Garamendi informa a Cuerva de que quiere relevarle al frente de Cepyme y le ofrece un cargo internacional en CEOE

Las luchas intestinas en el seno de la patronal española se recrudecen. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, y el de Cepyme, Gerardo Cuerva, se han reunido este martes para dirimir las diferencias que han llevado a ambos empresarios a un enfrentamiento abierto. Según ha podido saber este periódico, Garamendi ha trasladado a Cuerva su intención de buscarle un relevo al frente de la patronal que dirige en las próximas elecciones para renovar el liderazgo de Cepyme, previstas para este año.

El empresario vasco ha ofrecido al presidente de Cepyme un puesto con proyección internacional dentro de CEOE, organización matriz en la que está integrada la patronal de las pequeñas y medianas empresas y en la que Cuerva funge ya como vicepresidente. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con Cepyme para recavar su versión del encuentro, pero no ha obtenido respuesta. No obstante, según informan varios medios, Cuerva habría declinado la invitación, aunque no ha confirmado públicamente si se presentará o no al proceso electoral.

El encuentro se produce un día después de que el presidente de Cepyme confirmara la información adelantada por el diario ABC en la que se señalaba que Garamendi lleva un tiempo sondeando a empresarios para montar una candidatura alternativa a la de Cuerva para dirigir Cepyme.

Las discrepancias entre los dos empresarios son públicas y notorias. Uno de los choques más sonados se produjo cuando Cuerva se negó a acudir al acto de firma de la reforma laboral pactada entre Gobierno, sindicatos y CEOE. El presidente de Cepyme marcó perfil propio y cuestionó la norma de la que, dijo, "no es la que necesita España". Cuando Garamendi se presentó a la reelección al frente de CEOE en 2022 el nombre de Cuerva también llegó a sonar entre los candidatos para hacer frente al empresario vasco, pero finalmente no llegó a presentarse a la elección, que Garamendi ganó holgadamente.

Las últimas discrepancias, reconocidas públicamente por el presidente de Cepyme, se han producido a raíz de la negociación con el Gobierno para reducir la jornada laboral. La patronal de las pequeñas y medianas empresas se ha mostrado especialmente beligerante con este asunto. Garamendi ha sido crítico con el Gobierno, pero Cuerva ha dado la batalla saliéndose del guion de CEOE con un duro manifiesto que presentó en un acto en el que Cuerva acusó al Gobierno de alinearse con "tesis comunistas" y realizar una política "intervencionista y persecutoria".

La reducción de jornada, en pausa

El ruido interno en el seno del lobby empresarial llega en un momento en el que PSOE y Sumar todavía no han decidido cuándo llegará a Consejo de Ministros el texto que articule la reducción de la jornada laboral hasta 37,5 horas. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, acordaron que la cuestión se dirimirá el próximo lunes 27 de enero en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE). Los dos ministros se reunieron en dos ocasiones la semana pasada para limar asperezas y tratar de alcanzar un acuerdo.

Todavía se desconoce si el texto que saldrá de la CDGAE será el mismo que pactó Trabajo con los sindicatos, del que el departamento de Díaz ha manifestado que no está dispuesto a tocar ni una coma. Lo que sí parece previsible es que se introduzcan cambios una vez la norma llegue al Parlamento, algo a lo que ni Trabajo ni los sindicatos se niegan.

En estos momentos, la reducción de jornada todavía está lejos de ser una realidad. Aunque el Gobierno parece estar acercándose a un acuerdo entre los dos socios, el texto todavía debe pasar el filtro del Congreso de los Diputados, un trámite que aún se demorará. El recorte del máximo horario legal cuenta con el apoyo de los socios parlamentarios del Gobierno salvo de Junts, que todavía no se ha pronunciado públicamente. la formación que lidera Carles Puigdemont escucha de cerca a la patronal catalana Foment, donde no gusta esta medida.