Mar del Plata: mataron a un comerciante que en un robo anterior se había salvado porque la bala se incrustó en un paquete de chicles
El homicidio, ocurrido a seis cuadras del Estadio Mundialista, fue protagonizado por dos delincuentes que circulaban en una moto
MAR DEL PLATA.- Un intento de robo, en principio protagonizado por dos motochorros, terminó con un comerciante asesinado de un disparo en la cabeza. Si bien no se confirmó la identidad de la víctima, sería la misma persona que el año pasado, en una circunstancia similar, había salvado su vida milagrosamente cuando le dispararon y el proyectil quedó incrustado en un paquete de chicles.
Así lo informaron fuentes de la investigación. La muerte se constató dentro de un kiosco situado en la avenida Peralta Ramos casi Irala, a unos 600 metros del Estadio Mundialista. Allí atendía Cristian Velázquez, de unos 50 años, y que en aquella oportunidad, a comienzos de abril pasado, se había defendido de los asaltantes con un aerosol con gas pimienta.
Personal de Policía Científica de la fuerza de seguridad bonaerense trabajaba en la escena del crimen, donde poco antes un equipo de emergencias médicas del Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME) constató que la víctima estaba sin vida.
Paralelamente, se inició la investigación y búsqueda de los autores del crimen a partir de registros de cámaras de video instaladas en el kiosco y otras del sistema público municipal y de comercios vecinos, con las que se intentan reconstruir los movimientos previos y la fuga de los asesinos.
El intento de robo ocurrió poco antes de las 16 de este lunes y fueron vecinos los que dieron aviso al servicio de emergencias 911, con pedido de ayuda inmediato, tanto para presencia policial como de médicos para que asistan a Velázquez.
El fiscal Alejandro Pellegrinelli, a cargo de la investigación, confirmó que el ataque quedó registrado por las cámaras del propio local y habló de una secuencia muy breve de tiempo, con más gritos que palabras entre la víctima y sus asesinos.
“Hay un objetivo de robo y quizás la reacción de la víctima desenlaza la tragedia”, afirmó en declaraciones a la prensa Pellegrinelli. El representante del Ministerio Público confirmó un único disparo que podría ser de un revólver calibre 32 o 38, según anticiparon los forenses. Según informó el fiscal, el proyectil ingresó por la frente y salió por la nuca.
Se trata de una zona muy comercial, sobre una avenida muy transitada, y de un local que funciona como polirubro y que además tiene habilitada una caja de cobro de servicios, por lo que tiene un movimiento importante de dinero aunque muchas de esas operaciones son electrónicas, con mínimo manejo de efectivo.
Tras aquel caso en que salvó su vida cuando le dispararon también en circunstancias de un intento de asalto a mano armada, el comerciante a cargo del lugar había asegurado que no estaba dispuesto a quedarse quieto frente a los delincuentes. “Manoteé el gas pimienta y le empecé a tirar al primero que estaba enfrente, el que disparó, y después al que estaba al lado”, dijo mientras exhibía el pequeño paquete de chicles en el que quedó incrustado un proyectil calibre 22, del que era destinatario.