'Shitposting', los memes que auparon a Trump en 2016 y que ahora la izquierda quiere recuperar como forma de arte

El artista visual Daniel Moreno reflexiona con su videoinstalación 'Caca banal' sobre la potencia de los montajes virales que consiguen impacto pese a su ínfima calidad y su ejecución tosca“Sin Dover nunca habría tenido una banda”: cómo las hermanas Llanos invitaron a una generación a hacer la revolución feminista del rock A partir de este martes podrá verse en el espacio La Capella de Barcelona la exposición Caca banal, una videoinstalación creada por el artista Daniel Moreno Roldán (Barcelona, 1990) en la que muestra, en una treintena de pantallas insertadas en antiguos televisores portátiles analógicos, la colección de memes que ha ido recogiendo y atesorando a lo largo de su vida como nativo digital. Las imágenes, principalmente montajes burdos que se incluyen en lo que en las redes se denomina como shitposting, están presididas por un panel de tamaño mucho mayor donde Moreno expone las animaciones que él mismo ha creado, en formato y lenguaje de meme, para guiarnos a través de una serie de reflexiones sobre este tipo de contenidos, altamente virales y muchas veces despreciados por su superficialidad y falta de elaboración, pero cuya repercusión ha trascendido en ocasiones a internet para impactar directamente en la política mundial. Así ocurrió, por ejemplo, con Pepe the frog, un meme del que se apropió la derecha alternativa estadounidense que apoyó a Trump en 2016. En Caca banal, sin embargo, el artista expresa su clara intención de reconquistar el uso de estos montajes con los 322 memes expuestos y clasificados por sus posibilidades expresivas tanto para la política como para el arte e incluso la comunicación comercial. “Nací en los 90, así que he mamado internet toda mi vida y he crecido viendo memes”, explica este artista, que estudió Bellas Artes y asegura que desde su época universitaria tiene “un conflicto personal con el mundo actual del arte contemporáneo y sus códigos”, los cuales le parecen “elitistas”. Es por ello, explica, que Moreno empezó a valorar los memes que iba recogiendo de su actividad en redes, foros y grupos de mensajería, como objetos artísticos. “Había muchos memes que me parecían ingeniosos e interesantes más allá de la broma y vi que podían tener un sentido político o artístico”, añade el artista, que finalmente decidió reunirlos en un solo montaje. Ahora la instalación puede verse en La Capella con los memes distribuidos en la treintena de televisores analógicos y un panel con las animaciones de fondo. La Capella 'Shitposting', ¿arte u ocurrencia de barra de bar? El shitposting (del inglés shit, mierda; y posting, publicar) es un concepto utilizado en internet para referirse a la acción de lanzar a propósito en redes sociales contenidos de baja calidad, a veces absurdos u ofensivos, y sobre todo pretendidamente graciosos aunque en realidad de dudoso gusto e irrelevante. En este “lenguaje” –tal como lo define Moreno– de vocación feísta son abundantes los errores ortográficos o gramaticales y los formatos de pantalla propios del teléfono móvil, así como los chistes burdos. Un ejemplo de shitposting son los montajes con gatitos o bebés, los extraterrestres, los chihuahua bailarines o los cachorros que nos miran con pena. También las frases del tipo “emosio engañado” y similares, o personajes de cómic transmutados en políticos, como la rana Pepe convertida en Trump, la ardilla de Alvise o el Perro Sanxe, en referencia al presidente español. “El shitposting viene a ser como las ocurrencias de conversaciones de barra de bar, pero llevadas al mundo digital de los grupos de WhatsApp, Instagram y TikTok”, apunta el antropólogo y novelista Víctor Balcells, que ha escrito el folleto de presentación de la muestra.

Feb 4, 2025 - 15:06
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'Shitposting', los memes que auparon a Trump en 2016 y que ahora la izquierda quiere recuperar como forma de arte

'Shitposting', los memes que auparon a Trump en 2016 y que ahora la izquierda quiere recuperar como forma de arte

El artista visual Daniel Moreno reflexiona con su videoinstalación 'Caca banal' sobre la potencia de los montajes virales que consiguen impacto pese a su ínfima calidad y su ejecución tosca

“Sin Dover nunca habría tenido una banda”: cómo las hermanas Llanos invitaron a una generación a hacer la revolución feminista del rock

A partir de este martes podrá verse en el espacio La Capella de Barcelona la exposición Caca banal, una videoinstalación creada por el artista Daniel Moreno Roldán (Barcelona, 1990) en la que muestra, en una treintena de pantallas insertadas en antiguos televisores portátiles analógicos, la colección de memes que ha ido recogiendo y atesorando a lo largo de su vida como nativo digital.

Las imágenes, principalmente montajes burdos que se incluyen en lo que en las redes se denomina como shitposting, están presididas por un panel de tamaño mucho mayor donde Moreno expone las animaciones que él mismo ha creado, en formato y lenguaje de meme, para guiarnos a través de una serie de reflexiones sobre este tipo de contenidos, altamente virales y muchas veces despreciados por su superficialidad y falta de elaboración, pero cuya repercusión ha trascendido en ocasiones a internet para impactar directamente en la política mundial.

Así ocurrió, por ejemplo, con Pepe the frog, un meme del que se apropió la derecha alternativa estadounidense que apoyó a Trump en 2016. En Caca banal, sin embargo, el artista expresa su clara intención de reconquistar el uso de estos montajes con los 322 memes expuestos y clasificados por sus posibilidades expresivas tanto para la política como para el arte e incluso la comunicación comercial.

“Nací en los 90, así que he mamado internet toda mi vida y he crecido viendo memes”, explica este artista, que estudió Bellas Artes y asegura que desde su época universitaria tiene “un conflicto personal con el mundo actual del arte contemporáneo y sus códigos”, los cuales le parecen “elitistas”. Es por ello, explica, que Moreno empezó a valorar los memes que iba recogiendo de su actividad en redes, foros y grupos de mensajería, como objetos artísticos.

“Había muchos memes que me parecían ingeniosos e interesantes más allá de la broma y vi que podían tener un sentido político o artístico”, añade el artista, que finalmente decidió reunirlos en un solo montaje. Ahora la instalación puede verse en La Capella con los memes distribuidos en la treintena de televisores analógicos y un panel con las animaciones de fondo.

La Capella

'Shitposting', ¿arte u ocurrencia de barra de bar?

El shitposting (del inglés shit, mierda; y posting, publicar) es un concepto utilizado en internet para referirse a la acción de lanzar a propósito en redes sociales contenidos de baja calidad, a veces absurdos u ofensivos, y sobre todo pretendidamente graciosos aunque en realidad de dudoso gusto e irrelevante. En este “lenguaje” –tal como lo define Moreno– de vocación feísta son abundantes los errores ortográficos o gramaticales y los formatos de pantalla propios del teléfono móvil, así como los chistes burdos.

Un ejemplo de shitposting son los montajes con gatitos o bebés, los extraterrestres, los chihuahua bailarines o los cachorros que nos miran con pena. También las frases del tipo “emosio engañado” y similares, o personajes de cómic transmutados en políticos, como la rana Pepe convertida en Trump, la ardilla de Alvise o el Perro Sanxe, en referencia al presidente español.

“El shitposting viene a ser como las ocurrencias de conversaciones de barra de bar, pero llevadas al mundo digital de los grupos de WhatsApp, Instagram y TikTok”, apunta el antropólogo y novelista Víctor Balcells, que ha escrito el folleto de presentación de la muestra.

Daniel Moreno, videoartista, frente a su instalación titulada 'Caca banal'

Para Balcells, quien, como Moreno, reivindica la arqueología internáutica respecto a este tipo de creaciones, el valor del shitposting reside en su elemento espontáneo y popular, sin más pretensiones que las de resultar memes graciosos o de provocar al pensamiento predominante. En este sentido, el escritor no lo ve como un lenguaje en sí, sino como una recopilación de cultura popular, aunque sí le reconoce una vocación contestataria por “su tendencia de inclinarse hacia la incorrección política”.

Piensa distinto Ezequiel Soriano, que además de artista es doctor en Humanidades y Comunicación por la UOC, con una tesis titulada La razón incorpórea del folklore digital. Una etnografía sobre la construcción de valor y sentido en los memes de Internet, en la que estudia la esencia comunicacional del shitposting. “Yo creo que más que un lenguaje es una manera de estar en internet, una actitud”, dice. Soriano explica que, a su juicio, la cultura del meme, más allá de “la tendencia al troleo y la impostura” y engarza con una visión de la cultura en internet que fue mayoritaria antes del auge de las redes sociales.

“A mí lo que me interesa del shitposting es cómo se ordena la creatividad en los memes y cómo estas creaciones muchas veces se sustentan en otras ideas de propiedad intelectual”, explica este estudioso. Se refiere, aclara, a “cómo se entiende la creación ya no basada en la originalidad, sino en la copia; no en la idea de trascendencia, sino en una idea más inmanente del aquí y el ahora; y tampoco en una idea de autoría individual, sino de autoría colectiva”.

Colectivos de 'shitposting', reivindicando el género

Soriano califica de arte al shitposting y lo reivindica como una alternativa a los modelos de producción artística actuales, en los que la propiedad intelectual es un objeto de mercantilización comercial por parte de un solo artista. De todas formas, Balcells también especula con la idea de que “algún día veremos un shitposter con obra en los museos”, no tanto en el sentido de autor único de la obra como por el reconocimiento de la dimensión artística de este tipo de memes.

En realidad, los productores de shitposting , que comulgan con la filosofía que apunta Soriano, se organizan en colectivos donde se crean, se recogen, se valoran, se mejoran y se cuelgan en sus páginas los memes. Uno de ellos, que tiene presencia con sus aportaciones en los laterales del espacio que ocupa Caca banal, complementando la instalación de Daniel Moreno, es Atractive Smithers, un grupo catalán que se dedica a la producción de shitposting con intenciones tanto artísticas como de activismo social desde la izquierda.

“Nos hicimos populares con un conjunto de memes sobre las opiniones que se vertían sobre Ada Colau desde la derecha”, explica un representante de este colectivo, que no desea que su nombre aparezca para que no se diluya la representatividad del grupo. Esta fuente, que si bien defiende el shitposting no solo como arma política sino también “para abrir los debates sociales más variados”, sí cree que el meme constituye una fuente de numerosas expresiones artísticas.

“Nosotros los compartimos, los creamos en nuestros grupos de Whatsapp y finalmente subimos a nuestras páginas los más populares”, apunta. Cita como ejemplo al grupo musical Els cundits, cuyos miembros también pertenecen a Atractive Smithers y realizan videos con composiciones de rap y trap en las que aparecen numerosos memes mientras las mismas letras, en un anhelo casi dadaísta, describen los memes que van apareciendo.

Por otro lado, aunque adicionalmente el shitposting ya se usa como lenguaje de comunicación comercial –Moreno apunta en esa línea a que marcas como MediaMarkt o Kentuky Fried Chikend (KFC) utilizan la clave del meme en sus campañas de marketing–, desde Atractive Smithers creen que son “campañas sin gracia y con memes muy vacíos y un tanto vergonzantes”.

Por su parte Soriano, que detecta este rechazo de los colectivos a la utilización profesional del meme, lo ve como decir: “Somos jóvenes, estamos conectando con estos nuevos lenguajes”, pero sin disimular que “las estructuras son las mismas y los objetivos de venta son los mismos de siempre”.

De 4Chan a Steve Bannon, liberar el 'shitposting' del ultraderechismo

Explica Moreno en la presentación de Caca banal que el origen del shitposting está en un sitio web tan legendario como polémico por su defensa acérrima de la libertad de expresión: 4Chan. En sus foros nacieron este tipo de memes ácratas, iconoclastas, aparentemente estúpidos y banales pero sobre todo plagados de incorrecciones políticas. “Eran una contestación a la corrección imperante”, apunta Soriano, que destaca que no tuvieron signo político hasta que el asesor de Trump Steve Bannon detectó su potencial mediático para los mensajes del futuro presidente.

“Bannon vio en los memes una gran arma para su batalla cultural”, sostiene Soriano, que apunta a que el origen del término shitposting podría estar en la indicación que Bannon da a los internautas de la alt-right: “Let's flood the zone with shit” (Vamos a inundar la zona de mierda). A partir de entonces, explica, el uso del meme se ha extendido a todos los grupos de la extrema derecha global.

Observa Moreno en su videoinstalación que el motivo desenfadado y en apariencia inocente del meme puede invitar, si se usa con mala fe, a banalizar y relativizar ideas como las que componen el fascismo. En consecuencia, tanto él como Soriano, y el resto de los entrevistados para este reportaje, juzgan fundamental recuperar el shitposting para la batalla mediática progresista.

Así lo pone en práctica la podcaster Estela Ortiz, que realizará desde La Capella una emisión en directo de contenido shitposting junto a otro colectivo shitposter, el Proyecto Una, como actividad complementaria a Caca banal. “No sé muy bien de qué vamos a hablar”, explica Ortiz, que aduce que “llenar un espacio con contenido meme va a ser todo un reto”.

Ahora bien, es clara a la hora de reclamar la recuperación del shitposting para el activismo progresista: “El tema es que el shitposting se enmarca en unas redes sociales que tienen algoritmos que tienden a visibilizar y radicalizar el discurso del usuario”. Recalca seguidamente: “Es una herramienta que utilizan tanto desde la izquierda como desde la derecha, aunque la derecha dice que en la izquierda no sabemos hacer memes, pero yo no estoy de acuerdo con eso”.

Pone con ejemplo su serie de Instagram El hombre vs el oso, en la que a base de memes plantea qué le gustaría más a una mujer encontrarse en un bosque, un hombre o un oso. “Este trend [meme, tendencia] ha servido para abrir multitud de debates y compartir muchas experiencias, no solo entre mujeres, sino también de otros colectivos oprimidos”, concluye la podcaster.

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