¿Te dan asco las ratas? A acostumbrarse porque expertos auguran que habrá más en las ciudades
Aunque solemos asociar al cambio climático con desastres naturales y amenazas a la biodiversidad, hay una sorpresa que pocos esperan: las ratas están prosperando gracias a este fenómeno. Este inesperado aliado de los roedores está alterando la dinámica de las ciudades, y un estudio reciente revela que varios factores, incluido el cambio climático, están detrás […]
Aunque solemos asociar al cambio climático con desastres naturales y amenazas a la biodiversidad, hay una sorpresa que pocos esperan: las ratas están prosperando gracias a este fenómeno. Este inesperado aliado de los roedores está alterando la dinámica de las ciudades, y un estudio reciente revela que varios factores, incluido el cambio climático, están detrás de este auge urbano.
Investigadores de la Universidad de Richmond, en Virginia, publicaron un análisis que conecta el aumento de las temperaturas, la urbanización y el crecimiento de la población con el desmesurado aumento de las poblaciones de ratas en las grandes ciudades.
Las metrópolis más afectadas, como Washington D.C., Nueva York, Chicago y Toronto, han visto cómo estos roedores se multiplican rápidamente. Por ejemplo, en la capital de Estados Unidos, la población de ratas pasó de 1,448 en 2010 a más de 12,000 en 2021. Impresionante, ¿no lo crees?
¿Qué está favoreciendo a las ratas?
El estudio destaca que las ratas son increíblemente adaptables y se benefician de los cambios en su entorno. Uno de los mayores factores en este crecimiento es el cambio climático, que está alterando las estaciones y alargando los veranos.
Este clima más cálido les da más tiempo para reproducirse, lo que acelera su expansión. Además, la urbanización y la densidad poblacional también juegan un papel crucial: la abundancia de residuos en las ciudades les proporciona una fuente de alimento constante y fácil.
“Son animales fascinantes: inteligentes, cooperativos y extremadamente resistentes, capaces de vivir entre nosotros aprovechando todo lo que les ofrecemos, desde basura hasta aguas residuales“, comenta Jonathan Richardson, autor principal del estudio.
Sin embargo, esta expansión en la población de ratas está llena de riesgos para los humanos y otros animales. Las ratas pueden transmitir patógenos y enfermedades peligrosas y dañar infraestructuras urbanas al roer, como tuberías, cables, aceras y hasta paredes.
¿Es posible controlar esta invasión sin veneno?
Aunque el aumento de ratas presenta un desafío, el estudio también ofrece esperanza. En algunas ciudades, como Tokio y Nueva Orleans, las poblaciones de ratas han disminuido gracias a estrategias de control más sostenibles.
En lugar de recurrir al veneno, que puede dañar el ecosistema, se están implementando medidas como la educación pública sobre la gestión adecuada de residuos. Una simple acción, como reducir la cantidad de comida que se tira en los botes de basura, puede ayudar a frenar este problema.
El mensaje es claro: si bien las ratas están encontrando un terreno fértil para su proliferación, podemos tomar medidas para cambiar el entorno urbano y evitar que su población siga creciendo de manera descontrolada. Con un enfoque equilibrado, podremos vivir con ellas de manera más armónica, sin que se conviertan en una amenaza para nuestra salud y nuestras ciudades.