La ‘revolución Ozempic’ prueba su poder más allá de la obesidad o la diabetes, “pero también hay riesgos”
Presentan el mayor atlas de los efectos 'inesperados' buenos y malos de los nuevos medicamentos para diabetes y obesidad tipo Ozempic.
Ozempic, Wegovy o Mounjaro suenan más que el término AR GLP-1. Las tres son marcas que las redes sociales han disparado en popularidad –a veces, frívola– como inyecciones milagrosas contra la obesidad. Pero la realidad es que son medicamentos principalmente indicados en personas con enfermedades metabólicas, como la diabetes. Y, sí; en el caso de Mounjaro, para abordar los casos graves de obesidad. Hasta aquí la radiografía social de estos nuevos fármacos sustanciados en dos moléculas: semaglutida (Ozempic/Wegovy) y tirzepatida (Mounjaro).
Pero desde el punto de vista científico, al poco se dieron cuenta de que quien se inyectaba Ozempic y otra semaglutida parecía también mejorar su salud cardiovascular (esto se corroboró en un seguimiento de cuatro años en el estudio SELECT). Con el tiempo, se están sumando más indicios de que estamos ante una revolución a nivel farmacológico y clínico. O, en palabras de la nutricionista y farmacóloga Marián Boticaria García, ”un cambio de paradigma” en abordaje de diabetes tipo 2 y obesidad. Aunque “no exento de riesgos“. Se están viendo posibles y sorprendentes usos futuros, más allá de perder peso.
¿Un supermedicamento? Por lo pronto, sus descubridores han merecido los premios Princesa de Asturias y Fronteras del Conocimiento en España. Pero…
Cuidado cuando oigas ‘supermedicamemto’ o ‘medicamento milagro’. La historia de la medicina está llena de promesas que torcieron su camino pasado el tiempo. Sin ir más lejos, “estudios observacionales defectuosos sobre otro medicamento, la metformina, concluyeron erróneamente que prevenía el cáncer”, recuerda desde el Instituto para la Atención de la Salud Basada en la Evidencia de Australia el doctor David Henry. De Ozempic o Mounjaro apenas se están empezando a conocer efectos nuevos. Pero esto es interesante a nivel científico. No para experimentar por tu cuenta. Te juegas tu salud y tu bolsillo.
- Lo nuevo. Ahora, tres investigadores de EE.UU. han recogido en Nature Medicine toda la evidencia sobre el alcance de este tipo de fármacos. Riesgos y beneficios extras, más allá de la ficha técnica que los indica para la diabetes y la obesidad.
- Contexto. Ozempic y Mounjaro, que se comercializan en España con receta desde 2019 y 2024, respectivamente, son técnicamente unos análogos del péptido similar al glucagón de tipo 1 (AR GLP-1). Es decir, un receptor del sistema digestivo, clave en la regulación de la insulina que ayuda a procesar la glucosa. Dicho de otro modo, facilita en personas con diabetes el procesamiento de los azúcares para que no se dispare su presencia en sangre, poniendo en peligro al organismo. Pero también son emisarios de saciedad que actúan en el cerebro.
Estos son los efectos que no buscaban y se encontraron de los AR GLP-1 tipo Ozempic
Loading…Ziyad Al-Aly (WUSTL), líder del equipo que ha presentado el estudio, cree que con este trabajo se han sentido un poco “como Cristóbal Colón llegando a América” pero tratando de juntar los trozos “de un mapa o intentando descifrarlo”. Estas son sus piezas e interrogantes.
¿Cómo un medicamento antiobesisdad podría ser una terapia para alzhéimer o la circulación?
En un encuentro internacional con medios, Al-Aly ha explicado que no es demasiado sorprendente que en el desarrollo de un medicamento que actúa contra la obesidad se encuentren por casualidad con posibles aplicaciones para cosas que no tienen nada que ver. “La obesidad en sí aumenta el riesgo de muchos problemas, a veces es la madre de todo lo demás”.
- ¿Mejora el tratamiento contra adicciones? La semaglutida (Ozempic) o la tirzepatida (Mounjaro) actúan sobre “mecanismos de señalización, recompensa y control de impulsos en el cerebro”. Esto explica por qué “pueden ser eficaces en trastornos de adicción”. Al-Aly reconoce que esta es una de las mayores sorpresas de su estudio. “No es que sea efectivo sólo para dejar el tabaco, sólo el alcohol, sólo los opiáceos, sólo el cannabis… es que son todos, [funciona para] una constelación de trastornos de adicción”.
- ¿Mejora el sistema circulatorio? Se ha demostrado que la salud cardiovascular mejora independientemente de la pérdida de peso (sin obesidad se mejora el perfil de grasa en sangre, la presión arterial, la inflamación, etc.). Estos medicamentos también actúan en receptores relacionados con los tejidos que recubren venas y arterias.
- ¿Previene la demencia? Decir esto es ir muy lejos. Pero algo hay. El efecto es pequeño (alrededor de un 12% de reducción del riesgo), pero significativo. “Quizás se necesite más tiempo para ver un efecto mayor”. Una vía a seguir explorando.
- Efecto doble sobre los riñones. Se ha visto reducción del riesgo de enfermedad renal crónica, pero también el aumento de cálculos renales y nefritis intersticial, quizás porque “al comer menos, también se bebe menos, hay menos hidratación”. Las nefritis se asocian también a otros fármacos comunes como el omeprazol.
- ¿Menos infecciones? Parece que sí. Pero Al-Aly reconoce que esto ha sido una sorpresa y no tiene idea de por qué puede ser.
- ¿Por qué duelen las articulaciones? Es cierto que manifestaciones artrósicas mejoran tras tomar estos fármacos AR GLP-1, sobre todo porque se pierde peso y se cargan menos rodillas, tobillos, etc. Pero también aumentan las tendinitis y otros dolores articulares. “Realmente no entendemos completamente la fisiopatología del mecanismo”.
Ojo a los efectos adversos: podrían salir más en el futuro
Al-Aly no es ingenuo. Muchas veces lo que parece el descubrimiento de un aparente medicamento milagro termina descarrilando. “Algunos efectos secundarios son en realidad bastante graves o significativos y hay que reconocerlos”. A su juicio, se trata de sopesar los riesgos frente a los beneficios. Y naturalmente, en última instancia, mirar el potencial de estos fármacos tipo Ozempic a nivel individual.
Cristóbal Morales, jefe de ensayos de Mounjaro, explicaba a Newtral.es que “no son una varita mágica para la obesidad”. Y además de los riesgos descritos en este estudio y otros –incluido el prospecto–, hay otros asociados al boom vivido en redes sociales con Ozempic y Mounjaro.
Estamos “ante la primera generación de fármacos influencer de la historia“, explicaba endocrino de la SEEDO. ”Quizás hay que regular el uso de redes sociales con este tema. Hay muchas personas vulnerables que viven con obesidad, que es una enfermedad mayúscula, que reciben un bombardeo de mensajes”. No siempre positivos para su salud. “No puede dar consejos cualquiera”. Ni siquiera a nivel médico. “Cada caso es único y lo ideal es abordarlo de manera multidisciplinar”.
Escucha la entrevista completa con Boticaria García en el capítulo 52 del pódcast Tampoco es el fin del mundo, con la fotografía e iluminación de José A. Trinidad y Ximo Ferrández, el sonido directo de Alfre Camarote, la producción de Xulio Rodríguez y el guión, dirección y diseño de sonido de Mario Viciosa.
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Fuentes
- Estudio de Xie et al. en ‘Nature Medicina’, 2025
- Primeros resultados del estudio SELECT sobre impacto cardiovascular en ‘NEJM’, 2013
- Estudio sobre semaglutida y osteoartritis, de Aman en ‘Nature Aging’, 2025
- Ziyad Al-Aly (WUSTL)
- Cristóbal Morales (SEEDO, Hosp. Vithas Sevilla)
- Marián García (Boticaria García)
- David Henry (ISBE, Australia)
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