian a más trabajo. Ahora quieren cosas blancas limpias y modernas. Son generaciones que han vivido con muebles oscuros y recargados. Yo sin duda apostaría por ser moderno, pero con calidez, casas acogedoras, le ponemos buena iluminación para que se vea amplitud, claridad, maderas claras, que a ellos les gusta una librería grande y buena carpintería buena y se quedan tranquilos con su inversión.P.- ¿Qué SÍ deberíamos conservar y qué NO hay que quedarse?R.- NO me quedaría con un comedor grande, que te está obligando a tener gente. Quítalo y pon una chaise- longe, una butaca de lectura, que suele gustar mucho a estas edades. Les recomiendo ser más egoistones, a pensar en sí mismo, date un capricho, convertir una de la habitaciones en un vestidor. Son una generación que se cuida y que también son sanos y les gusta comer sano, tener armarios para el deporte. Los 50 son los nuevos 40 y l
Sabemos que las casas van ligadas a nuestra vida. De hecho, solemos hacer cambios en esta cuando enfrentamos un cambio, una nueva etapa, un momento crucial. Cuando nos independizamos de nuestros padres y tenemos nuestro primer piso, cuando formamos pareja, cuando nacen los hijos y hay que decorar su habitación... Son momentos de la vida que se reflejan en cómo adecuamos o decoramos nuestro hogar. A veces, simplemente pintamos y reacondicionamos un dormitorio. O el salón (cuando los niños crecen) va cambiando. Sin duda, una de las etapas cruciales se vive cuando los hijos se van, la pareja o la persona se queda sola, y toca redescubrir donde vivimos.
¿Nos hace falta quizá una cocina nueva? Ahora que tenemos poder adquisitivo, ¿queremos cambiar el sofá o la decoración completa? ¿Tal vez es más cómodo irnos a un piso más pequeño? De esto hablamos con la interiorista Natalia Zubizarreta, una experta en la materia, que ha reformado varias viviendas con clientes que enfrentaban esta nueva etapa.
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"Existe un término, la economía Silver, la generación del Baby Boom que van entre 50-75 años, que han vivido una época bonanza económica de privilegiados. Por cierto, se les llama 'Silver' por la canas de su pelo. Esta generación que ha podido promocionar laboralmente, pagar sus viviendas y viven holgados económicamente, tiene un perfil con nivel económico alto, con interés ante la tecnología, la moda... y el interiorismo no es una excepción. En esta generación, a los interioristas nos llaman cuando ya se van a jubilar, sus hijos se han independizado económicamente, y es lo que suelo llamar "la reforma del nido vacío", nos comenta Natalia Zubizarreta.
PREGUNTA.- Cuando te jubilas y reformas la casa, ¿qué debes tener en cuenta? ¿Cómo saber qué se necesita o hasta dónde “arriesgarnos” al cambio?
R.- Es el momento de ser egoísta, de pensar en uno mismo y ser atrevidos. Cuando hemos tenido la primera vivienda, estamos apretados económicamente. En la segunda, pensamos más en los niños. Pero en esta generación podemos ser mucho más atrevidos. Yo no tendría miedo a nada y podemos disfrutar, tener los electrodomésticos que siempre hemos soñado, diseños ergonómicos, más caprichos de diseño y cumplir esos sueños a nivel de hogar. No hay riesgos en eso, pero lo que más nos piden los clientes es una casa fácil de mantener que no de trabajo. Están cansados de cuidar las casas. Esta generación ha sido siempre muy anfitriona, de meter a toda la familia en casa. Lo que piensan es en no preocuparse ni complicarse la vida, con materiales muy duraderos y que se limpien solos, no quieren molduras, nada que acumule polvo, casas que se limpien fáciles.
P.- ¿Qué es lo que más te piden los clientes? La cocina, un salón nuevo…
R.- La cocina es importante, les gusta mucho cocinar y piden cocinas cargadas con muchos electrodomésticos, pero en general suelen ser caprichosos con las piezas de diseño y valoran los muebles buenos, buscan la calidad y son muy exigentes con el nivel de reforma. Valoran lo que no se ve, que las instalaciones sean correctas, las calidad de los muebles, buscan calidad. Son muy exigentes con el nivel de reforma. Tienen como más miedos a problemas de humedades, reparaciones.
P.- ¿Y a nivel habitaciones y distribución, que se busca en esta nueva etapa?
R.- El mejor momento para reformar la casa es cuando se van los hijos porque las necesidades cambian. Por eso, lo que nos suelen pedir es, en casas de tres habitaciones donde se mantiene el dormitorio principal, una segunda para las visitas, hijos o nietos, y la tercera es como una estancia multiusos, donde solemos poner ordenador, un sofá cama para una visita de algún nieto más y un armario extra, y a veces una televisión porque a estas parejas les gusta ver diferentes programas y uno quiere ver el futbol, y otro en el salón ver otra cosa.
P.- ¿Aconsejas modernizar el look o es mejor ser conservador y no pasarse mucho con los cambios?
R.-Son mucho más modernos en esta generación, no quieren molduras ni nada recargado, lo asocian a más trabajo. Ahora quieren cosas blancas limpias y modernas. Son generaciones que han vivido con muebles oscuros y recargados. Yo sin duda apostaría por ser moderno, pero con calidez, casas acogedoras, le ponemos buena iluminación para que se vea amplitud, claridad, maderas claras, que a ellos les gusta una librería grande y buena carpintería buena y se quedan tranquilos con su inversión.
P.- ¿Qué SÍ deberíamos conservar y qué NO hay que quedarse?
R.- NO me quedaría con un comedor grande, que te está obligando a tener gente. Quítalo y pon una chaise- longe, una butaca de lectura, que suele gustar mucho a estas edades. Les recomiendo ser más egoistones, a pensar en sí mismo, date un capricho, convertir una de la habitaciones en un vestidor. Son una generación que se cuida y que también son sanos y les gusta comer sano, tener armarios para el deporte. Los 50 son los nuevos 40 y los 60 los nuevos 50 y es una generación de esperanza de vida que ha subido mucho.
P.- ¿Qué hacemos con los colores de la casa? ¿Es importante cambiarlos?
R.- Los colores sí los cambio. Es donde más se nota el cambio, porque las casas originales suelen ser con suelo oscuro, colores estridentes, puertas oscuras, paredes amarillas, muy de los 80-90. Tiendo a lacar las carpinterías en blanco, aclarar los suelos y colores poco saturados, beiges, claros, colores que aporten mucha paz, mucho estilo El Mueble, necesitan renovar y que sea y se vea un cambio radical, quitar a peso a la decoración.
P.- ¿Y si nos vamos a un piso más pequeño?
R.- Es muy habitual los clientes que se van de casas muy grandes, con piscinas para los niños, varias plantas... a una casa más pequeña. Normalmente, buscan que no haya escaleras o instalan ascensor, con puertas anchas para sillas de ruedas, habitación por si tienen que cuidar cuando seas mayor y tengas cualquier tipo de enfermedad. A veces dejamos las tomas previstas en un hueco para luego hacer un tabique... Se tienen en cuenta los baños accesibles, la mampara, no son de minusválidos, pero sí platos de ducha fáciles de adaptar si hay cualquier susto. En los pisos pequeño valoran almacenaje para guardar todo lo de la casa grande, les preocupa bastante. Quieren tener menos metros que limpiar pero sí más almacenaje.
Por último, diría que es muy habitual en esta generación cambiarse de casas grandes a pisos de nueva construcción. Les da mucha seguridad que sea un piso nuevo, porque no tendrán sustos, problemas de estructura e instalaciones, lo valoran mucho.
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