La mediocridad de ‘estos’ Mavericks
En esta campaña 2024/25, los Mavs, con Luka Doncic en pista, están 12-9. Sin el esloveno, el balance es de 10-12. La diferencia entre los playoffs y la mediocridad. Source: NBAManiacs La entrada La mediocridad de ‘estos’ Mavericks se publicó primero en NBAManiacs.
Luka Doncic se lesiona un 25 de diciembre en un partido ante los Timberwolves. Sucedió durante el segundo cuarto, tras sólo 16 minutos en pista y sin haber sufrido ningún encontronazo con un jugador rival.
Al día siguiente se confirmaban los malos presagios: distensión muscular en el gemelo de la pierna izquierda; una vieja conocida que ya le ha hecho perderse un buen puñado de encuentros en los años anteriores.
El diagnóstico: no menos de un mes de baja que ya va camino del mes y medio.
Aquel duelo del día de Navidad, lo perdieron los Mavericks a pesar del arreón final de Kyrie Irving por tratar de esquivar la sombra del Grinch. Y desde entonces, no se escucha en Dallas música de villancicos.
Se revelaron con orgullo en su primera salida sin su point guard al aparato, venciendo en la visita a Phoenix a los tres días, y con la fuerza de un muelle saltaron los ‘Antiluka’ a clamar a los siete mares que sin el esloveno los Mavericks son un equipo mejor.
Un relato, una vez más y como siempre antes, engullido por la contundencia del dato.
Desde el revés navideño contra los T-Wolves y la pírrica resurección frente a los Suns, el récord de los Dallas Mavericks sin Luka Doncic es de 3 victorias y 10 derrotas.
Un segmento insuficiente, dirían algunos, pero que no es sino el reflejo de la franquicia desde que seleccionasen al base del Real Madrid en el tercer pick del Draft de 2018.
Temporada Edad Partidos jugados Minutos Récord 2018-19 19 72 32,2 33-49 2019-20 20 61 33,6 43-32 2020-21 21 66 34,3 42-30 2021-22 22 65 35,4 52-30 2022-23 23 66 36,2 38-44 2023-24 24 70 37,5 50-32 2024-25 25 22 35,7 23-21
No Luka, no party
Las lesiones, hasta la fecha, no han sido más que un contratiempo. Un acompañante ligeramente molesto pero no excesivamente perturbador en la, todavía, joven carrera de Luka Doncic en EE.UU. Como el gorrilla al que puntualmente debes darle una moneda para que te ‘cuide’ el coche de las inclemencias.
El cinco veces All-NBA, vemos en la tabla de arriba, paga una tasa de en torno a los quince partidos anuales como cuota de enfermería. Un precio pequeño en términos absolutos, pero fatídico si vemos cómo impacta en el devenir exclusivamente resultadista de su institución.
Pongámoslo en bruto.
Desde que es patrimonio maverick, la franquicia acumula:
- Con Doncic: 240 victorias, 182 derrotas (75%).
- Sin Doncic: 41 victorias, 97 derrotas (42%).
Esto es, bajo el tempo del base europeo, el equipo gana un 33% más. Una auténtica barbaridad.
Una transición imparable
El estilo de partidos que proponen los Mavs cuando juegan al son de Doncic, te puede gustar más o menos. Pero que con él son infinitamente mejores, no admite discusión.
En la temporada anterior a que se uniera a la disciplina, la franquicia firmó un récord en temporada regular de 24-58 (lo normal cuando tu mejor anotador y reboteador es Harrison Barnes, y tu mejor pasador un muy venido a menos J.J.Barea).
Pero con su llegada, todo se invirtió. Los Mavs dejaron de vagar como el conjunto vulgar que eran desde el adiós de Dirk Nowitzki, y se fueron llenando de hambre de playoffs.
El traspiés de la 22/23 (récord de 38-44 y fuera de playoffs), campaña en la que Doncic volvió a repetir como miembro del Mejor Quinteto de la NBA y lideró a los suyos en puntos (32,4), rebotes (8,6) y asistencias (8), evidenció más nunca ‘la inevitabilidad de Doncic’ como axioma de un vestuario capaz.
Porque con Doncic en pista, el récord de aquel año fue de 33-33, mientras que sin él fue de 5-11.
Clasificación en el aire
Ya no es que con Luka sean un equipo mejor y en disposición, bien rodeado, de alcanzar las Finales de Conferencia. Es que sin su ficha en el ‘Quién es Quién’, y a pesar de los Irving, Washintgon, Gafford y compañía que tan bien pintan y operan en torno al monopolio de Doncic, se desangran en un adversario tan mediocre que, en atención a los resultados, no les da ni para el play-in.
La situción es seria y el peligro real.
El play-in va a estar más caro que nunca, a disputar por rivales que en ningún caso van a tankear (Spurs, Suns, Warriors, Kings, Lakers, Wolves).
Y esta es la temporada que más partidos va a perderse el base desde que arribó a Texas.
Otras cuestiones, una sóla razón
¿Podemos comprar que el caciquismo de bola que ejerce Doncic –todos los años en el top-3 en cuanto a usage– degenera en unos compañeros incapaces por la carencia de química y automatismos sin él?
Sí, es un factor que influye.
¿Asumimos, también, que su baja no es un factor único, habiendo otras circunstancias que afectan?
También.
La baja paralela de un Jaden Hardy que suele rendir en ausencia de Doncic, un Klay Thompson con la peor efectividad de tiro de su carrera, o un Jason Kidd que no da con la tecla en la tormenta (ahora está probando más con Dinwiddie, sin éxito), son factores tangenciales que ahodan en la herida.
A todas esas otras cosas podemos concederles un 3% del peso de los resultados.
El 97% restante es rubio y con recurrentes problemas de soprepeso.
Y un maldito genio del baloncesto.
(Fotografía de portada Jerome Miron-Imagn Images)
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