Un dardo para el asteroide 2024 YR4: en 2028 sabremos si necesitaremos una misión tipo DART para desviarlo

La misión DART probó en 2022 que somos capaces de desviar un asteroide que amenace la Tierra. ¿Tendremos que ponerla a prueba con 2024 YR4?

Feb 6, 2025 - 17:24
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Un dardo para el asteroide 2024 YR4: en 2028 sabremos si necesitaremos una misión tipo DART para desviarlo

A casi dos años y medio de que la humanidad probara que es capaz de desviar un asteroide que no era una amenaza, ¿estamos ante otro que sí lo es, llamado 2024 YR4? ¿Vamos a tener que lanzar una misión para evitar la colisión de una enorme roca de unos 60 metros con la Tierra en 2032? 

  • El dato. A fecha de 2025, hay tan solo un 1,6% de probabilidades de que el asteroide 2024 YR4 se nos venga derechito e impacte en 2032 y, por tanto, tener que desplegar lo aprendido en el experimento DART para desviar la amenaza.
  • Contexto. La ESA llegó a contar con el músico y astrónomo Brian May para divulgar esta misión liderada por la NASA que, en 2022, logró algo histórico: impactar contra la luna (o cuerpo menor alrededor) del asteroide Dimorfo. Del tamaño del Coliseo Romano, ese choque permitió desviar el cuerpo rocoso mediante una nave del tamaño de una lavadora; hito sin precedentes para la defensa planetaria.

    Ahora, se ha activado el llamado protocolo de seguridad planetaria ante 2024 YR4. Esto no implica automáticamente que haya que preparar una misión de desvío (técnicamente, deflación).

Con 2024 YR4 estaríamos ante otro asteroide algo más pequeño que desviar, pero sobre el que una misión similar podría atinar sin demasiado problema si se hace con los cálculos y antelación necesarios, explica desde el ICE-CSIC el investigador y experto en defensa planetaria del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya Josep Maria Trigo.

2028, año clave para saber si conviene desviar o no a 2024 YR4

En realidad, una operación para desviar a 2024 YR4 se desplegaría sólo si se estima que merece la pena. Porque lo más probable es que no sea una amenaza, como señala el astrónomo. “Lo sabremos con más precisión en 2028, cuando se nos acerque de nuevo”.

No se descarta que incluso lo dejemos caer porque no vaya a provocar un gran daño su impacto. Puede caer en el océano, que es lo que suele pasar con meteoritos o basura espacial. O que estalle en la atmósfera sobre un sitio no poblado.

Comoquiera, esto nos recuerda la importancia de invertir en investigación en defensa planetaria. Lo que tenemos fichado ahora mismo no es una amenaza, añadía el profesor Trigo en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo.

Pero siempre pueden aparecer sorpresas de tamaños no muy grandes, como 2024 YR4 pero con potencial de daño. Ya ocurrió en Cheliábinsk en 2013, con un asteroide de 20 metros que explotó en el cielo, provocando daños materiales abundantes por su onda expansiva.

Una treintena de asteroides notables tiene, en su mayoría, una probabilidad entre un millón de impactar en la Tierra en los próximos 100 años. Ninguno supera el 2% de probabilidad. Otra cosa son los que aún no hemos descubierto. Y DART se pone manos a la obra contra la amenaza asteroide.

▣ EN CONTEXTO

De los asteroides potencialmente peligrosos, ninguno supera hoy el 2% de probabilidad de impacto

Fuentes

  • Misión DART en la NASA
  • Notificación de la IAWN sobre el asteroide 2024 YR4
  • Josep M. Trigo (ICE-CSIC, IEEC)