El Rey Felipe preside la ceremonia de inhumación de Rafael Altamira en El Campello organizada por la Diputación de Alicante
El presidente de la Diputación de Alicante , Toni Pérez, clausurará el próximo lunes 10 de febrero el acto institucional de inhumación del ilustre alicantino Rafael Altamira y Crevea y de su mujer, Pilar Redondo Tejerina. La ceremonia, que presidirá S.M. el Rey Felipe VI , tendrá lugar en el cementerio de El Campello , donde los restos mortales del jurista, humanista, historiador, literato y pedagogo alicantino descansarán en un mausoleo familiar, junto a los de sus padres y abuelos. Pérez ha reconocido que se trata de un evento de «enorme calado internacional, puesto que Rafael Altamira es uno de nuestros ilustres alicantinos más universal, con un legado encomiable conocido a ambos lados del Atlántico y que tenemos la obligación de preservar y difundir». Asimismo, tal como ha recordado el presidente de la Diputación, «siempre fue su deseo regresar a su tierra natal y ahora, tantos años después de su muerte, por fin ese anhelo se convierte en realidad». La convocatoria contará también con la presencia del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, institución que ha sufragado los costes de exhumación y repatriación de los restos mortales del intelectual hasta Alicante, así como del alcalde de El Campello, Juan José Berenguer , como administración anfitriona, además de autoridades civiles y académicas y familiares de Rafael Altamira. Durante la ceremonia, en la que un cuarteto de ADDA Simfònica interpretará distintas piezas, se sucederán diversos parlamentos institucionales y de representantes familiares de Altamira. Nacido en Alicante en 1866, Altamira fue defensor de valores universales como la democracia, el diálogo y la educación. Estuvo propuesto en dos ocasiones para el Premio Nobel de la Paz , en 1933 y en 1951, por su labor a favor del ideal humano de concordia. En 1920 pasó a integrar la Comisión de Juristas encargada por el Consejo de la Sociedad de Naciones para crear lo que más tarde sería conocido como el Tribunal de La Haya, del que formó parte hasta 1940. Doctor honoris causa por ocho universidades de América y Europa y miembro de nueve instituciones académicas, se exilió a México en 1944, donde falleció en 1951. Ahora sus restos regresan a la provincia para descansar en El Campello, municipio donde tenía importantes lazos familiares y donde reposan los restos de sus antepasados. Acto íntimo, rodeado del silencio del camposanto y con el ambiente de solemnidad que requería. A primera hora de este viernes se ha procedido a la inhumación de los restos mortales de los padres y los abuelos de Rafael Altamira Crevea en el interior del monumento funerario que ha erigido el Ayuntamiento de El Campello para acoger, el lunes bajo la presencia del Rey Felipe VI, los cuerpos del humanista, jurista, pedagogo y literato de prestigio internacional y su mujer, Pilar Redondo, repatriados desde México, donde fallecieron hace décadas. En esta jornada se han desplazado al Cementerio Municipal tres de los bisnietos de Rafael Altamira (Ignacio, Luz y Javier Ramos Altamira), para proceder al traslado de los cuerpos de sus antepasados del nicho que ocupaban desde hace décadas en el cementerio de El Campello al monumento. Junto a ellos han estado el alcalde, Juanjo Berenguer, y el concejal de Cementerio, Cristian Palomares, que han mantenido una discreta distancia durante el proceso de traslado. Las personas trasladadas son los padres de Rafael (José Altamira Moreno y Rafaela Crevea i Cortés), y sus abuelos (Juan Altamira Malaver -del que no se conserva fotografía- y Francisca Moreno Gaytano). El lunes, cuando se depositen en el mismo espacio los feretros de Rafael y su esposa, la lápida se sellará para siempre, y se habrá cumplido la voluntad expresada por el ilustre personaje: «Cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos: a Campello».
El presidente de la Diputación de Alicante , Toni Pérez, clausurará el próximo lunes 10 de febrero el acto institucional de inhumación del ilustre alicantino Rafael Altamira y Crevea y de su mujer, Pilar Redondo Tejerina. La ceremonia, que presidirá S.M. el Rey Felipe VI , tendrá lugar en el cementerio de El Campello , donde los restos mortales del jurista, humanista, historiador, literato y pedagogo alicantino descansarán en un mausoleo familiar, junto a los de sus padres y abuelos. Pérez ha reconocido que se trata de un evento de «enorme calado internacional, puesto que Rafael Altamira es uno de nuestros ilustres alicantinos más universal, con un legado encomiable conocido a ambos lados del Atlántico y que tenemos la obligación de preservar y difundir». Asimismo, tal como ha recordado el presidente de la Diputación, «siempre fue su deseo regresar a su tierra natal y ahora, tantos años después de su muerte, por fin ese anhelo se convierte en realidad». La convocatoria contará también con la presencia del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, institución que ha sufragado los costes de exhumación y repatriación de los restos mortales del intelectual hasta Alicante, así como del alcalde de El Campello, Juan José Berenguer , como administración anfitriona, además de autoridades civiles y académicas y familiares de Rafael Altamira. Durante la ceremonia, en la que un cuarteto de ADDA Simfònica interpretará distintas piezas, se sucederán diversos parlamentos institucionales y de representantes familiares de Altamira. Nacido en Alicante en 1866, Altamira fue defensor de valores universales como la democracia, el diálogo y la educación. Estuvo propuesto en dos ocasiones para el Premio Nobel de la Paz , en 1933 y en 1951, por su labor a favor del ideal humano de concordia. En 1920 pasó a integrar la Comisión de Juristas encargada por el Consejo de la Sociedad de Naciones para crear lo que más tarde sería conocido como el Tribunal de La Haya, del que formó parte hasta 1940. Doctor honoris causa por ocho universidades de América y Europa y miembro de nueve instituciones académicas, se exilió a México en 1944, donde falleció en 1951. Ahora sus restos regresan a la provincia para descansar en El Campello, municipio donde tenía importantes lazos familiares y donde reposan los restos de sus antepasados. Acto íntimo, rodeado del silencio del camposanto y con el ambiente de solemnidad que requería. A primera hora de este viernes se ha procedido a la inhumación de los restos mortales de los padres y los abuelos de Rafael Altamira Crevea en el interior del monumento funerario que ha erigido el Ayuntamiento de El Campello para acoger, el lunes bajo la presencia del Rey Felipe VI, los cuerpos del humanista, jurista, pedagogo y literato de prestigio internacional y su mujer, Pilar Redondo, repatriados desde México, donde fallecieron hace décadas. En esta jornada se han desplazado al Cementerio Municipal tres de los bisnietos de Rafael Altamira (Ignacio, Luz y Javier Ramos Altamira), para proceder al traslado de los cuerpos de sus antepasados del nicho que ocupaban desde hace décadas en el cementerio de El Campello al monumento. Junto a ellos han estado el alcalde, Juanjo Berenguer, y el concejal de Cementerio, Cristian Palomares, que han mantenido una discreta distancia durante el proceso de traslado. Las personas trasladadas son los padres de Rafael (José Altamira Moreno y Rafaela Crevea i Cortés), y sus abuelos (Juan Altamira Malaver -del que no se conserva fotografía- y Francisca Moreno Gaytano). El lunes, cuando se depositen en el mismo espacio los feretros de Rafael y su esposa, la lápida se sellará para siempre, y se habrá cumplido la voluntad expresada por el ilustre personaje: «Cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos: a Campello».
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