Un gol de Gonzalo en el último segundo alivia el mal trago del Madrid y le da el billete para semis de Copa

El Real Madrid sufrió hasta el último momento en su visita a Butarque, con una victoria en el descuento para dar cuenta del Leganés (2-3) y avanzar a las semifinales de la Copa del Rey. Modric y Endrick le dieron ventaja a los blancos en la primera parte, pero un doblete de Juan Cruz igualó el encuentro hasta el 93', cuando el canterano Gonzalo García Torres se suscribió a la épica para dejar atrás los cuartos de final.

Prácticamente en la primera jugada del partido, Lunin salvó al Real Madrid. Juan Cruz cazó un envío largo, y encontró el desmarque de Diego García, cuyo disparo acabó repelido por el portero ucraniano, que tuvo una inusual cantidad de carga laboral en los primeros compases, rechazando también una peligrosa falta lateral.

Los blancos tardaron un tiempo en meterse en el partido, pero Rodrygo se convirtió pronto en el faro de los visitantes. El brasileño condujo por la banda izquierda hasta que encontró, con un pase raso y directo, a Modric rondando el borde del área. El croata no se lo pensó, y adelantó a los blancos con un seco golpeo con el exterior de la bota.

El segundo gol llegó al final de una preciosa jugada de combinación de los de Ancelotti que fue desbaratada por la defensa 'pepinera'. Con algo de fortuna, el rebote le cayó a Endrick, que anotó el segundo del partido para reivindicarse.

En el minuto 39 comenzó a torcerse el encuentro para los líderes de LaLiga. Una evidente mano de Jacobo Ramón llevó el cuero al punto de penalti, desde donde Juan Cruz, a pesar de la correcta previsión de Lunin, no falló, recortando distancias antes del descanso.

En la segunda parte, la pólvora madridista se mojó: Vinícius, la solución de Ancelotti, falló después a puerta vacía, Endrick, con el pecho, no pudo aprovechar un centro milimétrico de Modric, y Brahim, a pase del propio Vinícius, mandó una vaselina al larguero.

Después de una jugada hilada a la perfección, Juan Cruz se plantó dentro del área, aunque su disparo no fue perfecto. El esférico rebotó en Mendy, y cambió por completo su trayectoria, con Lunin ya vencido, por lo que el Leganés empató el encuentro en el minuto 59.

Como respuesta, Vinícius entró hasta la cocina, y se la jugó en vez de buscar el pase de la muerte. Mientras caía, el extremo brasileño se acomodó el balón y buscó portería, pero el churrigueresco disparo se topó con la madera.

Durante la última media hora, el asedio madridista alcanzó su momento álgido, pero los constantes fallos milimétricos indicaban que el destino había dictado una prórroga inevitable. A la desesperada, en el 93', el canterano Gonzalo se elevó sobre la defensa local para cabecear un centro medido de Brahim y condenar al Leganés. Para cerrar su semana clave, el Real Madrid recibirá el sábado en Liga al Atleti, uno de sus posibles rivales en semis.

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