El único objetivo que tiene una Marca es importarle a alguien, ni más ni menos.
Como en la vida, cuando importamos a alguien es porque somos capaces de ofrecerles algo que encaja en sus vidas, les acompaña en su forma de ver el mundo o lo complementa. Si piensas en todas aquellas personas que te importan (menos las que te tocaron por herencia, la familia es la familia) cumplirán estas afirmaciones.
Cuando hablamos de posicionar una Marca, hablamos de encontrar un Posición en la vida de las personas, no en los mercados en los que compran.
En ese proceso lo que buscamos es crear un Valor Diferencial que construya Relevancia y Preferencia. Es decir ser una opción importante para ellos y que esas razones les lleven a entablar una relación con nosotros.
En esta disciplina tan sencilla, y tan compleja, casi todo se resuelve con preguntas obvias que nos cuesta responder, por una sencilla razón, en la gran mayoría de ocasiones creemos que sabemos quiénes somos, pero no lo sabemos. ¿Sabes realmente quién eres para tu pareja? ¿Para tus amigos? ¿Para tus compañeros? ¿Para tus jefes? ¿O sabes lo que crees que eres para ellos? Todo radica en la información que manejas entre lo que crees que eres y el yo que te has construido y lo que realmente eres, el yo que proyectas. Es más, ¿sabes el yo que realmente quieren de ti?. Tener esto muy claro, parece una obviedad, pero si lo fuera, ninguno de los que nos dedicamos a esto, tendría trabajo.
En estos procesos de alineamiento del yo, de la Marca en definitiva, sólo necesitas y todo se reduce a 4 sencillas preguntas, que con las respuestas adecuadas y la información correcta, es fácil tomar la decisión de quién deberías ser para conectar de forma relevante, crear valor y preferencia para os que te rodean.
Todo se reduce a 4 Qués:
Qué tenemos
Ser conscientes de aquello que tenemos, aquello que ven o no ven de nosotros, aquello que es realmente diferente y relevante con respecto a los demás es el primer paso.
Qué necesitan
Entender qué necesitan, qué les motiva, por qué no lo tienen ya o qué fricciones tienen para conseguirlo es fundamental para entender dónde apuntamos.
Qué les dan y que no
Todos, como tú, quieren conectar con ellos. Qué están cubriendo ya, desde qué ángulo, qué espacios están ocupando en sus vidas. Qué NO les dan, qué no están diciendo o haciendo que pueda ser relevante para ellos.
Qué no esperan
Y la más importante, qué no esperan que les den en esa categoría, qué sería extraordinariamente inesperado para ellos que construya una nueva forma de ver todo el conjunto, que recomponga las reglas y la visión que tienen del resto.
Si somos capaces de contestarnos estas 4 preguntas, seremos capaces de conectar los puntos que construyan una Propuesta de Valor única, diferencial, relevante y preferente por nosotros. Ni más, ni menos. Con todo lo que eso pueda implicar en el viaje de lo que creemos que somos, a lo que necesitamos ser.
En fin, no hay nada como ser quién no esperas que seas, en positivo.