El cambio de régimen inaugural de Donald Trump
El nuevo presidente prometió traer la paz al mundo, volver a ocupar el Canal de Panamá y ampliar el territorio estadounidense. Esto último sonó mucho a declaración de guerra.
Nadie nunca acusó a Donald Trump de coherencia. Poco después de jurar el cargo, prometió traer la paz al mundo, volver a ocupar el Canal de Panamá y ampliar el territorio estadounidense. Esto último sonó mucho a declaración de guerra, algo inédito en la historia de los discursos de investidura estadounidenses. El truco, como siempre con Trump, es descifrar lo que quiere decir a partir de lo meramente retórico.
Sus imágenes de una nueva era dorada eran muy diferentes a las de 2017, cuando habló de la "carnicería estadounidense". Pero su discurso de esta vez conllevaba acciones mucho más específicas, incluyendo agresiones territoriales a los vecinos de Estados Unidos, tropas estadounidenses en la frontera con México, el inicio de deportaciones masivas de inmigrantes ilegales, el fin de los subsidios a los vehículos eléctricos y una nueva era de "drill baby drill". Hay que tomárselo en serio.
Las vibras en la rotonda del Capitolio también lo decían todo. Sería quedarse corto decir que la segunda toma de posesión de Trump no tuvo precedentes. Rodeado de los hombres más ricos del mundo, con más de un billón de dólares de riqueza en la sala, encabezados por Elon Musk (u$s434.000 millones), Jeff Bezos (u$s240.000 millones) y Mark Zuckerberg (u$s212.000 millones), el regreso de Trump fue bendecido por lo que el presidente saliente, Joe Biden, llamó la nueva oligarquía.
Nunca antes tanta riqueza se había codeado en la inauguración con un presidente que también es multimillonario. Trump ha aprovechado su regreso para ampliar su propio patrimonio. En los días previos a la toma de posesión, sumó miles de millones a su riqueza lanzando una criptomoneda meme apodada instantáneamente "$Trump". Su esposa, Melania, hizo lo mismo con su propia criptomoneda. También hizo una oferta para que EE.UU. tomara una participación del 50% en TikTok, la aplicación de redes sociales de propiedad china cuya prohibición por el Congreso fue confirmada la semana pasada por la Corte Suprema. Shou Zi Chew, director ejecutivo de TikTok, también estuvo presente.
El contraste entre Trump y sus predecesores, Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y Biden, indicaba más un cambio de régimen que un simple traspaso de poderes. Escucharon con asombro apenas disimulado cómo Trump exponía un programa que desharía prácticamente todo lo que ellos representaban, ya fuera Bush republicano o Biden demócrata. Por la mañana, Biden dijo "bienvenido a casa" a Trump al saludarlo en la Casa Blanca. También indultó preventivamente a antiguos funcionarios públicos y a miembros de su propia familia de las represalias que Trump reiteró en su discurso. La ceremonia tuvo lugar en una sala que fue objeto de vandalismo hace cuatro años por parte de los militantes de Trump, que afirmaban que las elecciones de 2020 habían sido robadas.
Además de prometer que plantaría las barras y estrellas en Marte, Trump dijo que Dios le había salvado de la bala asesina el pasado julio para que pudiera hacer América grande de nuevo. Después de que Trump terminara de hablar en 2017, Bush se dirigió a los Clinton y dijo "eso ha sido una mierda rara". No está claro si Bush tuvo palabras para describir la segunda toma de posesión de Trump el lunes.
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