Dynasty Warriors Origins, el Musou para los que no nos gustan los Musou

El género de los Musou (un término que significa «El Único») nunca me ha enamorado. A pesar de la gracia intrínseca a eso de reventar a cientos de enemigos simultáneamente, me resultan tremendamente repetitivos.

Por eso el reboot de Dynasty Warriors, bautizado con la coletilla de Origins, me ha sorprendido tan grátamente. El juego de Koei Tecmo Games se las apaña para combinar la fórmula de Musou con un sorprendente componente narrativo, un mundo abierto en forma de mapa a explorar y una profundidad en el combate inesperada.

Tanto es así, que el gran esmero en presentar la historia de la China de la época de los Tres Reinos, un absoluto logro narrativo de Koei Tecmo y gran protagonista del juego, se ve secundado muy decentemente por el resto de aciertos jugables de Dynasty Warriors Origins, lo que tiene muchísimo mérito dado el brutal trabajo realizado en explicar la historia, repleta de personajes interesantísimos, que sirve de raíles a la acción de este título.

La profundidad jugable del juego también pasa por maniobras defensivas (¡¡!!) el desbloqueo de armas, gemas modificadoras de stats, movimientos y habilidades del personaje principal. Este, que es un guerrero anónimo que convenientemente ha perdido la memoria, se revela como el factor menos inspirado del juego, dado que su amnesia se acaba traduciendo un héroe de personalidad anodina.

A nivel técnico el juego es muy decente, con un apartado gráfico muy detallado, sobre todo en las cinemáticas (hechas con el motor del juego), y muy robusto, lo que teniendo en cuenta el enorme número de personajes que hay en los niveles esto es muy meritorio. La pista de voces está disponible tanto en inglés como en japonés, y esta última, que es la que estoy disfrutando, es una maravilla, pues el trabajo actoral es de primer nivel.

Dynasty Warriors Origins se ha convertido en una de las sorpresas del año. Lo tenía todo en contra para convencerme, pero ha hecho algo incluso más difícil: me ha encantado. Sin duda, un juegazo con potencial para meterle horas y horas evitando la sensación de repetición tan relacionada con los Musou.

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