El manuscrito medieval más famoso del mundo recobrará el esplendor que tenía en el siglo XV
' Las Très Riches Heures du Duc de Berry ' (Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry) es un icono medieval, la 'Mona Lisa' de los manuscritos iluminados, y gracias a la financiación de la Fundación Europea de Bellas Artes ( TEFAF ), el Museo Condé que lo custodia en el Castillo de Chantilly va a poder restaurarlo para devolverle todo su esplendor. «La restauración del manuscrito medieval más famoso del mundo con el apoyo de la feria de arte más prestigiosa del mundo realmente tiene sentido, y es una gran oportunidad para mostrar uno de los tesoros de la humanidad y preservarlo para las generaciones futuras », comentó Mathieu Deldicque, director del Museo Condé, agradeciendo el «gran honor» que suponía para la institución francesa recibir el Fondo TEFAF para la Restauración de Museos (TMRF) de este año en Maastricht. Esta subvención anual, creada en 2012, apoya la labor vital de la comunidad artística internacional en la conservación del patrimonio artístico y cultural. Rachel Kaminsky, directora del comité del Fondo de la TEFAF, describió Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry como « una de las obras maestras más célebres del arte occidental , una extraordinaria convergencia de belleza, artesanía y rareza». «Esta oportunidad única de contribuir a la conservación del manuscrito convenció al comité del TMRF para renunciar a una consideración común: que TEFAF fuera el patrocinador principal o único del proyecto », explicó Kaminsky. Creado para Juan, duque de Berry , hermano del rey Carlos V de Francia, el famoso libro de horas fue pintado por los hermanos Limbourg entre c. 1411 y 1416. Herman, Paul y Johan eran los más célebres miniaturistas de la época y aunque eran de origen neerlandés, llevaban una década trabajando en Francia al servicio del duque cuando recibieron el encargo. Ni el duque, gran bibliófilo, ni los hermanos Limbourg llegaron a ver concluido el manuscrito al morir de la peste en 1416. Lo completó Barthélemy d'Eyck en la década de 1440 y el miniaturista francés Jean Colombe hacia 1485. Escrito en latín y profusamente iluminado, el libro de apenas 294 por 210 milímetros contiene 131 minuciosas ilustraciones, así como 300 letras capitales doradas y 1800 cenefas también doradas. Sus ilustraciones más famosas son las del calendario, con representaciones de los meses y las labores que se realizaban en cada uno, bajo las constelaciones dominantes en cada uno. En 1856 fue adquirido por Enrique de Orleans, duque de Aumale e hijo del último rey de Francia, Luis Felipe. Este célebre coleccionista de arte transformó el castillo de Chantilly que había heredado en un escaparate de sus numerosas obras maestras y manuscritos de valor incalculable. Su colección de obras de arte de finales de la Edad Media y principios del Renacimiento hasta el siglo XIX está considerada como la segunda más importante de Francia. El duque de Aumale legó al Instituto de Francia en 1886 el castillo de Chantilly y sus colecciones para que fueran expuestas, entre ellas el más famoso libro de horas del siglo XV. Debido a las condiciones impuestas por el legado del aristócrata, 'Las Muy Ricas Horas del duque de Berry' no puede exponerse fuera del castillo de Chantilly y dada su fragilidad y valor, lleva décadas sin estar a disposición del público. La restauración va a permitir ahora mostrar su legendario calendario , que será separado de la encuadernación y expuesto en el Museo Condé, junto a excepcionales préstamos nacionales e internacionales que situarán la obra en su contexto y revelarán su influencia desde el siglo XV hasta la actualidad. La muestra se inaugurará unos meses después de la feria TEFAF Maastricht , que se celebra del 15 al 20 de marzo de 2025 (13 y 14 de marzo sólo con invitación). Está prevista su apertura del 7 de junio al 5 de octubre y, según un comunicado de la TEFAF, «brindará a los visitantes una oportunidad sin precedentes de contemplar las Très Riches Heures du Duc de Berry en todo su esplendor, tras varios meses de análisis y trabajo de restauración por parte del equipo de conservación in situ».
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