Financial Times: Milei intenta desactivar la bomba del cepo en Argentina
El presidente quiere llegar a un acuerdo con el FMI para poner fin al tipo de cambio fijo.
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El presidente de Argentina, Javier Milei, ha prometido levantar este año los estrictos controles de cambio del país. Emprendería así una misión que, aunque entraña un alto riesgo, es fundamental para reactivar la economía.
Los controles, que limitan el acceso de individuos y empresas a dólares y fijan un tipo de cambio oficial, han estado en vigor durante nueve de los últimos 13 años. Las empresas extranjeras aseguran que suponen un gran obstáculo para la inversión en Argentina, aunque la reforma de libre mercado impulsada por Milei despierta mucho interés.
Aunque Milei intentará obtener un préstamo del FMI para ayudarlo a levantar los controles, asegura que lo hará a finales de este año de todos modos.
"Sin la ayuda del Fondo, el 1 de enero de 2026 el cepo va a dejar de existir. Ahora, si hay desembolso del Fondo, podemos hacerlo más rápido. Hay que ver cómo queda estructurado el programa, declaró Milei en una entrevista a la televisión el lunes.
Milei tiene buenos motivos para dudar, opinan los economistas. Conocidos como ‘el cepo', los controles están compuestos por media docena de regulaciones y muchas reglas más pequeñas, que ayudan a estabilizar el peso y evitar la fuga de capitales de Argentina.
Eliminar la norma equivocada en el momento equivocado podría provocar un exceso de demanda reprimida de dólares, desatando problemas de liquidez en el banco central de Argentina y obligando al gobierno a devaluar el tipo de cambio oficial del peso. O podría provocar volatilidad en los mercados financieros legales e ilegales donde los argentinos compran dólares, porque el acceso al mercado oficial está restringido.
Cualquiera de estos escenarios podría disparar la crisis inflacionaria que Milei ha logrado controlar con un severo paquete de austeridad. La tasa de inflación mensual ha caído desde un pico del 26% en diciembre de 2023 a menos del 3%, el principal factor que sostiene la popularidad de hasta el 50% de Milei, según las encuestas.
"Milei no quiere correr el riesgo de cortar el cable equivocado en esta [bomba] que está desactivando y hacer estallar toda su historia de éxito", explica Fabio Rodríguez, director de M & R Asociados, una consultora financiera en Buenos Aires.
"El problema es que llevamos tanto tiempo con los controles que no sabemos cuánta gente venderá pesos cuando se levanten, ni dónde debe estar exactamente el tipo de cambio", añadió.
Argentina celebrará elecciones de mitad de legislatura en octubre, donde La Libertad Avanza de Milei confía en aumentar su representación en el Congreso. Los analistas creen que es poco probable que Milei se arriesgue a cambiar los controles en el período previo a las elecciones, y las autoridades opinan que su objetivo es llegar a un acuerdo con el FMI en abril.
Milei ha explicado que necesita u$s11.000 millones para reponer las exiguas reservas de divisas del banco central y evitar una posible escasez de pesos a medida que se reducen los controles.
Argentina ya es el mayor deudor del fondo, y aún debe más de u$s40.000 millones de su último programa, que terminó en diciembre.
Una delegación del FMI abandonó Argentina la semana pasada tras unas negociaciones en las que el principal punto de fricción fue la política cambiaria poco ortodoxa de Milei.
En 2024 se permitió que el peso se devaluara solo un 2% mensual en 2024, ritmo que se reducirá al 1% a partir de este mes. Con una inflación muy por encima de esos datos, la moneda se apreció más del 40% en términos reales el año pasado. Desde junio, Argentina ha acumulado un déficit de cuenta corriente y el banco central ha tenido dificultades para acumular reservas.
Pero las autoridades del FMI, incluida la directora gerente Kristalina Georgieva, sólo tienen buenas palabras para el resto de las políticas de Milei, que en 2024 generaron el primer superávit presupuestario de Argentina en 14 años.
Eso ha alimentado las crecientes expectativas de un acuerdo porque el fondo estaba dispuesto a prestarle dinero al predecesor de Milei que imprimió miles de millones de dólares en pesos para financiar el gasto y no relajó los controles cambiarios.
Los analistas creen que el acuerdo podría depender de un levantamiento gradual de los controles, diseñado para gestionar la nueva demanda de dólares.
"Me sorprendería mucho que decidieran prestar sin un compromiso sobre el levantamiento de los controles, pero no deberían vaciar todo el plato de fideos de una sola vez", dijo Héctor Torres, ex director argentino del FMI.
El equipo de Milei tiene una gran variedad de opciones para elegir. El Gobierno ya ha comenzado a eliminar las barreras para que los importadores envíen dinero al exterior. Los expertos dicen que algunas regulaciones financieras menores, como la tenencia de deuda pública en pesos durante un mínimo de 24 horas, pueden eliminarse sin demasiadas consecuencias.
Otras regulaciones son más difíciles de recortar. Una restricción que impide a las empresas multinacionales transferir beneficios al extranjero, por ejemplo, retiene en Argentina unos $10.000 millones de pesos que probablemente se convertirían en dólares si se eliminara la norma, según la consultora Fundación Capital.
El presidente del banco central, Santiago Bausili, dijo en noviembre que esas reservas eran "el principal obstáculo para levantar los controles" y que el Gobierno estaba priorizando las restricciones sobre flujos futuros.
Una regulación clave en el punto de mira del FMI es el régimen del Gobierno para los exportadores agrícolas argentinos, que deben convertir el 80% de sus ingresos en dólares en el banco central, pero pueden desviar el resto al mercado paralelo para obtener un mejor tipo de cambio. Esto costó al banco central hasta u$s12.000 millones en entradas potenciales de reservas el año pasado.
No está claro cuándo y cómo llegará el apoyo del FMI. Aunque los observadores del fondo aseguran que un acuerdo parece cada vez más cercano y que la cifra de u$s11.000 millones de Milei es factible, no está claro cuánto se transferiría por adelantado.
Alejandro Werner, ex director del Hemisferio Occidental del FMI, escribió en un blog la semana pasada que desembolsar grandes cantidades por adelantado le permitiría a Argentina gastar recursos del FMI para mantener fuerte el peso y aumentar su déficit de cuenta corriente. Eso "dejaría al país en una posición financiera más débil cuando se produzca la corrección del tipo de cambio", añadió.
El "resultado más probable", argumentó, es que el Fondo sólo ofrezca financiación para permitir a Argentina realizar los u$s2500 millones en pagos que tiene pendientes con el propio fondo en 2025, aliviando la tensión sobre sus escasos recursos de efectivo, pero que espere hasta 2026 para ofrecer un "mayor respaldo financiero" para levantar los controles.
En ese escenario, el Gobierno eliminaría sólo una pequeña parte de los controles hasta las elecciones, mientras centraría su política económica en disponer de suficientes dólares para sostener el tipo de cambio y controlar la inquietud del mercado.
"Harán lo que sea necesario para mantener la estabilidad hasta las elecciones. Hasta entonces, están poniendo la economía en piloto automático", declaró Amilcar Collante, economista de la consultora argentina Profit Consultores.