La rutina de orden que es básica en el dormitorio
Nunca he sido de esas personas que romantizan la idea de vivir en pareja. De hecho, nunca le he dado demasiada importancia a este tema, quizá porque gran parte de mi vida adulta, desde la universidad hasta mi época como becaria, he vivido sola en pisos de alquiler, y tan feliz. Sin embargo, los años pasan, y cuando compré mi primera casa y conocí a mi pareja, la idea de la convivencia empezó a resultarme curiosamente atractiva. Cocinar era más entretenido con él. Hasta hacer la compra se convertía en una tarea divertida (quién me lo iba a decir) cuando íbamos juntos. Y así fue como, poco a poco, comenzamos la emocionante aventura de cohabitar en un hogar con dos chihuahuas (esto último lo hace más estimulante, porque uno de los dos tiene bastante mala leche, así que nunca sabes cuándo te morderá un pie).Pero volviendo al tema principal, cuando empezamos a convivir, supe que habría una tarea del hogar que tendría que hacer yo solita por los tiempos de los tiempos. Una tarea que él considera absurda (es el hombre más práctico y racional del planeta) y que para mí es imprescindible para empezar el día con buen ánimo. Intenté hablarlo con él, pero para lo bueno y para lo malo, estoy saliendo con Sócrates, y eso significa que siempre tiene una respuesta para todo. Y yo, poca paciencia para entrar en debates filosóficos.Únete a nuestro canal de Whatsapp y descubre nuevas ideas muy El Mueble para tu casa.El motivo de la discordia es hacer la cama: una tarea que llevo haciendo desde que soy niña y que está repleta de beneficios a varios niveles. Y no lo digo solo yo, sino todos los expertos en orden y gurús del bienestar. Pues bien, los argumentos de mi pareja para no hacer la cama son los siguientes.En contra de hacer la cama cada día: los argumentos de mi novio''Es una pérdida de tiempo, porque por la noche la vamos a deshacer nuevamente, así que, ¿qué sentido tiene? Mejor aprovechar el tiempo en otras cosas más productivas, como poner al día el correo''.''Colocar los cojines es un aburrimiento. Y esa es otra, ¿para qué quieres tantos cojines? Si además no los usas para dormir, ¡siempre acaban en la butaca! No lo entiendo. No es nada práctico''.''Así la cama se ventila más durante el día y es más saludable''.Típicos, ¿verdad? Aquí van mis argumentos a favor de hacer la cama.A favor de hacer la cama cada día: mis argumentos''Hacer la cama disminuye los niveles de estrés y ansiedad, y por lo tanto, nos aleja de las benzodiacepinas''.''También fomenta la disciplina y la productividad, así que es una tarea maravillosa para llevar una vida más ordenada''.''Al ver la habitación ordenada y en armonía, sientes más bienestar mental que el Dalai Lama meditando en una roca''.''Es una manera fantástica de ponerte en movimiento por las mañanas, especialmente esas en las que tienes menos energía''.''Al sacudir las almohadas y los cojines y ventilar la habitación unos minutos, eliminas polvo y ácaros de la ropa de cama, y para mí, que soy asmática, esto es clave para seguir respirando''.Y tú, ¿estás a favor o en contra de hacer la cama todas las mañanas? Si eres de las mías, seguro que entiendes mi frustración, pero al final, esto de las tareas domésticas es todo cuestión de repartirse el trabajo.Mientras yo hago la cama, él se encarga de preparar el desayuno, y todos tan contentos. Además, tampoco me puedo quejar, porque hace de animador perruno los siete días de la semana (pese al riesgo). Bendito Sócrates.Qué dicen los expertosWilliam H. McRaven, en su libro Hazte la cama (Ed. Planeta) sostiene que esta pequeña rutina puede cambiarnos la vida por completo. Es que es un gesto prepara a la persona para el éxito diario. Esto, además, equivale a establecer una rutina de vida organizada y responsable."Si haces tu cama todas las mañanas, habrás realizado la primera tarea del día. Te dará un pequeño sentido de orgullo y te animará a hacer otra tarea, y otra, y otra. Y al final del día, esa tarea completada se habrá convertido en muchas tareas realizadas con éxito", explica. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.
Nunca he sido de esas personas que romantizan la idea de vivir en pareja. De hecho, nunca le he dado demasiada importancia a este tema, quizá porque gran parte de mi vida adulta, desde la universidad hasta mi época como becaria, he vivido sola en pisos de alquiler, y tan feliz. Sin embargo, los años pasan, y cuando compré mi primera casa y conocí a mi pareja, la idea de la convivencia empezó a resultarme curiosamente atractiva. Cocinar era más entretenido con él. Hasta hacer la compra se convertía en una tarea divertida (quién me lo iba a decir) cuando íbamos juntos. Y así fue como, poco a poco, comenzamos la emocionante aventura de cohabitar en un hogar con dos chihuahuas (esto último lo hace más estimulante, porque uno de los dos tiene bastante mala leche, así que nunca sabes cuándo te morderá un pie).
Pero volviendo al tema principal, cuando empezamos a convivir, supe que habría una tarea del hogar que tendría que hacer yo solita por los tiempos de los tiempos. Una tarea que él considera absurda (es el hombre más práctico y racional del planeta) y que para mí es imprescindible para empezar el día con buen ánimo. Intenté hablarlo con él, pero para lo bueno y para lo malo, estoy saliendo con Sócrates, y eso significa que siempre tiene una respuesta para todo. Y yo, poca paciencia para entrar en debates filosóficos.
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El motivo de la discordia es hacer la cama: una tarea que llevo haciendo desde que soy niña y que está repleta de beneficios a varios niveles. Y no lo digo solo yo, sino todos los expertos en orden y gurús del bienestar. Pues bien, los argumentos de mi pareja para no hacer la cama son los siguientes.
En contra de hacer la cama cada día: los argumentos de mi novio
- ''Es una pérdida de tiempo, porque por la noche la vamos a deshacer nuevamente, así que, ¿qué sentido tiene? Mejor aprovechar el tiempo en otras cosas más productivas, como poner al día el correo''.
- ''Colocar los cojines es un aburrimiento. Y esa es otra, ¿para qué quieres tantos cojines? Si además no los usas para dormir, ¡siempre acaban en la butaca! No lo entiendo. No es nada práctico''.
- ''Así la cama se ventila más durante el día y es más saludable''.
Típicos, ¿verdad? Aquí van mis argumentos a favor de hacer la cama.
A favor de hacer la cama cada día: mis argumentos
- ''Hacer la cama disminuye los niveles de estrés y ansiedad, y por lo tanto, nos aleja de las benzodiacepinas''.
- ''También fomenta la disciplina y la productividad, así que es una tarea maravillosa para llevar una vida más ordenada''.
- ''Al ver la habitación ordenada y en armonía, sientes más bienestar mental que el Dalai Lama meditando en una roca''.
- ''Es una manera fantástica de ponerte en movimiento por las mañanas, especialmente esas en las que tienes menos energía''.
- ''Al sacudir las almohadas y los cojines y ventilar la habitación unos minutos, eliminas polvo y ácaros de la ropa de cama, y para mí, que soy asmática, esto es clave para seguir respirando''.
Y tú, ¿estás a favor o en contra de hacer la cama todas las mañanas? Si eres de las mías, seguro que entiendes mi frustración, pero al final, esto de las tareas domésticas es todo cuestión de repartirse el trabajo.
Mientras yo hago la cama, él se encarga de preparar el desayuno, y todos tan contentos. Además, tampoco me puedo quejar, porque hace de animador perruno los siete días de la semana (pese al riesgo). Bendito Sócrates.
Qué dicen los expertos
William H. McRaven, en su libro Hazte la cama (Ed. Planeta) sostiene que esta pequeña rutina puede cambiarnos la vida por completo. Es que es un gesto prepara a la persona para el éxito diario. Esto, además, equivale a establecer una rutina de vida organizada y responsable.
"Si haces tu cama todas las mañanas, habrás realizado la primera tarea del día. Te dará un pequeño sentido de orgullo y te animará a hacer otra tarea, y otra, y otra. Y al final del día, esa tarea completada se habrá convertido en muchas tareas realizadas con éxito", explica.
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.