Banco Sabadell da el primer paso para volver a Cataluña 7 años después de su salida y en plena OPA de BBVA
La entidad catalana ultima el desplazamiento de su sede social después de siete años en Alicante, lugar al que se trasladaron a raíz de la inestabilidad causada por el 1-O.
Banco Sabadell tantea el regreso a sus orígenes. La entidad prepara el traslado de su sede social desde Alicante a la ciudad de Sabadell (Cataluña), movimiento que espera aprobar próximamente en consejo de administración, según confirman fuentes financieras a La Información. Desde el banco declinan hacer comentarios. La decisión se toma en plena oferta pública de adquisición (opa) por parte de BBVA y siete años después de este desplazamiento forzoso a raíz de la inestabilidad política generada como consecuencia del referéndum del 1-O y la declaración unilateral de independencia.
Los planes del grupo presidido por Josep Oliu se producen tras la victoria en las últimas elecciones de Salvador Illa (PSC), actual presidente de la Generalitat, y de un menor clima de tensión a cuenta de la ideología independentistas en la región. La elección de Alicante vino motivada por el hecho de que la Comunidad Valenciana es el segundo mayor mercado para el Sabadell después de que en 2011 -en plena crisis financiera- se hiciera con los activos de la Caja de Ahorros del Mediterráno (CAM). El banco sigue a Cementos Molins, que a finales del año pasado confirmó su intención de retornar desde Madrid, convirtiéndose así en la primera cotizada en dar un paso al frente en este sentido.
A lo largo de este periodo, Banco Sabadell ha defendido que su vuelta tendría lugar cuando se dieran las condiciones necesarias. La incógnita radica en si la entidad puede hacer cambiar de parecer a otros bancos 'exiliados' como CaixaBank, actualmente asentada en Valencia. El ya expresidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, afirmó hace unos meses que "la sede se encuentra en un lugar equilibrado" y, por tanto, no hay motivos para mudarse.
El posible regreso, adelantado por 'ABC', adquiere relevancia al llevarse a cabo en pleno proceso de opa por parte del citado BBVA, una operación que ha generado gran rechazo la sociedad catalana, incluido el Gobierno autonómico, así como en Moncloa, desde el que han expresado su negativa a la fusión en reiteradas ocasiones, alegando razones de competencia. Se da la circunstancia de que el Ejecutivo central negocia en estos momentos los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con sus socios parlamentarios, entre los que figuran Junts per Cataluña.
La absorción es vista en la región como una pérdida de peso dentro del mapa económico de España. Pero también por su papel como 'banco de pymes', uno de sus puntos fuertes. De hecho, uno de los motivos que han empujado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a pasar a la denominada 'fase II' la opa, que requiere un análisis más exhaustivo, se explica por la necesidad de analizar en detalle los efectos que tendría en cuanto a acceso al crédito por parte del tejido productivo de menor tamaño, especialmente, entre pequeñas y medianas empresas catalanas.
El regulador lleva desde el pasado mes de noviembre estudiando en detalle todos estos factores, trabajo que se retrasará como mínimo hasta febrero. En condiciones normales tiene una duración de tres meses sin tener en cuenta que el plazo se detiene cada vez que solicita más información. La idea de Carlos Torres, presidente de BBVA, pasa por ubicar la sede en Madrid en caso de que la fusión se materialice, aunque ha prometido mantener el centro operativo de Sant Cugat del Vallès.
What's Your Reaction?