El Ayuntamiento de Barcelona anuncia la compra de Casa Orsola, símbolo de la crisis de la vivienda
El alcalde Jaume Collboni y la entidad Hàbitat 3 explicarán los términos de la adquisición, hecha a través de una "fórmula social colaborativa"Resistir en el Eixample, el distrito donde se expulsa a los inquilinos de fincas enteras El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad Hábitat 3, dedicada a la gestión de vivienda social en Catalunya, han llegado a un acuerdo para comprar la Casa Orsola, la finca que en las últimas semanas se ha convertido en emblema de la crisis por la vivienda y la gentrificación en la capital catalana. El alcalde Jaume Collboni ha convocado una comparecencia pública para explicar los detalles de la adquisición este viernes a las 11.00 horas. En medio del Eixample y con 27 pisos inicialmente habitados, los inquilinos de este inmueble empezaron una lucha para evitar su desalojo cuando lo adquirió el fondo Lioness Investments para extinguir los contratos vigentes y convertirlos en alquileres de temporada. La resistencia vecinal, de la mano del Sindicato de Inquilinas, permitió evitar el primer desahucio, el de Josep Torrent, profesor de 49 años, el pasado 31 de enero. A la espera de más detalles sobre la operación, el Ayuntamiento ha anunciado que la compra se hará “a través de una fórmula social colaborativa” en la que ha participado Hàbitat 3. A la comparecencia de este viernes asistirán también la presidenta de esta entidad gestora de vivienda social, Carme Trilla, y el Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, que abrió una mediación entre las partes. La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, lo ha celebrado como una victoria “del derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad”. “Celebro la decisión del alcalde de adquirir la Casa Orsola, resultado de las movilizaciones sociales, la mediación, el diálogo y el compromiso político”, ha escrito en X. La portavoz del Sindicato de Inquilinas, Carme Arcarazo, lo ha considerado una victoria, aunque ha señalado que la operación se ha llevado a cabo “de espaldas” a los residentes, que se han enterado este mismo viernes. “Lo que demuestra es que cuando los vecinos en vez de marcharse en silencio se organizan, se quedan en casa, hacen ruidom, van al sindicato y se plantan, pueden ganar”, ha expresado en declaraciones a TV3. Símbolo de la lucha contra la gentrificación Tras más de cuatro años de conflicto, esta finca se había convertido en un símbolo de la lucha contra la gentrificación en Barcelona. Todo se remonta a 2021, cuando Lioness Inversiones compró el inmueble. Entonces había 27 pisos habitados; de ellos, unos pocos tenían contratos indefinidos y al resto, les vencía en pocos años. Un año después del cambio de titularidad, y tras varias concentraciones, intentos fallidos de negociación y una también fracasada mediación del Ayuntamiento, cinco de los vecinos de la Casa Orsola quedaron fuera de contrato. La propiedad interpuso demandas contra ellos para poder llevar a cabo un desahucio. La primera fecha de lanzamiento fue para Josep, pero la movilización vecinal logró impedir el paso a la comitiva judicial. Desde el juzgado le notificaron a Josep una nueva fecha de desahucio, el 4 de febrero, pero esta fue nuevamente aplazada sin motivo aparente. Coincidió sin embargo que el Síndic de Greuges había iniciado la mediación y el contacto con inquilinos y propiedad. Y que esta última además se había abierto públicamente a vender la finca.
![El Ayuntamiento de Barcelona anuncia la compra de Casa Orsola, símbolo de la crisis de la vivienda](https://static.eldiario.es/clip/4a9ed6a3-eded-4586-ad8a-25af4e259318_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg?#)
El alcalde Jaume Collboni y la entidad Hàbitat 3 explicarán los términos de la adquisición, hecha a través de una "fórmula social colaborativa"
Resistir en el Eixample, el distrito donde se expulsa a los inquilinos de fincas enteras
El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad Hábitat 3, dedicada a la gestión de vivienda social en Catalunya, han llegado a un acuerdo para comprar la Casa Orsola, la finca que en las últimas semanas se ha convertido en emblema de la crisis por la vivienda y la gentrificación en la capital catalana. El alcalde Jaume Collboni ha convocado una comparecencia pública para explicar los detalles de la adquisición este viernes a las 11.00 horas.
En medio del Eixample y con 27 pisos inicialmente habitados, los inquilinos de este inmueble empezaron una lucha para evitar su desalojo cuando lo adquirió el fondo Lioness Investments para extinguir los contratos vigentes y convertirlos en alquileres de temporada. La resistencia vecinal, de la mano del Sindicato de Inquilinas, permitió evitar el primer desahucio, el de Josep Torrent, profesor de 49 años, el pasado 31 de enero.
A la espera de más detalles sobre la operación, el Ayuntamiento ha anunciado que la compra se hará “a través de una fórmula social colaborativa” en la que ha participado Hàbitat 3. A la comparecencia de este viernes asistirán también la presidenta de esta entidad gestora de vivienda social, Carme Trilla, y el Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, que abrió una mediación entre las partes.
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, lo ha celebrado como una victoria “del derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad”. “Celebro la decisión del alcalde de adquirir la Casa Orsola, resultado de las movilizaciones sociales, la mediación, el diálogo y el compromiso político”, ha escrito en X.
La portavoz del Sindicato de Inquilinas, Carme Arcarazo, lo ha considerado una victoria, aunque ha señalado que la operación se ha llevado a cabo “de espaldas” a los residentes, que se han enterado este mismo viernes. “Lo que demuestra es que cuando los vecinos en vez de marcharse en silencio se organizan, se quedan en casa, hacen ruidom, van al sindicato y se plantan, pueden ganar”, ha expresado en declaraciones a TV3.
Símbolo de la lucha contra la gentrificación
Tras más de cuatro años de conflicto, esta finca se había convertido en un símbolo de la lucha contra la gentrificación en Barcelona. Todo se remonta a 2021, cuando Lioness Inversiones compró el inmueble. Entonces había 27 pisos habitados; de ellos, unos pocos tenían contratos indefinidos y al resto, les vencía en pocos años.
Un año después del cambio de titularidad, y tras varias concentraciones, intentos fallidos de negociación y una también fracasada mediación del Ayuntamiento, cinco de los vecinos de la Casa Orsola quedaron fuera de contrato. La propiedad interpuso demandas contra ellos para poder llevar a cabo un desahucio. La primera fecha de lanzamiento fue para Josep, pero la movilización vecinal logró impedir el paso a la comitiva judicial.
Desde el juzgado le notificaron a Josep una nueva fecha de desahucio, el 4 de febrero, pero esta fue nuevamente aplazada sin motivo aparente. Coincidió sin embargo que el Síndic de Greuges había iniciado la mediación y el contacto con inquilinos y propiedad. Y que esta última además se había abierto públicamente a vender la finca.