Qué debes esperar en tu visita al dentista cuando tienes dolor de muelas

En la mayoría de los casos, los exámenes preventivos periódicos semestrales pueden protegerte del dolor agudo. Debes programar una cita con tu dentista tan pronto como aparezca el primer dolor leve, es decir, no esperes que el dolor desaparezca por sí solo; eso generalmente no sucede. Si el dolor ya es intenso y hay que suprimirlo con analgésicos o te despierta del sueño y por tanto sientes la necesidad de una visita urgente al médico sin cita previa, acude siempre al consultorio por la mañana o primeras horas de la mañana. También es aconsejable llamar por teléfono con antelación al dentista al que acudes periódicamente para controles preventivos y concertar una cita, incluso en caso de dolor agudo.

El dolor intenso no surge de la nada. Suelen aparecer de forma más leve antes y en ese momento conviene solucionar la situación, no esperar a que el dolor desaparezca por sí solo o empeore.

Las causas más comunes de dolor de muelas

Las causas más comunes de dolor son:

• Caries e inflamación del nervio dental causadas por caries desatendidas o no diagnosticadas.
• «Dientes muertos» que no han recibido tratamiento de conducto adecuado o ningún tratamiento de conducto (tratamiento de endodoncia).
• Gingivitis.
• Empastes caídos.
• Dientes en erupción (dientes temporales, muelas del juicio).
• Cuellos de dientes expuestos.

¿Qué hacer cuando se presenta un dolor intenso?

En primer lugar, debes intentar buscar ayuda de tu dentista, quien se preocupa por la salud de tus dientes y encías y a quien acudes periódicamente para realizar exámenes preventivos. Intenta siempre comunicarte con él durante su horario de oficina, preferiblemente por la mañana o después de una cita telefónica previa como se mencionó anteriormente.

¿Qué se puede esperar del tratamiento agudo sin cita previa o en la urgencia dental?

Durante el tratamiento agudo, ya sea en urgencias o en tu dentista, quien te tratará con el llamado En el caso agudo, además, entre otros pacientes reservados previamente, no se puede contar con un tratamiento definitivo, sino sólo con primeros auxilios. El objetivo del tratamiento agudo es aliviar el dolor del paciente y prevenir mayores complicaciones y daños. Si no se acepta una solución en forma de extracción dental, sólo en las siguientes fechas tu dentista te recomendará un procedimiento de tratamiento adecuado y completará el tratamiento.

Consejos generales sobre cómo afrontar un dolor de muelas

• Evita el contacto directo con alimentos y bebidas muy fríos o calientes, que pueden empeorar el dolor.
• Limita el consumo de alcohol, café y fumar cigarrillos.
• Puedes tomar analgésicos (analgésicos) de venta libre que se pueden comprar en la farmacia sin receta. Incluyen los conocidos ibuprofeno, diclofenaco, indometacina, etc., sin embargo, hay que utilizar los analgésicos con prudencia y en ningún caso superar la dosis recomendada en el prospecto.
• No tomar analgésicos inmediatamente antes de acudir a la urgencia dental, ya que esto podría dificultar el diagnóstico correcto.
• Enjuágate la boca periódicamente con agua tibia o infusión de manzanilla.
• Por la noche, apoya la cabeza de manera que quedes en una posición “semisentada” y no completamente horizontal.
• Si te le ha caído el empaste o la corona y, por tanto, la superficie del diente es sensible a los estímulos fríos, puedes aliviar el dolor insertando un clavo previamente triturado en la cavidad después del empaste caído o «masticándolo» con el diente defectuoso. En caso de emergencia, también se puede utilizar un chicle bien masticado para «aislar» el diente de los estímulos irritantes. También es posible insertarlo en la cavidad después de un empaste caído o para cubrir el muñón de un diente preparado.
• Si estás tomando algún medicamento constantemente o has tomado analgésicos, en cualquier caso, lleva una lista de estos medicamentos al consultorio del médico, ¡donde te brindarán los primeros auxilios!
• Quienes prefieran los preparados homeopáticos pueden utilizarlos mientras reciben primeros auxilios.

Los profesionales de la Clínica Dental Plaza Prosperidad, nos añaden indicaciones precisas para cada tipo de lesión que provoca un dolor de muelas:

1. Si tienes hinchazón incipiente…

En torno a la inflamación de la mandíbula y el dolor post-extracción, a menudo aparece hinchazón junto con el dolor.

• Aplica compresas frías o bolsas de hielo en la cara.
• Evita el esfuerzo físico, tomar el sol y visitar la sauna.

2. Sangrado después de la extracción del diente

• No te enjuagues la boca en exceso.
• Muerde firmemente un cuadrado de gasa doblado de 5x4cm (también puedes hacerlo con una venda esterilizada en caso de emergencia o utilizar un pañuelo de tela limpio y planchado).
• No te acueste en posición horizontal, sino adopte una posición «semisentado» con la cabeza o toda la mitad superior del cuerpo apoyada.
• Aplica una compresa fría en tu cara.
• Si el sangrado no se detiene en 30 minutos, busca ayuda profesional.

3. Gingivitis

• Enjuagues tibios con una solución de clorhexidina, manzanilla o salvia.
• Evita alimentos, bebidas y enjuagues bucales irritantes.
• Cuida una perfecta higiene bucal.
• Retira de la boca los objetos que puedan dañar o irritar las encías inflamadas (dentaduras removibles, aparatos ortopédicos).
• Visita al dentista durante el horario habitual de consulta, incluso si el problema ha desaparecido mientras tanto.

4. Herpes labial

La aparición de herpes labial, que es una infección viral recurrente que sobrevive en estado inactivo en el sistema nervioso periférico del 90 por ciento de la población, puede ser provocada por: baños de sol intensos, estrés, debilitamiento del sistema inmunológico (por ejemplo, durante los resfriados), pero también irritaciones mecánicas. El herpes labial también puede ser provocado por alimentos que contienen el aminoácido L-arginina (por ejemplo, guisantes, nueces o chocolate).

Al poco tiempo, se forman ampollas dolorosas y que pican en el labio, que luego se curan formando costras durante 8 a 10 días.

La enfermedad es muy contagiosa, especialmente en el momento en que estalla la ampolla, por lo que es necesario seguir estrictamente las normas de higiene, no beber del mismo vaso que el afectado y evitar un contacto más cercano con el enfermo, no besar, no compartir toallas, paños, ropa de cama.

• ¡Nunca perfores ni aprietes las ampollas!
• Asegúrate de que la infección no entre en el ojo, ya que si se ve afectado por el herpes, también puede provocar la pérdida de la visión. Lávate bien las manos después de cada aplicación de la pomada o contacto accidental.
• Es importante que el tratamiento se realice inmediatamente después de los primeros síntomas, que ya son familiares para las personas afectadas repetidamente por la aparición de herpes labial, inmediatamente cuando la zona del labio empieza a «picar» o incluso como medida preventiva (por ejemplo, cuando tomas el sol o sabes sobre la susceptibilidad a esta infección). De esta manera, a veces se puede prevenir por completo la formación de ampollas o reducir significativamente los síntomas dolorosos.
• Se logran buenos resultados mediante la aplicación local de virostáticos.
• También se han conseguido ciertos éxitos con el uso de pomadas con extractos de melisa, también se utilizan preparados a base de hierbas a base de manzanilla, pomada de árnica o salvia o aceite de melisa para el tratamiento sintomático.
• Contra nuevos brotes de herpes labial se recomienda una dieta basada en alimentos en su estado natural, que omita los alimentos refinados y el azúcar y prescriba mucha fibra, frutas, verduras, miel, leche y yogur.
• También se recomiendan las vitaminas A y B, complejo B, ácido fólico, zinc, magnesio y selenio.
• Una solución de cantidades iguales de jugo de limón y agua aplicada en los labios puede ayudar a curar el herpes labial.

5. Problemas con la dentición y las muelas del juicio

• El corte de los primeros dientes temporales, que comienza alrededor del sexto mes después del nacimiento del niño, siempre va acompañado de distintos grados de inflamación de las encías circundantes. Por lo tanto, el período de la dentición se asocia con una serie de problemas que lo acompañan, como hinchazón, dolor de encías y también diarrea. El niño está inquieto, insomne, llora, babea. Las encías están hinchadas y rojas, como inflamadas. El empeoramiento suele producirse al anochecer o por la noche.
• Durante este período, es bueno darle al niño una zanahoria cruda, un panecillo o bollo duro o una barra de pan o incluso un aro de goma especial lleno de líquido para que mordisquee y mordisquee. Es recomendable enfriarlo previamente en el frigorífico.
• También es adecuado masajear las encías con un dedo, lo que hará que el dolor disminuya. La presión de los dientes desde abajo amortigua la presión sobre las encías desde arriba. Es una sensación agradable para el niño.
• El masaje también se puede realizar con preparados especiales destinados a estos fines, que contienen sustancias anestésicas.
• No le damos al niño analgésicos ni pastillas para dormir; no está enfermo, al contrario, el dolor, aunque desagradable, es una experiencia natural para él, aunque requiere nuestros fuertes nervios.
• También puedes ayudarle con compresas frías en el rostro.

De igual forma, los jóvenes suelen tener problemas con la erupción de las muelas del juicio inferiores. Esto se acompaña principalmente de dolor en el lugar del diente en erupción, ya sea espontáneo o inducido por la presión (comida, dedo), dolor al abrir la boca, que a veces puede limitarse ligeramente, así como al tragar.

Antes o entre visitas al consultorio dental, se recomienda enjuagarse la boca con soluciones que contengan clorhexidina, decocciones tibias de salvia o manzanilla.

Si comienza a formarse hinchazón, ¡es necesario enfriar el área!

En caso de problemas duraderos o recurrentes con la erupción de las muelas del juicio, recomendamos una visita a tu dentista, porque a diferencia de la «dentición» natural de los niños pequeños, los problemas con las muelas del juicio no desaparecen por sí solos, sino que reaparecen regularmente sobre todo en situaciones en las que menos nos conviene…

6. Luxación de un diente durante un accidente

• Especialmente en niños y adolescentes, existen buenas perspectivas de lograr una reimplantación (reinserción) exitosa de dientes que fueron el resultado de una lesión, la llamada luxado = sacado del lecho del diente.
• Es importante mantener húmedos los dientes caídos y consultar a un dentista de inmediato. Nunca desinfectes un diente caído, si está sucio enjuágalo solo con agua limpia y tibia o leche. Nunca retires restos de tejidos blandos. Estos son importantes para que el cuerpo vuelva a aceptar el diente caído. También es posible conservar el diente en un pañuelo limpio y húmedo, un vaso de agua tibia o leche (antes de proporcionarle la leche, podemos conservar el diente en la saliva del accidentado). En caso de emergencia, la persona lesionada puede mantener el diente caído debajo de la lengua durante el transporte, siempre que pueda comunicarse con él con normalidad.
• Si el estado de la persona lesionada lo permite, el mejor método para salvar el diente es volver a colocarlo (después de lavarlo con agua) en el lecho del diente sangrante, incluso sin la presencia de un dentista. Luego deje que la víctima muerda un pañuelo de papel doblado y busca tratamiento dental de emergencia lo antes posible.
• Busca ayuda profesional lo más pronto posible, para que el pronóstico del diente reimplantado sea bueno, debe brindarse dentro de los 30 minutos posteriores a la lesión.
• Hoy en día, los dientes dañados pueden tratarse satisfactoriamente tanto desde el punto de vista funcional como estético. Sin embargo, muchas veces requiere varias visitas al dentista, el tratamiento es laborioso y no suele ser barato. 

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