Y la historia se volvió a repetir

Otra vez, Timberwolves vs. Grizzlies. Otra vez, un cuarto final eléctrico. Otra vez, un triunfo que se resuelve en la última posesión del partido. Otra vez que Chris Finch se entrega al hero ball, otra vez que Anthony Edwards recurre al triple para llevarse el duelo…

Y otra vez que el plan, o la ausencia total del mismo, sale rematadamente mal; el tiro de tres no toca ni aro y el nombre de los Wolves, otra vez, vuelve a aparecer en el centro del epitafio.

El de anoche en el Target Center fue un bonito duelo, con un cierre de encuentro en el que cada canasta se peleó a brazo partido.

Un segundo lance entre dos equipos potentes de la Conferencia Oeste, y que dejó varias pistas de lo que podría suponer un cruce entre ambos de tener que cruzarse en playoffs.

Memphis: más y mejores

Los Grizzlies son, actualmente, un equipo con más recursos para anotar que unos Timberwolves que, con la baja añadida de Divincenzo, apenas tuvieron donde elegir en los balones calientes, y terminaron siempre mirando a los mismos dos: Anthony Edwards y Naz Reid.

Y eso es así porque hay dos realidades que combinan fatal, casí como un oxímoron:

• Rudy Gobert no puede disputar el cluch: elegirle a él en la defensa del tablero implica atacar con cuatro hombres en lugar de con cinco. Esperpéntica acción, sólo y a un metro del hierro, que recordó a aquella de Ben Simmons en el Game 7, boicoteado por su propio pavor al aro.
• Julius Randle no puede disputar el clutch: mientras su autopercepción en el dribling siga siendo la de Iverson, su IQ el de J.R. Smith, su defensa la de Cam Thomas y su bote de balón el de un inspirado Kendrick Perkins.
• Y una tercera: Mike Conley no está. Ni mucho menos para titular y apenas para 15 minutos de suplente. Su cuerpo ya no le da.

Un gran Naz Reid que (nunca) será Towns

Por estas tres cosas, y como a Towns no se le sustituye así como así, anoche Finch tuvo en pista todo lo que le fue posible al interior más versátil y equilibrado que tiene en la plantilla: Naz Reid. Pero reptimos: no es Towns.

Por eso, y tras un enorme partido en el que sacó a relucir sus recursos al poste y su buena mano de tres (29 puntos con 5 de 10 en triples), le traicionó su propio techo, tratando de hacer más de lo que su talento le permite.

Primero una falta (dudosa) por la que Jaylen Wells fue premiado con tres tiros libres, luego cometió un error grosero en la salida de balón tras un gran tapón de Gobert, y por último quiso resolver con un complicado bank shot a tabla a lo Tim Duncan, pero Reid ni es zurdo ni es Duncan.

Mientras, Anthony Edwards trataba de ganar desde el triple lo que Jaren Jackson Jr. hacía fácil tras la tibia defensa de Randle y lo que Morant obtenía (faltas) en su desmelene atlético ante Gobert.

Acertó Finch, a pesar de sus excesos, manteniendo todo lo posible a Reid en cancha, quien con un triple frontal y un mate furibundo mantenía a los Wolves con vida entrado el último minuto de partido.

Edwards

Se equivocaba en el siguiente ataque JJJr. ante un buen marcaje de Randle, y en la siguiente secuencia Edwards hizo lo que debe que hacer por norma en momentos así: usar y abusar, muy a lo Morant, de su opulencia física. Se dejó de triples y ataco la pintura rival con agresividad.

No acabó en 2+1 (de milagro) pero sacó la falta.

Falló Jackson de nuevo (otro que, a menudo, sobrevalora su floater) y Finch dispuso de pizarra y tiempo muerto para terminar en un simple y llano ‘Balones a Will’.

Así (como primera opción) no

Pero porcentajes del 42% en triples en casi diez tiros por partido se consiguen en base a situaciones de ventaja, defensas normales y tiros tras bote bien seleccionados, y no sobre la bocina, en desequilibrio y con doble punteo rival.

Edwards, otra vez, se quedó sin ser el héroe; en esta ocasión ante a su público, y los Grizzlies vencieron de nuevo por dos puntos de ventaja. Hace una semana por 127-125, anoche 106-108.

Y tiene pinta que de haber un tercer duelo (se cruzarán, de hecho una vez más en RS, el 11 de abril) bajo un desenlace en similares condiciones… o los Wolves hacen retrospección y cambios importantes (de mentalidad y estrategia) el ganador.

(Fotografía de portada de Petre Thomas-Imagn Images)